La Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado la Jornada Derechos Humanos: delitos de odio y justicia restaurativa, el día que se conmemora el 73º Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1948. Así, en la inauguración, la presidenta de la Audiencia Provincial de Valencia, Esther Rojo, se ha referido a los dos primeros artículos de dicho texto para recordar que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamadas en esta declaración sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o cualquier otra índole origen nacional o social posición económica nacimiento o cualquier otra condición. Esto sigue siendo hoy igual de pertinente”, ha subrayado.

“La extraordinaria visión y determinación de sus autores se plasmó en un documento en el que, por primera vez, se expresaron claramente los derechos y las libertades inalienables de todo ser humano. Ciertamente, la adopción de esta Declaración no puso fin a los abusos contra los derechos humanos, pero se han conseguido éxitos importantes, se han  prevenido infracciones, se han logrado importantes avances frente a la tortura, el encarcelamiento injustificado, la ejecución sumaria, que aún se sigue practicando en determinados países; la desaparición forzosa también de plena actualidad, la persecución y la discriminación injusta, así como se garantizó el acceso educativo a la educación muchas niñas a día de hoy siguen sin tener derecho a la escolarización en determinados países. Se garantizó también el acceso equitativo a las oportunidades económicas unos recursos adecuados y la atención sanitaria”, ha detallado.

En este sentido, la jurista ha reconocido los delitos del odio como “un quebranto de los derechos humanos y libertades, en los que la víctima elegida no es una víctima al azar, sino que, por razón de su orientación sexual, de su raza u opiniones religiosas”, ha lamentado Rojo.

En este en este contexto se instaura la justicia restaurativa, “un nuevo paradigma, que nace con el propósito de restañar las heridas morales y materiales que causa el delito y resolver el conflicto humano que se desencadena. Nuevo, sí, porque los que nos dedicamos a la justicia penal desde hace mucho tiempo somos conscientes que el proceso penal es un ámbito bastante ajeno hasta ahora a fórmulas autocompositivas de resolución del conflicto”.

Para poner en valor esta fórmula jurídica, la presidenta de la Audiencia Provincial ha destacado que se trata de “una opción por el diálogo, por la palabra, y la palabra es la que nos hace humanos y nos da posibilidad de llegar a acuerdos. También es una apuesta por la verdad, porque parte del reconocimiento voluntario por parte del victimario de lo que ha hecho”. Asimismo, “es también una apuesta por la reparación de la víctima: pone a la víctima en el centro y el victimario tiene que hacerse responsable de lo que ha hecho y asumir sus consecuencias, pues sólo asumiendo sus consecuencias conseguirá la reparación efectiva de la víctima”, ha afirmado.

Tomás Hernández Villazala: “Tras el parón de 2020 por la pandemia, los delitos de odios han seguido aumentando en 2021”

Por su parte, el jefe de la Oficina Nacional de Lucha Contra los Delitos de Odio del Ministerio del Interior, Tomás Fernández Villazala, ha asegurado que, “tras el parón de 2020 por la menor interacción social a causa de la pandemia, los delitos de odios han seguido aumentando en 2021, siguiendo la tendencia de 2019, según datos del primer semestre de este año. Desde que tenemos estadísticas sobre estos delitos a nivel nacional en 2013, las denuncias por estas infracciones han ido creciendo”.

“Hemos de proteger los derechos humanos persiguiendo los delitos de odio, que van en contra de la dignidad de la persona. Para ello hemos de identificar este tipo de delitos, diseminados por el Código Penal, pero con un eje común: los prejuicios ante determinados colectivos. En este Día de los Derechos Humanos tenemos que concienciarnos acerca de esta materia”, ha aseverado.

Según una encuesta realizada recientemente desde el Ministerio, se ha corroborado que existe mucha “infradenuncia” en este ámbito delictivo, ha apuntado: “Muchas veces las víctimas normalizan estas situaciones por desconocimiento de lo que es un delito de odio. Pero estamos consiguiendo que cada vez se conozcan más estos delitos y las víctimas se animen a denunciar”.

Erica García Gumbau: "El objetivo es restaurar las familias y la sanación del tejido social”

El acto ha contado con la participación de Erica García Gumbau, fundadora y presidenta de la Asociación Valenciana de Justicia Restaurativa (AVAJURES) quien ha destacado que el paradigma de la justicia restaurativa se fundamenta en “el derecho natural, los derechos humanos y la justicia bíblica”.

Así, ha destacado los beneficios de esta práctica que, “sobre todo, promueve proyectos con la Policía Nacional respecto a delitos de odio, voluntariado, programas de actuación social y programas de salud mental. El objetivo es que sirva también para restaurar la familia, la resolución y restauración pacífica del conflicto, la sanación de todas las partes implicadas en él. Ello implica que se desarrollen modelos sanos de convivencia y comunicación”, ha detallado.

“A nivel de derecho comparado se está trabajando el tema de la mediación, pero hay muchas herramientas y proyectos piloto que se pueden llevar a cabo para implementarla. Aún hay camino por recorrer, pues falta implementar realmente estos proyectos; lo primero es sentar las bases epistemológicas”, ha expresado García Gumbau.

Vicente Fontestad: “Fratelli tutti del papa Francisco nos marca el camino”

En la jornada ha intervenido también el vicario general del Arzobispado de Valencia, Vicente Fontestad, para incidir en que “los derechos humanos nos han hecho mejores personas y mejor sociedad, pero no podemos quedarnos solamente en eso, sino que estamos llamados a algo más: la fraternidad”. En este sentido, ha remitido a la exhortación del Papa, Fratelli tutti, “donde se nos marca ese camino: qué lejos están los delitos de odio de lo que es la fraternidad. Estamos a punto de celebrar que la Palabra se hizo carne, que es Dios. La palabra humana puede ser un camino para ir aproximándonos unos a otros, comunicarnos, querernos, cuidarnos”, ha concluido.

Derechos humanos, delitos de odio y cultura de la paz

La jornada, que ha tenido lugar en el Campus de Valencia-San Juan y San Vicente, ha contado con otros especialistas en derechos humanos como la directora del Máster Universitario en Victimología y Justicia Penal y Coordinadora del Grado de Criminología de la UCV, Silvia Sempere; y el decano de la Facultad de Filosofía, Ciencias y Humanidades de la UCV, Ginés Marco.

En la sesión ha tenido lugar la mesa redonda ‘Derechos humanos y delitos de odio’ en la que han participado la jefa del Servicio de gestión de penas y medidas alternativas de Valencia, Isabel Ibáñez; la presidenta de la Asociación Profesional de Criminología de la Comunidad Valenciana, Amparo Peris; y el fundador y presidente de la Fundación de Victimología, Emilio García Mercader.

Asimismo, han debatido sobre la cultura de la paz y la justicia restaurativa la propia García Gumbau; la investigadora de la Universidad de la Plata (Argentina) Lorena Elizalde; el abogado mexicano José Luis Rodríguez; así como el jurista Olmer Vidales, colaborador de Avajures. Han moderado las mesas los profesores Mar Aranda y Juan Carlos Vegas.

Han clausurado el acto el magistrado decano de los Juzgados de Valencia, César Calvé; la decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de la UCV, Nuria Martínez; y García Gumbau.