“Sé que no será fácil, pero no perdamos la alegría y no os separéis nunca de Dios. Quiero que nos juntemos de nuevo en el cielo; yo, mientras, estaré con mis otros hermanos. Mamá, sé que Dios existe porque estoy muy tranquilo, porque no tengo miedo”. Con esta paz y ese deseo compartido con su madre ha afrontado su muerte Jorge Ribera Sempere, alumno de la Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación, quien luchó durante más de diez años contra la leucemia.

La parroquia valenciana de San José María Escrivá se colmó de familiares, amigos y compañeros el día de su funeral, como hoy la capilla de la sede de Edetania. Y es que Universidad Católica de Valencia (UCV) ha querido celebrar la santa misa en memoria agradecida a Dios por la vida y la muerte tan fértiles de este alumno, que ha llenado a toda la comunidad universitaria de esperanza. Parece que la leucemia le ha vencido, pero sólo en apariencia, pues su enfermedad y su muerte están resultando una auténtica fuente de vida.

Ha presidido la celebración el Capellán Mayor de la UCV, Vicente Ferrer, quien ha afirmado que “Dios existe en la figura de Jorge. Esto hay que contarlo, porque el mundo, los jóvenes, necesitan y está vacío de ese Dios que tanto llenó a Jorge en su momento de cruz. Tenemos que comunicar que Dios existe desde las personas, desde la forma de vivir, incluso desde la forma de sufrir”.

“Cuando nos encontremos por el camino a muchísimas personas que se apartan de la fe porque han tenido un desengaño, un sufrimiento, una muerte, tenemos que presentarles a Jorge, que murió en gracia de Dios, feliz y contento, porque se iba a encontrar con Dios Padre”, ha expresado.

“¡Claro que tenía sentimientos y no quería apartarse de su familia! Pero sabía que por encima estaba Dios y que, estando con Dios, iba a estar más fuertemente con sus padres, hermanos, amigos. Jorge nos está esperando en el cielo; nos está preparando ya el banquete en esa fiesta eterna que es la Resurrección del Señor”, ha asegurado Ferrer.

Durante la homilía, el capellán de la sede de Edetania, Raúl Navarro, ha expresado que “Jorge cultivó la amistad con Dios durante toda su vida, compartió la alegría de vivir, la intimidad de la comunión, la misericordia del perdón y el sufrimiento en la cruz?”.

“¿Por qué una persona tiene que sufrir tanto?”, ha interpelado el capellán. “La respuesta no existe, pero una que me convence es de un escritor cristiano, Paul Claudel, que decía ‘Dios en Cristo no ha venido a explicar el sufrimiento sino a llenarlo con su presencia’. ¿Dónde está Dios cuando sufrimos? A nuestro lado, en la cruz, compartiendo con nosotros ese sufrimiento. Y eso es mucho. Es mucho caminar acompañado de Dios. Por eso Jorge animaba, no perdía la sonrisa, invitaba a no vivir con tristeza, sino con fuerza, la vida”.

La Decana de la Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación, Mª Consolación Isart, ha recordado antes de la misa cuando los profesores iban a visitarle o hablaban con Jorge por teléfono. “Siempre te preguntaba por ti, por los demás. Parece que buscaba hacer felices a los otros. Creo que este chico se merecería un honoris causa post mortem, porque lo hemos visto consumado maestro antes de acabar la titulación”.

Descansa en paz, maestro.