El intendente general jefe de la Policía Local de Valencia, José Vicente Herrera, ha lamentado en su intervención en la mesa redonda de la Universidad Católica de Valencia (UCV) sobre repercusiones humanas y sociales de la pandemia que del mismo modo que “se habla mucho del cansancio sanitario”, no se hable de “cómo están las fuerzas de seguridad”.

“Nosotros también hemos notado ese agotamiento. No podemos desempeñar, por ejemplo, uno de nuestros aspectos básicos como la policía de barrio, el contacto con los vecinos. Tampoco el dar clases, estar en los colegios, nuestra propia formación. Todo eso lo hemos tenido que abandonar y nos hemos convertido lo que no nos gusta ser, una policía exclusivamente de respuesta”, ha expuesto. 

Así, Herrera ha explicado que durante la pandemia están tratando de subrayar los aspectos “preventivos” de la labor policial, pero aquellos referidos “a la relación con la comunidad” los han tenido que “abandonar” de momento, lo que supone una “pérdida” de su “esencia”.

“Enfrentar este nuevo panorama ha sido casi una epopeya. Hemos tenido que dar respuesta a algo para lo que no teníamos respuesta, en una situación de continua incertidumbre por la evolución de la pandemia. Hemos aprendido a resistir, a buscar soluciones de hoy para hoy, y a fortalecer nuestro instinto de servicio a los demás”, ha subrayado.

Ante el futuro, Herrera asegura que lo que cuenta en estos momentos es la “vacunación generalizada y la prevención”, para poder “volver a la normalidad” lo antes posible: “Es lo que queremos todos y para eso trabajamos”.

IGNACIO GRANDE: “AHORA TENER UN EMPLEO NO SUPONE SALIR DEL ÁMBITO DE LA EXCLUSIÓN”

Por su parte, el director de Cáritas Valencia, Ignacio Grande, ha expuesto en su intervención la realidad social con la que se ha topado la organización eclesial de ayuda a los más vulnerables durante el actual periodo de crisis sanitaria, derivada en crisis económica y social. En opinión de Grande, “tener un empleo ahora no supone salir del ámbito de la exclusión”.

“En la actualidad nos encontramos con trabajos muy precarios, con jornadas muy parciales. El empleo antes era un espacio de consolidación de derechos. Hoy, sin embargo, existe la figura del trabajador pobre. Desde el ámbito de la acción caritativa y social queremos dar respuestas de futuro ante toda esta situación”, ha aseverado.

En ese sentido, Grande ha recordado que antes de la crisis sanitaria mundial había más de seis millones de españoles “en la cuerda floja”, con empleos precarios y dificultad para llegar a final de mes: “En 2019 nosotros ya alertábamos de que estas personas no habían podido generar aún un colchón de ahorro, y si venía una crisis similar a la de 2008, perderían cualquier tipo de capacidad económica y pasarían de la noche a la mañana al ámbito de la exclusión. Y eso es lo que hemos constatado durante la pandemia”.

“En el momento en que se decretó el estado de alarma, esas personas perdieron sus empleos, entraron en ertes, tardaron en cobrarlos y nos encontramos con familias sin sostén económico que acudieron a las Cáritas parroquiales. A ello hay que sumar la cronicidad de la pobreza, la transmisión intergeneracional de la pobreza”, ha remarcado.

ALQUILER, INFRAVIVIENDAS, PERSONAS SIN HOGAR…

Junto a la falta de empleo o la precariedad del mismo, Grande se ha referido también al otro “gran factor de exclusión” en la Comunitat Valenciana: la vivienda. El director de Cáritas ha aludido a las dificultades de miles de valencianos “para poder pagar unos alquileres que, además, han subido” y ha denunciado la situación de muchas personas que viven en “infraviviendas”, familias que viven “hacinadas” en viviendas muy pequeñas, “con todo lo que ello supuso durante el periodo de confinamiento”.

“El confinamiento también puso de manifiesto la realidad de la gran cantidad de personas mayores que viven en soledad. Hay miles de ancianos que viven solos, sin ningún tipo de malla de protección. La soledad no deseada es la enfermedad del siglo XXI”, ha afirmado.

Otros de los perfiles más vulnerables señalados por Grande han sido el de las personas migrantes en situación administrativa irregular, las personas sin hogar –que en Valencia son alrededor de mil- y el de los menores, que han sufrido “durante el estado de alarma” las consecuencias de la crisis sanitaria, económica y social.

De igual modo ha aludido también a la llamada “brecha digital”, en referencia a las dificultades de acceder a recursos tecnológicos –y, por supuesto, a sus derechos- de colectivos invisibilizados como las mujeres “en contexto de prostitución”. Así, el director de Cáritas ha recordado que España es, según la ONU, el primer país de Europa “en consumo de sexo de pago”.

No obstante, ante toda la situación que ha presentado, Grande ha llamado a no caer en el desasosiego: “No hay que perder la esperanza. Cáritas, que, como bien dice el papa Francisco «es la caricia de la Iglesia en el rostro de los más débiles», tiene que abrir caminos de oportunidad y esperanza. Toca trabajar de manera dura y coordinada con otras realidades para salir al paso y acercarnos a las personas que están atravesando situaciones de vulnerabilidad”.

El vídeo completo de la mesa redonda puede visionarse en este enlace de Youtube.