La Cátedra de la Caridad de la Universidad Católica de Valencia se une a la celebración del Día Mundial del Agua (22 de marzo)
José Luis Sánchez García: “El acceso al agua es un derecho humano que toda persona debería tener cubierto”
Noticia publicada el
jueves, 10 de marzo de 2022
La Cátedra de la Caridad Santo Tomás de Villanueva de la Universidad Católica de Valencia se une a la celebración del Día Mundial del Agua el 22 de marzo, recordando que “el acceso al agua es un derecho fundamental que toda persona debería tener cubierto. El agua es vida, y, sin ella, ésta se hace prácticamente imposible. Por ello, tenemos que ayudar a que todos y cada uno de los seres humanos puedan tener este bien universal como una necesidad básica de todo hombre. Hay que hacer todo lo que se pueda para conjugar humanidad, técnica y todos los recursos para conseguirlo. Sabemos que no es fácil”, según ha indicado D. José Luis Sánchez García, Director ejecutivo de la cátedra y Vicario de Cultura y Relaciones Institucionales de la Archidiócesis de Valencia.
El Día Mundial del Agua fue declarado en 1992 por las Naciones Unidas con el objetivo de concienciar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para abordarla.
En este año 2022, el foco está puesto en las aguas subterráneas, bajo el lema “haciendo visible lo invisible”. El agua presente en los acuíferos (formaciones de rocas, arenas y gravas que contienen cantidades importantes de agua) es de vital importancia ya que casi la totalidad del agua dulce en forma líquida en el mundo es agua subterránea. Su papel es clave para el correcto funcionamiento de los ecosistemas del planeta.
La mayoría de las zonas áridas del mundo sólo disponen de acceso a agua gracias a estos acuíferos subterráneos, que explotan a través de pozos y bombas. Dotar de acceso al agua, para beber, cultivar y mantener unas condiciones mínimas de saneamiento e higiene, es un deber moral que tenemos con los hermanos más necesitados.
Las ciudades que se encuentran en guerra no tienen el suministro del agua garantizado, con los problemas que conlleva, no sólo para subsistir sino para unas condiciones higiénicas y sanitarias mínimas. Tanto Ucrania como Yemen, Siria, Afganistán, Congo, Libia y otros lugares padecen esta situación.
El Santo Padre, en su encíclica sobre el cuidado de la casa común, continúa advirtiendo que la contaminación del agua no es responsabilidad exclusiva de las fábricas, sino que hace una llamada de atención al vertido de detergentes y otros productos químicos usados por la población en ríos, lagos y mares. La UNESCO ya denunció en 2017 que “en el mundo más del 80 por ciento de las aguas residuales (más del 95 por ciento en algunos países en desarrollo) se vierte al medio ambiente sin tratamiento alguno.”
El Vicario de Cultura y Relaciones Institucionales de la Archidiócesis de Valencia y Director de la Cátedra de la Caridad, D. José Luis Sánchez, ha concluido que “urge aunar esfuerzos para gestionar de manera sostenible el correcto uso de este bien tan preciado para que todos los pueblos y sus futuras generaciones tengan acceso a él. No solo la ortodoxia de la fe, desde el mandamiento del amor, nos implica a ayudar, sino la ortopraxis de la misma”.
La Cátedra de la Caridad de la Universidad Católica de Valencia desarrolla una labor de investigación permanente a través de la línea Pobreza y Hambre, que reúne a más de 50 expertos investigadores, cuya labor científica, de carácter multidisciplinar, tiene como eje estructural la denuncia de la pobreza, el hambre y la destrucción de alimentos, así como la propuesta de soluciones sostenibles que puedan contribuir a la erradicación de estas carencias.
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