La Universidad Católica de Valencia (UCV) ha firmado un convenio con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para regular su colaboración en el desarrollo de tesis doctorales, actividades prácticas y en programas de doctorado en los institutos, centros y unidades del CSIC. Así, ha dado un nuevo paso para impulsar la investigación, la formación de las nuevas generaciones de científicos y tecnólogos y para fomentar la cultura científica de la sociedad.

En su Plan de Acción Plurianual 2022-2025, el CSIC recoge posicionarse como una de las organizaciones más atractivas para desarrollar ciencia en Europa. Ante este reto tan importante, la Escuela de Doctorado de la UCV ha logrado sumarse a los centros con los que esta agencia estatal mantiene convenios en relación con los estudios doctorales.

La firma de esta colaboración “permitirá potenciar la investigación científica de excelencia, interdisciplinar y de alto impacto socioeconómico, ya que los estudiantes van a desarrollar un papel básico en aquellas instituciones comprometidas con la innovación y la investigación, de modo que lideren el trasvase desde el conocimiento hasta el bienestar de la sociedad”. Asimismo, “las colaboraciones del CSIC con la UCV en el marco del doctorado posibilitarán una serie de acciones en el camino hacia la excelencia en la formación doctoral, centradas en la formación en competencias transversales del doctorando, la formación de los directores de tesis y la creación de programas conjuntos de empleabilidad de los doctorandos”, señalan desde la Escuela de Doctorado.

“El valor de los estudios de doctorado no es exclusivo de los entornos académicos, sino que la formación de los investigadores es un componente fundamental de la sociedad basada en el conocimiento, ya que, tal y como se describe en el Real Decreto que regula dichos estudios el reconocimiento social de las capacidades adquiridas en esta etapa formativa, la necesidad de incrementar sustancialmente el número de personas con competencia en investigación e innovación y el impulso a su influencia y empleo tanto dentro como fuera de los ámbitos académicos es uno de los principales desafíos españoles y europeos; lo cual es una realidad que empieza a consolidarse en nuestro país”, añaden.

En este sentido, la dirección de la Escuela incide en que, desde la aprobación del Real Decreto en 2011, “los estudios de doctorado se han transformado y están enfocados a la adquisición de competencias reconocidas a nivel internacional, que, como investigadores, permitan la empleabilidad, tanto en el ámbito académico como fuera de él. La tesis te prepara para ser investigador. Sin embargo, las competencias adquiridas durante el periodo de formación capacitan al doctor para un desempeño más completo y productivo en numerosos ámbitos de la sociedad. El objetivo último es lograr que el saber trascienda a todos los ámbitos de la sociedad”.