La profesora de la Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación de la Universidad Católica de Valencia (UCV) Raquel Blave ha sido elegida vicepresidenta de la Asociación Comenius, una red internacional de instituciones europeas de educación superior cuya meta principal es promover el desarrollo de competencias interculturales en la formación de los maestros y educadores sociales europeos.

Ante su nombramiento en esta asociación internacional de alto prestigio en la formación de docentes y educadores, Blave asegura sentirse “muy honrada e ilusionada”.

En primer lugar, felicidades por su elección como vicepresidenta de la Asociación Comenius. ¿Podría especificarnos de manera concreta cuál es la misión y la razón de ser de esta asociación?

Según el artículo 3 de los estatutos de la Asociación, su misión es promover la dimensión intercultural en la educación mediante cooperación internacional, proyectos y formación conjunta. Buscamos que nuestros futuros maestros sean conscientes de que todos somos iguales, sin importar dónde hayamos nacido. Deseamos que se den cuenta de que lo que más nos une son, precisamente, nuestras diferencias.

¿Qué tiene esta asociación que le ha hecho no sólo formar parte de ella, sino además implicarte hasta el punto de haberse presentado a sus recientes elecciones?

Comenius es una heterogénea familia formada por profesores de diferentes facultades de Educación provenientes de más de una docena de países europeos. Todos somos total y absolutamente diferentes, pero compartimos la misma idea: a través de la educación se puede lograr una importante, y necesaria, transformación social.

Dos veces al año, salvo, obviamente, en esta época de pandemia, nos reunimos para trabajar juntos de manera intensiva durante cuatro o cinco días y profundizar, por ejemplo, en cómo promover la internacionalización dentro de nuestras propias instituciones; animar a nuestros estudiantes, y compañeros docentes, a que vivan una experiencia de movilidad Erasmus; pero, sobre todo, estas reuniones nos reafirman en lo enriquecedora, y necesaria que resulta la interculturalidad, especialmente en estos momentos de crisis para Europa a causa del Brexit.

¿Qué supone personal y profesionalmente para ti haber sido nombrada vicepresidenta de la Asociación Comenius?

Haber sido elegida vicepresidenta es para mí un honor, aún más teniendo en cuenta que Joan Maria Senent, profesor de nuestra Facultad, fue uno de sus miembros fundadores. Mi trayectoria profesional siempre ha estado vinculada a la internacionalización, por lo que me considero verdaderamente privilegiada al ocupar este cargo. Es una gran responsabilidad y espero estar a la altura de la confianza en mí depositada.

¿Cree que la UCV forma también a su alumnado en las competencias que impulsa esta asociación?

Una de las asignaturas básicas de primer curso en nuestros grados de Educación Infantil, Educación Primaria, y Educación Social es, precisamente, Sociedad y Educación Intercultural, lo que responde perfectamente al tipo de formación que se potencia desde la Asociación Comenius.

Los valores que se promueven desde la Escuela de Voluntariado y Acción Social de la UCV están también en perfecta sintonía con los de la Asociación; así como las prácticas internacionales de Educación Social en la Amazonía; las prácticas internacionales promovidas por el Instituto Calasanz en la República Dominicana para Educación Infantil y Primaria; las movilidades Erasmus en todas sus titulaciones; el Instituto Europeo de Educación para una Cultura Democrática, de reciente creación por parte de mi compañera Tamar Shuali; y tantas otras actividades que se organizan en la UCV.

¿En qué punto se encuentran las Facultades de Magisterio y Educación Social españolas en la consecución de ese objetivo de adquisición de competencias interculturales por parte de sus estudiantes?

La Asociación Comenius se fundó en 1988. Mucho ha llovido desde entonces, pero toda esa lluvia ha ido calando y ha conseguido, entre otras cosas, que las cifras de movilidad internacional hayan subido en todas nuestras facultades. Nuestros estudiantes tienen cada vez más ganas de salir de España, estudiar en Europa y aprender cómo se hacen las cosas en otros países.

Son muy conscientes de que su futura práctica profesional resultará profundamente enriquecida al vivir en primera persona una experiencia Erasmus. No solo eso, también saben que las movilidades internacionales suponen un punto a su favor a la hora de encontrar empleo. Es cierto que todavía podemos seguir mejorando, por ejemplo, incorporando a nuestros planes de estudio cada vez más asignaturas cuya lengua vehicular sea el inglés, y lo haremos, pero no es menos cierto que vamos por el buen camino.