La pandemia y sus consecuencias temporales (Francisco A. Cardells, Valencia Plaza)
Noticia publicada el
jueves, 6 de mayo de 2021
Parece que todos vivíamos como si nada fuera a cambiar, con cálculos materiales en una sociedad donde las ocupaciones eran preocupaciones y el cortoplacismo dominaba en un lapso temporal fragmentado. Pero como dice el refranero valenciano Quan Deu vol, sense núvols plou. Y de pronto el tiempo dio un vuelco inesperado y se expansionó. Una enfermedad denominada coronavirus covid 19 desarrolló una virulencia desatada que ha sesgado 3 millones de vidas en 12 meses, trastocado las fronteras políticas, revisado criterios estratégicos y desdibujados hábitos arraigados durante siglos, haciéndonos sentir vulnerables como no lo habíamos sido desde hacía casi tres generaciones.
En vísperas de la llegada de la enfermedad parecía que ya no nos acordábamos de los tiempos del pasado. Los ciclos agrarios tradicionales, las horas monásticas marcadas por las campanas, el orden castrense de los cuarteles, los calendarios civiles basados en la traslación y los litúrgicos de la iglesia,… hasta los ritmos circadianos querían superarse estirando la jornada hasta altas horas con fiestas. Sin embargo, con la pandemia se ha retornado al ámbito rural, se ha hecho silencio al detenerse el tráfico, la naturaleza se ha extendido y el cielo es más luminoso por la reducción de los contaminantes vuelos aéreos. Hasta el toque de queda, algo de connotación marcial, hizo que las personas durmieran de noche.
El tiempo, su cómputo, vigencia y representación, más allá de ser un elemento auxiliar de la historia, la filosofía, la física, … es clave en la comprensión del autoconocimiento de la vida humana. El próximo VI encuentro del CUHC que celebramos en la Universidad Católica deValencia revisa el concepto del tiempo y su aplicación de forma profunda atendiendo a sus códigos, origen, secuenciación y futuro,culminando con la presentación de la obra interuniversitaria colectiva e inédita Tiempo e historia: identidad y manifestaciones.
El tiempo dispone de una carga simbólica, el significado de un tiempo de pandemia en la humanidad,su lenguaje de clausura y cuarentena, la austeridad del encierro,ritmos más pautados e interiorización. Otra enseñanza es el origen, la búsqueda de las razones que las comunidades han dado alas grandes epidemias, de carácter religioso (pecado) o médico(enfermedad) cuando no asociados ambos elementos. En Valencia las rogativas a los monasterios de Sant Vicent de la Roqueta y dela Trinitat del Camino de Alboraya eran los centros espirituales para luchar contra estas calamidades.
En tercer lugar, la memoria nos dicta que se ha hecho en otros casos, cómo nos comportamos ante la peste negra, el cólera o la reciente y mal llamada gripe española.Refrescamos esa memoria y recuperamos la misma fórmula de siniestras máscaras de pico en versión moderna y de cuarentenas sin murallas ni aspersiones.
Y en cuarto lugar el futuro, el interrogante de saber que ocurre en nuestro horizonte. Si bien hablábamos de transhumanismo, de tecnología de información convergente, de producción en 3 D, ahora el contexto ha cambiado.Las circunstancias actuales han puesto en el orden del día el síndrome de la cabaña, el de Houdini, la hafefobia, el perfeccionamiento disfuncional, la dependencia informativa telemática, el recelo al otro … en definitiva unos nuevos hábitos que trastocan el comportamiento social y afectivo con natural del ser humano.
El tiempo, representado por nuestra mitología clásica como la divinidad de Cronos griego o Saturno romano, corta con la hoz su pasado (castrando a su padre) ydevora su futuro (comiendo a sus hijos) para tener un presente tambaleante y titubeante, sin raíces ni porvenir. Quizá el miedo aun tiempo mediocre y corto impide aspirar a una expectativa que dé sentido a nuestro presente y nos abra a una esperanza más allá de los reveses y limitaciones. La opción de un tiempo limitado donde puede escapar el virus ciclópeo de las profundidades del Tártaro atemoriza a una sociedad enferma.
Cabrá recordar que las otras grandes epidemias de la historia cambiaron los tiempos, así la peste de Justiniano clausuró el Imperio Romano e inició la edad media; la peste negra acabó con este periodo e inició el siglo XV como antesala de un Renacimiento; la viruela anunció igualmente el periodo de la modernidad en el XVIII y finalmente tras la mal llamada gripe española se inició la etapa contemporánea del siglo XX. ¿Qué supondrá para el tiempo el covid19? Nosotros daremos la respuesta con la mirada puesta en el futuro.