Durante la lectura de la Memoria Académica del curso 2022-2023, el secretario general de la Universidad Católica de Valencia (UCV), Ignacio Orrico, ha subrayado que esta universidad “no quiere quedarse atrás frente al desafío que suponen las amenazas globales que socavan las raíces del humanismo cristiano en Europa y en otros países occidentales. Por ese motivo, el pasado curso, el Consejo de Gobierno dio luz verde al proyecto Veritas, con tal de actuar de forma unitaria, como Universidad, defendiendo valores como la vida, el matrimonio y la familia, la dignidad de la persona o el bien común, desde la docencia, la investigación, la divulgación y la difusión. Esos son los valores que la UCV quiso hacer llegar a los 12.332 alumnos de 2021-2022, a los que están ahora y a los que vendrán en el futuro.

En ese sentido, Orrico ha aseverado que la UCV se “ocupa” y “preocupa” por sus alumnos, con quienes el curso pasado mantuvo de nuevo su “compromiso” en materia de becas y ayudas al estudio, destinando a ese propósito la cantidad de 4.751.874,49 euros, lo que supuso “un aumento de más del 12% respecto del curso anterior”.

Abundando en la figura del estudiante, el secretario general ha remarcado que la UCV se consolidase el pasado curso, por sexto año consecutivo, “como mejor Universidad del sistema universitario valenciano en el campo de la enseñanza-aprendizaje”, según el ranking CyD; es decir, “la mejor en la relación directa entre profesor y estudiante”.

La integración de la Facultad de Teología en la UCV ha sido otro de los elementos destacados del pasado curso, según ha apuntado Orrico: “Un acontecimiento necesario, desde la consciencia de que la interacción de la teología con otras disciplinas académicas resulta fundamental para alcanzar el objetivo principal de esta institución: la búsqueda desinteresada de la verdad”.

Empleabilidad y crecimiento de la oferta académica

En opinión de Orrico, “urge hoy más que nunca formar jóvenes con valores y espíritu crítico ante una sociedad cada vez más desorientada”, cosa que la UCV cree “posible” desde su oferta académica, que el curso pasado ascendió a 22 grados, 36 másteres oficiales y 13 másteres propios, así como 30 títulos propios: “Algunas de nuestras titulaciones ya empiezan a ver reconocido su buen hacer, como es el caso del Grado en Biotecnología, situado entre los mejores de España, según el ranking CyD”.

Asimismo, el secretario general ha señalado que el 76% de los egresados de grado tiene trabajo en la actualidad; el 95% de ellos están satisfechos o muy satisfechos con su puesto laboral; y el 93% están satisfechos con la formación recibida y reconocen que la formación de la UCV capacita adecuadamente para el ejercicio de su profesión.

Desde el desarrollo regional hasta el internacional

Además, la Universidad Católica de Valencia se ha convertido ya en “una de las mejores universidades de España, y la primera en la Comunidad Valenciana, en desarrollo regional”, según el citado ranking; un apartado que evalúa el porcentaje de alumnos que realizan tanto prácticas en empresas regionales como publicaciones y fondos de investigación regionales.

El desarrollo de la UCV no se produjo solo a nivel regional y nacional. Orrico ha destacado en ese aspecto la autorización de la Administración autonómica para impartir desde el actual curso el Máster Conjunto Erasmus Mundus en Biotecnología Marina, uno de los pocos másteres conjuntos creados por una alianza de universidades europeas (EU-CONEXUS) que, además, pertenece al Programa Erasmus Mundus. El único en España, junto a otro título de la Universidad Complutense.

Universidad integral: docencia, investigación, acción social…

Entre otras cuestiones, Orrico ha resaltado también que la UCV alcanzó ya el pasado curso la implementación del ochenta por ciento del Plan Estratégico 2019-2022, los nuevos Laboratorios de Biomedicina; o la creación de la Clínica Jurídica para que asesorar de forma gratuita en cuestiones de derecho a personas en situación de vulnerabilidad social o marginadas. 

De igual modo, ha aludido al rediseño del programa Senior UCV; el incremento del 50% respecto del curso anterior en la concesión de sexenios de investigación a profesores de la UCV; el aumento en más de un 200% de financiación externa para los proyectos de los 110 grupos de investigación de la Universidad; la labor de los 470 voluntarios del Servicio de Voluntariado y Acción Social; y los más de veinte mil euros destinados a proyectos de cooperación al desarrollo en Guatemala, Perú, Líbano o Nepal.

De igual modo, la memoria académica da especial importancia a la medalla de oro de la UCV concedida al pueblo ucraniano en reconocimiento a su lucha por la libertad: “Un acontecimiento que no fue sino el colorario de una sucesión de reacciones ante dicha invasión, como la importante campaña de recogida de alimentos o la realización de forma gratuita de un curso de español básico a más de 100 refugiados ofrecido desde el Instituto de Lenguas”.