Día mundial de las personas sin hogar
La Cátedra de la Caridad Santo Tomás de Villanueva apela al derecho a una vivienda digna
Noticia publicada el
viernes, 20 de noviembre de 2020
Dentro de la corriente de sensibilización ante el problema de las personas sin techo, la Cátedra de la Caridad Santo Tomás de Villanueva de la Universidad Católica de Valencia (UCV) quiere sumarse a este movimiento con motivo del día mundial de las personas sin hogar que se celebra este 23 de noviembre.
Así, el director ejecutivo de la cátedra, José Luis Sánchez, ha expresado que “un mundo sin hogar es un sinsentido. Tener una familia nos recuerda que el mundo se convierte en una auténtica comunidad, donde la razón nos lleva a vivir una experiencia de hermandad comprometida a ayudar a cada uno de sus miembros, pues en una familia todos tienen rostro”.
“Cáritas Española en su campaña ‘Nadie sin Hogar 2020’ nos recuerda que no tener casa impide tener un auténtico hogar, provoca un impacto en la salud física y mental, imposibilita las relaciones sociales e impide disponer de un espacio de protección”, ha subrayado.
Igualmente, ha puesto el acento en que la pandemia del COVID-19 está aumentado la vulnerabilidad de muchas familias, no solo acrecentando la precaria situación de muchas de ellas sino incluyendo a otras en ese espacio de exclusión y riesgo.
Por ello, “ahora más que nunca debemos aprovechar los sentimientos de solidaridad que ha originado la experiencia comunitaria de fragilidad para aunar esfuerzos. Partiendo de que todo ser humano es único e irrepetible queremos recalcar el derecho de toda persona a vivir dignamente, para lo que es necesario un hogar, que permite no sólo una protección física sino el desarrollo pleno de la persona en todas sus dimensiones”.
“El hogar nos recuerda a un padre y a una madre, en torno a los cuales vive una familia. En este momento, hay distintas familias, sin padre o sin madre, pero siempre el ser humano es referente de una dimensión comunitaria pues para que nazca un niño se necesita un hombre y una mujer. Cada ser humano es trino, hay una antropología trinitaria detrás de cada persona. Por ello, cuando alguien pierde su origen se encuentra mal, sin saber quién es, porque le falta el fundamento de su existir”.
“Esto nos recuerda que la posibilidad de Dios nos reencuentra con el origen de un mundo pensado que, por ello, puede ser investigado; de un mundo inteligido que, por eso, es inteligible; de un mundo donde cada persona es ‘una innovación radical de la realidad’, es decir, un acto de Creación”. Por ello, Sánchez García, ha apelado a “reclamar que cada ser humano, que cada persona, tiene ontológicamente un hogar en el mundo, sin el cual está a la intemperie”, ha concluido.