La vicepresidenta de la Sociedad Española de Tartamudez, Yolanda Sala Pastor, ha reivindicado en la Universidad Católica de Valencia (UCV) “una nueva concepción y tratamiento de la tartamudez”, que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a un 1% de la población adulta y a un 5% de tartamudez infantil. 

Igualmente, ha agradecido que la UCV “impulse la especialización desde la evidencia científica, pues el logopeda es el profesional que mejor puede ayudar desde la infancia hasta la edad adulta con un tratamiento interdisciplinar a tener un habla más cómoda, una comunicación más funcional. Estamos tejiendo una red de profesionales de confianza donde motivamos al logopeda, porque en los planes de estudio -exceptuando esta universidad, que es pionera en introducir más horas en el plan de estudios- apenas de aborda la tartamudez”, ha añadido la ponente.

Sala Pastor ha participado en la jornada de la Facultad de Psicología ‘Darle la vuelta a la tartamudez’, celebrada con motivo del próximo Día Internacional de este trastorno del habla para reivindicar “que los futuros profesionales se relacionen con esta disfemia mediante evidencias clínicas, desde el rigor y también desde la empatía, porque somos personas que la sufrimos quienes vamos a estar aquí encima del escenario”, ha expresado.

Durante su intervención, Sala también ha compartido las líneas de trabajo que desarrollan desde su Fundación. “Hay una campaña para la inserción de las personas con tartamudez para eliminar barreras y prejuicios en los procesos de selección de personal. Otra línea que tenemos muy clara es la detección precoz, es decir, trabajamos para que profesionales, pediatras, educadores y familias se sumen a la detección precoz, pues cuanto más primario sea el cuadro, más fácil es intervenir y dar herramientas al niño para que la tartamudez no impacte tanto en su vida diaria”.

José Francisco Cervera: “Podemos conseguir cambios significativos en la vida de las personas con tartamudez si las entendemos y sabemos cómo ayudarles”

En la jornada ha intervenido el vicedecano de Logopedia, José Francisco Cervera, quien ha asegurado que “podemos conseguir cambios significativos en la vida de las personas con tartamudez si las entendemos y sabemos cómo ayudarles”. Además, ha incidido en el hecho de que “no es una patología sino una forma de ser normal”.

Así, la tartamudez “no se trata de un trastorno psicológico sino de una dificultad de la coordinación motora de habla, que se conecta con otras áreas de procesamiento de la información relativas a las emociones, de forma que hay una conexión especial entre cuando uno habla y la emoción que desencadena”.

Sin embargo, aunque “son personas perfectamente capaces cognitiva y socialmente”, las personas que tartamudean “sufren mucho en esta sociedad”. Por ello, “los logopedas les ayudamos a controlar el habla, a ser capaces de tener una fluencia mayor así como en su proceso de superación del problema, que implica asumir que la tartamudez es algo que no tiene por qué condicionar sus vidas. Se trata, en definitiva, de ser más efectivos en la comunicación y acostumbrar a la sociedad a que entiendan que no tienen ningún problema”, ha detallado este experto.

La jornada se ha celebrado en el marco de ‘Miércoles más’, que organiza la Facultad de Psicología de la UCV para que los estudiantes tengan la oportunidad de participar en conferencias, actos y jornadas que refuercen sus estudios.

Igualmente, durante la sesión el profesor de la UCV ha expuesto los principales enfoques en el abordaje de la tartamudez. En primer lugar, darles herramientas para controlar el habla y a ser capaces de tener una fluencia mayor; por otro lado, ayudarles en su proceso de superación del problema “que implica asumir que la tartamudez es algo que no tiene por qué condicionar sus vidas. Se trata de ser más efectivos en la comunicación y acostumbrar a la sociedad a que entiendan que no tienen ningún problema”.

Este encuentro ha contado también con Ronan Miller, Raquel Valverde, Sara Gambra y la profesora de la UCV, Nuria Senent. Los alumnos se han encontrado así “con un panorama amplísimo que hace relación a cómo la ciencia entiende este problema. Hace unos años no sabíamos qué era la tartamudez y ahora sabemos que es fenotipo normal, es decir, tartamudear es una forma normal de ser humano”, ha detallado el vicedecano de Logopedia.