Juan Antonio Marín, profesor de la Universitat Politècnica de València (UPV), ha pronunciado una conferencia en la primera sesión de las Jornadas de Investigación en Educación Secundaria, que organiza el Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas de la Universidad Católica de Valencia (UCV).

En su intervención, Marín ha reivindicado la docencia “basada en evidencia”, alegando que ser profesor “compromete al profesional a investigar sobre su actividad en el aula y los resultados de la misma para mejorar continuamente los resultados de aprendizaje de sus alumnos”.

“Llevo más de veinte años haciendo esto en mi labor como profesor y cada año mejora mi docencia: mis alumnos aprenden mejor gracias a la reflexión continua que hago. Pero este trabajo no solo ayuda a los estudiantes, también te motiva mucho como docente; hace que te mantengas ilusionado por tu trabajo”, ha aseverado Marín.

De igual modo, el profesor de la UPV ha remarcado que la reflexión continua “transforma las dificultades del docente en retos”, por lo que es “una vacuna contra la desmotivación y la desesperación antes situaciones complejas”. Además, los resultados de esa investigación “ayudan a otros compañeros profesores en su tarea”.

“Es cierto que hay profesionales en la educación preuniversitaria que están trabajando mucho en esta decisiva introspección sobre la propia labor docente pero aún hay un camino muy largo por recorrer; tanto en la reflexión continua como en la difusión y publicación de sus resultados. Lo aprendido no puede quedarse entre los que están atajando este asunto, sino que debe trascender ese círculo y generar un debate en la comunidad profesoral. Así surgirán nuevas ideas y otras personas podrán avanzar conociendo lo que ya se ha descubierto”, ha subrayado.

CLAVES DE LA LABOR REFLEXIVA SOBRE LA PROPIA DOCENCIA

Las tareas clave de la dinámica reflexiva propuesta por Marín son el análisis sistemático de los datos y las “reacciones” de los estudiantes al modo de dar clase del propio docente; la formación sobre las “herramientas clásicas” que funcionan en el aula y la actualización sobre las “nuevas tendencias”. Pero lo más importante es, en opinión del profesor de la UPV, “realizar “proyectos de investigación acerca del trabajo en el aula”.

“Los maestros y profesores de Secundaria, Bachillerato o Ciclos Formativos no están tan habituados a la metodología de investigación, aunque creo que ya se empieza a trabajar en el Máster de Secundaria. Para los profesores universitarios la investigación forma parte de nuestro trabajo diario, pero esto puede hacerlo cualquiera con cierta formación”, ha aducido.

Así, “no hay más que seguir el método científico con rigor: plantear y definir las preguntas que se quiere resolver; comprobar que esas preguntas son pertinentes; saber qué han reflexionado, experimentado y escrito otros antes sobre esos temas; y, a partir de ahí, plantear un diseño de investigación que permita responder a las dudas aún no resueltas”.

“Con un doctorado o una experiencia de investigación, has adquirido las competencias necesarias para abordar esta tarea de forma más o menos autónoma. De no ser así, quizás lo mejor es colaborar con gente que ya haya hecho algo de camino en este ámbito, porque no se trata tanto de reflexionar sobre lo que uno hace en el aula sino de que esa reflexión sea sistemática. Eso es lo que permite que estemos construyendo evidencia”, ha recomendado.

En opinión de Marín, “guiado por alguien con experiencia” los docentes pueden constituir “comunidades de aprendizaje” en las que avanzar por dicha senda “sin ir perdidos” y estar “acompañados” en el proceso, “lo que fomenta el compromiso para seguir haciéndolo y que sea más fácil superar los obstáculos que seguro se presentarán. Entre todos es más sencillo resolver problemas”.