“La ciencia apoya todas las verdades que defiende One of Us”
Noticia publicada el
lunes, 25 de febrero de 2019
Jaime Mayor Oreja ha presentado recientemente en el Senado francés en París el manifiesto de la plataforma cultural One of Us, que reúne a intelectuales y pensadores de toda Europa en defensa de la vida.
La iniciativa cuenta con el apoyo de la Universidad Católica de Valencia (UCV). De hecho, Ginés Marco, decano de la Facultad de Filosofía, Antropología y Trabajo Social tuvo ocasión de participar en el acto. Sobre esta iniciativa ha conversado con Justo Aznar, director del Instituto de la Vida.
One of Us busca poner en el centro de la opinión pública la defensa y dignidad de la vida humana, asunto ahora marginado, y para ello quieren comenzar con el debate intelectual. ¿Por qué esta vía?
Ginés Marco (G.M.) Porque la sociedad europea está anestesiada. Como hay mucha gente a la que llegar y formar, queremos que quienes manejan los hilos intelectuales de Europa lleguen a penetrar en todas las terminales de influencia en estos momentos tan necesarias en el ámbito en los medios de comunicación, en el tejido asociativo, parlamentario…
Quienes suscribimos el manifiesto estamos convencidos de la necesidad de formar culturalmente a nuestra sociedad. Nos interesa la política e influir, pero, sobre todo, buscamos transformar una mentalidad que se ha ido afincando en el Viejo Continente basada en el relativismo cultural y en el subjetivismo ético.
Justo Aznar (J.A.) Por ejemplo, en nuestro país hace ya cuarenta años que se fundó la Federación Española para la Defensa de la Vida. Puede pensarse que no ha cumplido sus objetivos porque sigue habiendo abortos; de hecho, en España, en el último año, se han perdido 109.000 vidas por esta lacra, el mayor mal moral que sacude nuestra sociedad, como decía Julián Marías.
En este sentido, parecen necesarias no solamente acciones como ayudar a las mujeres embarazadas sino ir a las raíces del problema: la mentalidad europea. Y no solamente para combatir el aborto tradicional, sino muchísimas técnicas que hoy se practican desde la biomedicina que terminan con vidas humanas en la procreación asistida, en la clonación o en la manipulación embrionaria.
Sin embargo, está muy arraigada la consideración del aborto como un derecho de la mujer; de hecho, no está resuelto su conflicto jurídico con el derecho a la vida.
J.A. No hay ningún derecho que pueda conculcar el derecho al nacimiento que tiene cualquier ser humano. Este derecho es prioritario.
Por eso, desde esta plataforma hay que dar fundamentación y difundir de la manera más convincente la idea de que el derecho al aborto no existe, lo que existe es el derecho a la vida. Hay que lograr que el derecho a la muerte se convierta en un derecho a la vida.
G.M. Tenemos un eclipse en la ley natural, que ha sido la referencia metajurídica por excelencia y ha alumbrado la elaboración de códigos normativos de ámbito transnacional. Está sufriendo un retroceso en la opinión pública y en la reflexión filosófica y estamos asistiendo a una positivización a ultranza de los llamados derechos fundamentales.
¿Y cual es el problema? Que en el momento en que incorporamos nuevos derechos a los que catalogamos como fundamentales aparece el conflicto.
Es propio de la modernidad que existan conflictos de derechos pero en el fondo es porque existe un eclipse ético y el Derecho no nos va a resolver eso. Más bien, lo que procura el derecho es garantizar unos criterios mínimos de convivencia.
Pero si no tenemos un rearme ético sólido no estamos en condiciones de interpretar la letra del Derecho y, como es natural, no estaremos en condiciones de hacer un juicio ponderativo correcto.
Así pues, One of Us no es una entidad pseudopolítica que intenta colarse en el debate público ni tampoco una plataforma confesional aunque haya una mayoría católica entre sus integrantes. ¿En qué se fundamenta?
G.M. Tiene como grandes fuentes de conocimiento la filosofía griega nacida en Sócrates, el Derecho romano y las grandes religiones monoteístas, en particular el judaísmo y el cristianismo.
Así, el objetivo no es otro que influir en las conciencias en un momento de adormecimiento cultural a gran escala en la defensa de aquello que realmente nos debería unir, esto es, la defensa de la vida humana desde el instante de la concepción hasta su muerte natural.
J.A. Hay también una fundamentación científica objetiva, que no tiene nada que ver con la práctica religiosa de las personas que la defienden.
La verdad científica está al margen y supera las creencias de las gentes que la viven, y realmente hoy tenemos la suerte en ese aspecto de que la ciencia apoya la mayoría, por no decir todas, las verdades que se defienden en esta plataforma.
La ciencia apoya que la vida empieza con la concepción, que un feto dieciocho semanas sufre, que hay medios actuales para que todos los embarazos puedan llegar a término, que hay cuidados paliativos para que los enfermos terminales no tengan dolor, que se pueden hacer experiencias de renovación de órganos con células madre adultas y no embrionarias…. La ciencia defiende nuestras ideas.