Junto al Ayuntamiento de Valencia
La UCV pone en marcha un voluntariado en favor de personas mayores afectadas por la dana
Noticia publicada el
viernes, 8 de noviembre de 2024
La Universidad Católica de Valencia (UCV) ha acordado con el Ayuntamiento de Valencia que un grupo de sus voluntarios -alumnos, profesores y profesionales de administración y servicios (PAS)- a realicen un acompañamiento a mayores en situación de vulnerabilidad que se han visto afectadas por la dana. En la primera jornada de puesta en marcha de este proyecto, la treintena de voluntarios se han dirigido a la pedanía de La Torre. Allí les ha sorprendido la visita de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, que ha agradecido su labor y les ha animado a seguir ayudando a los damnificados por la riada.
Los miembros de la comunidad universitaria de la UCV, coordinados por los servicios sociales de la capital, se han dividido en siete grupos interdisciplinares, formados por docentes, estudiantes y PAS, para realizar visitas domiciliarias. El objetivo principal de las misas ha sido elaborar una evaluación completa de cada persona para comprobar que tuviera cubiertas todas sus necesidades básicas y, en caso de no ser así, encargarse de resolver el problema.
Así, profesionales y estudiantes de Medicina, Enfermería, Psicología, Educación Social y otras disciplinas han valorado la situación de estos usuarios de los servicios sociales valencianos mediante un cuestionario que abarca lo referente a su salud, estado psicológico y capacidades físicas hasta su higiene o las condiciones de sus alimentos, entre otros aspectos.
Con la nevera vacía y en absoluta soledad
La enfermera y profesora de la UCV Maite Murillo ha sido responsable de uno de los grupos y relata la primera visita que han realizado: “La anciana que hemos evaluado en la primera visita no tenía casi alimentos, por ejemplo, así que hemos ido a la parroquia y le hemos llenado la nevera y la despensa con productos que la gente ha donado. En la segunda casa, la señora mayor que nos hemos encontrado llevaba dos semanas sin la ayuda que recibe normalmente para limpiar la casa y otras labores domésticas”.
“Estas personas reciben un seguimiento por parte de las trabajadoras sociales del Ayuntamiento, pero en estos momentos no llegan a todas las necesidades creadas por la riada. Muchos son mayores que están solos, abandonados, sin hijos, o con hijos, pero que no se hacen cargo de ellos. Están en sus hogares desde el inicio de la dana, imposibilitados para salir por falta de ayuda o ascensores que no funcionan a raíz de la inundación. Hemos podido llevar a dar un paseo a algunos de ellos; en otros casos, el estado de las calles no lo ha permitido”, apunta Murillo.
Además de realizar trabajos cotidianos como poner la lavadora, tender la ropa, o arreglar grifos atascados, los voluntarios de la UCV han colaborado con labores especialmente dificultosas para muchas de estas personas. Por ejemplo, les han puesto en contacto con familiares a través de videollamadas, allegados a los que algunos no habían visto u oído desde que se produjo la catástrofe.
Asustados, sin poder bajar a la calle
Una usuaria de los servicios sociales, cercana a los setenta años, que ha atendido el grupo de la alumna de primer curso de Medicina Daniela Gil sufría de “ansiedad” y “estrés postraumático”, a raíz de enfermedades padecidas anteriormente; entre ellas, un cáncer. Por esta razón, el simple hecho de bajar a la calle le producía un “miedo enorme” a infectarse de cualquier virus o bacteria: “Le hemos puesto una mascarilla y nos hemos asegurado de que llevase la vestimenta adecuada antes de acompañarla hasta un puesto de la Cruz Roja. Tenía una quemadura en el pie sin tratar y le dolía mucho un hombro”.
“Nos ha llamado también la atención los problemas que hemos tenido para que algunas personas nos abrieran la puerta de su casa, aunque llevábamos los petos identificativos del Ayuntamiento. Los robos y saqueos que se han producido estos días les había atemorizado y desconfiaban, claro”, añade Murillo.
La profesora de la UCV -que agradece la labor de coordinación de voluntariados que se realiza en la UCV desde el inicio de la riada y la ayuda del Ayuntamiento de Valencia- subraya la necesidad de que la comunidad universitaria y la sociedad valenciana, en general participe en este tipo de acciones: “Es fundamental, por el impacto positivo que tiene en la parte emocional de las personas más desfavorecidas, que se encuentran solas en medio de esta tragedia”.