Guillermo Prats, socio de Improven, ha impartido un webinar en INEDE Business School de la Universidad Católica de Valencia (UCV) en el que ha reconocido que “vamos hacia un contexto de incertidumbre en el impacto de la crisis, tanto en intensidad como en tiempo, lo que obligará a las empresas a ser mucho más flexibles y adaptables”.

Se desconocen aún las consecuencias económicas del estado de alarma y el momento en que la economía recuperará la cadencia anterior a la pandemia. Por ello, la consultora industrial valenciana considera que la manera óptima de enfrentarse a esta inquietud es “estar continuamente tomando la temperatura” de la situación.

Esto se traduce en que el foco de las empresas pase del medio y largo plazo a la constante toma de decisiones para conocer el impacto real de la crisis en la empresa, principalmente en tres grandes puntos: tendencias y necesidades de los clientes, salud de la empresa y realidad de mercado.

De este modo, “hay que evaluar y estudiar las tendencias del consumidor y las nuevas tendencias sociales y necesidades de gestión del día a día, la salud financiera esencialmente a nivel de caja, así como el volumen de pedidos, las acciones de la competencia y qué ocurre a nivel de precios en el mercado, entre otras variables”, ha detallado Prats.

“Hemos de conocer dónde estamos en cada una de estas áreas para saber qué acciones hemos de tomar. Hay empresas a las que les va a ir muy bien y van a tener que tomar decisiones enfocadas al crecimiento; en ese sentido, será necesario revisar la segmentación de los nuevos y antiguos clientes porque habrán cambiado sus necesidades, sus motivaciones y sus prioridades y deberemos reajustar nuestra propuesta de valor para acertar con ellos”, ha añadido.

“Otras van a tener que tomar decisiones de ajuste limitado que les permita asegurar o no perder su rentabilidad. Asimismo, tememos que hay otras que van a tener que optimizar mucho sus costes, tomar decisiones duras sobre unidades de negocio (clientes, delegaciones, almacenes…) de dudosa viabilidad. Dentro de estas decisiones están desde la priorización de los clientes que más valor aportan a la empresa, la gestión óptima de la gama de producto, asegurar la cadena de suministro, y también la adecuación de los costes generales”.

En el caso de Improven, desde que comenzara la crisis sanitaria por el coronavirus, se ha desarrollado un plan de contingencia para la propia consultora, especializada en ayudar a compañías del sector industrial a superar situaciones de dificultad, así como a mejorar y potenciar su organización y productividad.

Además, de cara a los clientes, lanzaron una web específica con un plan de contingencia ante el Covid-19, de tal forma que desde la primera semana han ofrecido un webinar semanal con las diferentes etapas a la hora de ejecutar un plan, que pasa por la reestructuración costes, financiación, el foco en el 'core business' y la búsqueda de nuevas oportunidades.