José Vicente Herrera, profesor de la Universidad Católica de Valencia (UCV), ha apelado a “un cambio de mentalidad en la actuación policial para que sea más próxima a los vecinos, más resolutiva y permita ganar confianza buscando la prevención antes que la acción”. De hecho, ha reconocido que “no habrá seguridad en libertad si no existe un vínculo de intereses entre Policía y ciudadanía”.

El ex subdelegado del Gobierno en Valencia ha presentado su libro Ética Policial y Ciudadana. Claves de buenas prácticas en Policía de proximidad en el salón de actos de la sede de Santa Úrsula, en un acto que ha contado con la participación del cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares; Jaime Mayor Oreja, director de la Cátedra Tomás Moro de esta universidad; Agustín Domingo Moratalla, director de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP); y Juan Carlos Valderrama, vicerrector de Relaciones Institucionales de la UCV.

Según ha detallado su autor, “la voluntad del libro ha sido revisar el concepto de justicia reparadora como un enfoque policial” lo que “conlleva aplicar los principios y los valores de la ética al ámbito de esta profesión".

Igualmente, Herrera ha apuntado que estos puntos “deberían subrayarse en el temario de quienes opositan y acelerar, así, el proceso de formación en esta perspectiva: fomentar una policía de proximidad es una asignatura pendiente a nivel general”, ha afirmado.

Dicha sistematización ha venido acompañada en el encuentro de ejemplos que “ponen en valor el servicio que este cuerpo de seguridad del Estado está prestando en Valencia desde hace veintisiete años”, esto es, de “buenas praxis policiales y también de aquellas que no deben reproducirse nunca”.

“Afortunadamente, las buenas praxis son mayores, lo que nos hace enfocar el futuro con esperanza y con la certeza de que la policía del siglo XXI seguirá estos pasos de proximidad, de valores y de asentamiento de principios, porque al final lo que importa es la libertad y la seguridad de los ciudadanos”, ha aseverado Herrera.

En este sentido, ha reconocido una evolución favorable en la práctica policial: “La policía de hace treinta años, en blanco y negro, que vivía de espaldas a la ciudadanía, no tiene nada que ver con la actual, que busca es resolver problemas, estar cerca de los ciudadanos, atender dudas, responder quejas… Eso es a lo que nos dedicamos ahora”.

Por todo ello, el ponente ha apelado “a las futuras generaciones para seguir mejorando el campo policial y, por lo tanto, la sociedad en la que nos movemos todos”.