La Facultad de Psicología de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado en el Campus de Edetania-Burjassot Padre Jofré la Jornada ‘Violencia sobre la mujer: miradas profesionales’, en la que han intervenido la magistrada juez del Juzgado de Violencia sobre la mujer número tres de Valencia, Herminia Rangel; la decana de Psicología, María José Beneyto; y el criminólogo de la UCV Adrián Jiménez Ribera.

En su intervención, Rangel ha considerado “insuficientes” los recursos dedicados por las distintas administraciones a la lucha contra la violencia sobre la mujer: “Se necesita mucha más ayuda psicológica para las víctimas y sus hijos, y apoyar a la mujer que sufre violencia para que se incorpore al mundo laboral; la independencia económica y trabajar le pueden ayudar a salir de la situación que vive y a superar sus secuelas”.

La jueza valenciana ha asegurado que también hay que invertir más “en la reeducación de los maltratadores”. Para Rangel “acordar alejamientos o imponer penas son medidas necesarias pero no suficientes”, pues solo con ellas “no se consigue reeducarlo para que no repita los mismos comportamientos en el futuro”. Así, los maltratadores necesitan terapias y formación “para aprender a tratar a la mujer desde el amor, la libertad y la dignidad”.

En opinión de esta magistrada se está trabajando “mucho” en la lucha contra la violencia sobre la mujer pero debería trabajarse más “en la prevención y la educación, en transmitir a los jóvenes y a la sociedad, en general, valores esenciales en la vida que ahora se están perdiendo, como el respeto o la dignidad. En ese sentido, Rangel ha llamado la atención sobre el hecho de que tras 15 años de la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género, la edad de las víctimas “es cada vez menor”.

“Hablo de adolescentes con una concepción equivocada del amor que no son conscientes de lo que sufren, que permiten que su pareja les controle, domine, falte a su respeto, e incluso les agreda. Por eso, si queremos terminar con esta lacra hemos de prevenir y educar; y hemos de hacerlo todos juntos, con el hombre y no contra el hombre”, ha aseverado.

LAS CIFRAS DE MALTRATO Y LAS  SENTENCIAS CONDENATORIAS SIGUEN AUMENTANDO

Por su parte, la decana de Psicología ha subrayado tras veinte años de la onomástica de este día internacional, y a pesar de los esfuerzos realizados, “las cifras de mujeres que viven, sufren y soportan la violencia siguen siendo aterradoras”; en España, a fecha 30 de octubre del presente año “ya hay 51 mujeres que han fallecido a manos de sus parejas, cinco más que en octubre de 2018, siete más que en 2017 y once más que en 2016”. Además, “las sentencias condenatorias, así como las denuncias relacionadas con esta causa han aumentado en 2019”.

“Desde la perspectiva de la psicología podemos y tenemos mucho que aportar, en la prevención, en la evaluación y la intervención tanto con las mujeres víctimas, como con los maltratadores. La psicología quiere dar respuesta en todos estos ámbitos, pero sabemos que la prevención, debiera ser el objetivo principal, por encima de todos”, ha remarcado. 

Cada vez existen más modelos explicativos psicológicos que ayudan a entender “por qué la mujer tiene dificultades para hacer frente a este grave problema, por qué se ve inmersa en un proceso de tan difícil salida, por qué el efecto devastador del maltrato la vulnera y, en muchas ocasiones, la anula”; pero también se están obteniendo resultados significativos de la efectividad del tratamiento con maltratadores: “Romper el ciclo de la violencia requiere trabajar tanto con las mujeres víctimas como con los maltratadores”.

EL CRIMINÓLOGO POSEE UNA VISIÓN “HOLÍSTICA” ANTE UN CASO DE MALTRATO

En su intervención en el acto, Jiménez Ribera ha lamentado que exista la creencia de que un psicólogo “puede ejercer la labor de un criminólogo”. Para este experto, el psicólogo posee un conocimiento “especializado” mientras que el criminólogo tiene un conocimiento “práctico” sobre otras áreas: “Ambos profesionales deben retroalimentarse entre apoyarse para alcanzar soluciones mucho más prácticas y precisas ante la situación de una mujer maltratada”.

“El psicólogo tiene una formación específica en psicopatología, psicología evolutiva o biológica, en los elementos de la personalidad que pueden haber intervenido en la agresión; pero el criminólogo es conocedor de más ámbitos que afectan a las situaciones de maltrato y puede aportar estrategias más prácticas de intervención, como medidas de seguridad preventivas o diseño de pequeñas infraestructuras para actuar antes o después de un maltrato”, ha explicado.

Para Jiménez Ribera el criminólogo posee “una visión de conjunto, holística”. Tiene conocimientos de sociología o derecho “que le permiten saber cómo funciona la ley, qué medidas pueden adoptarse, cómo se puede intervenir o cuáles son los factores sociales implicados”.