El fomento de la práctica regular de ejercicio físico y deportivo desde la infancia “puede contribuir a la mejora del funcionamiento cognitivo" y al funcionamiento de las “redes atencionales”, de forma más concreta.

Esta es una de las principales conclusiones de una investigación elaborada por Consuelo Moratal Lull, decana de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir.

Las funciones cognitivas son los procesos mentales que permiten al individuo llevar a cabo cualquier tarea. Hacen posible que el sujeto tenga un papel activo en los procesos de recepción, selección, transformación, almacenamiento, elaboración y recuperación de la información, lo que le permite desenvolverse en el mundo que le rodea.

De esta forma, Moratal ha constatado, a través de diferentes estudios experimentales, que no en todos los grupos de edad la práctica sistemática de ejercicio “modula del mismo modo las redes atencionales de alerta, orientación exógena y control ejecutivo".

Así, en un primer estudio llevado a cabo con niños de entre 10 y 12 años, Moratal ha mostrado que el desarrollo psicoevolutivo vinculado al crecimiento “parece provocar un aumento de la velocidad de respuesta, sin afectar a su precisión". Además, también ha comprobado que se reduce el “efecto de alerta” en los niños mayores.

En otro de los estudios Moratal advierte “no se observa que la práctica sistemática module ni la velocidad ni la precisión de la respuesta en adultos jóvenes ni en mayores de 60 años”, además de observarse que “los índices de vigilancia disminuyeron en los adultos mayores en comparación con los adultos jóvenes”.

LA PRÁCTICA HABITUAL DE EJERCICIO MEJORA LA CONDICION CARDIOVASCULAR

Por otra parte, la práctica habitual de ejercicio así como un mayor volumen de ella “mejoran la condición cardiovascular evaluada en términos de variabilidad de la frecuencia cardiaca (VFC)”. Sin embargo, “la VFC no parece influir sobre el rendimiento atencional de los adultos en velocidad de respuesta, aunque sí se relaciona de forma positiva con la precisión de la respuesta en los mayores de 60 años”.

De esta forma, entre otras conclusiones, la profesora ha comprobado que con la edad se modula la velocidad y la precisión de la respuesta, siendo “los adultos jóvenes los más rápidos y precisos en sus respuestas, mientras que los adultos mayores fueron más lentos y los niños quienes más errores cometieron”, ha indicado.

Finalmente, la investigadora ha detallado que la modulación de la práctica sistemática de ejercicio físico y deportivo sobre el funcionamiento atencional “puede deberse tanto a la condición cardiovascular como a las habilidades cognitivas inherentes al entrenamiento”, por lo que anima a seguir investigando en este sentido para poder discernir entre sus posibles causas.

Esta investigación de la profesora Moratal forma parte de la tesis “Efectos de la práctica del ejercicio físico deportivo sobre las redes atencionales en diferentes grupos de edad”, dirigida por los doctores Florentino Huertas y Juan Lupiáñez.

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