Presentación de libro
“La unidad entre sexo, amor y fecundidad está en el corazón del cristianismo”
Noticia publicada el
miércoles, 28 de septiembre de 2022
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha presidido en la Universidad Católica de Valencia (UCV) la presentación del Diccionario de sexo, amor y fecundidad (Didaskalos, 2022). En el acto, celebrado en la Sede Santa Úrsula, han intervenido Juan de Dios Larrú, catedrático de Moral Fundamental en la Universidad San Dámaso (UESD); Carlos Granados, director de la editorial Didaskalos y profesor de Sagrada Escritura en la misma universidad; y Eduardo Ortiz, profesor de la Facultad de Filosofía, Letras y Humanidades de la UCV.
Los tres son colaboradores en esta obra voluminosa que recoge los frutos de cincuenta años de investigación y experiencia sobre el amor humano que ilumina la sexualidad, en la que “se juega la existencia del hombre, su futuro y el desarrollo del bien común”, ha aducido Cañizares. Es por ello que el gran canciller de la UCV ha subrayado la oportunidad de su publicación en “nuestra sociedad tan sexualizada, con una idea tan trivial y trivializada, superficial y poco noble de la sexualidad, del amor y de la fecundidad. Es una obra para difundir. En esa difusión y divulgación habrá una regeneración social, moral y cultural que tanto necesitamos”.
Los editores son el profesor José Noriega y el matrimonio francés René e Isabelle Ecochard, quienes han reunido a más de 200 filósofos, teólogos, psicólogos, sociólogos, médicos, economistas, biólogos y pedagogos de los cinco continentes en este imponente trabajo interdisciplinar. Así, el libro no es un "verso suelto", sino fruto de un trabajo de profundización y pensamiento en una comunidad académica enormemente fecunda, que nació en torno al Pontificio Instituto Juan Pablo II y en contacto con muchas familias, como ha recordado el profesor Granados: “Este Diccionario no es el resultado de una investigación de laboratorio, ni siquiera es sólo el fruto de un trabajo de campo, como el que hacen los sociólogos. Es el fruto de una vida familiar, es decir, es la visibilidad de lo que las mismas familias ha podido vivir en amistad, en torno a una institución que ha sido hogar, verdaderamente, y entorno de alianza”.
El profesor Larrú ha desgranado algunas claves de esta obra nacida en Roma en el año 2019 a propósito del quincuagésimo aniversario de Humanae vitae y que ahora ha sido publicada en España. ¿La razón de su elaboración? Profundizar en lo que ha supuesto para la Iglesia católica la intuición de Pablo VI: la sexualidad en intrínseca unión al amor y en orden a una fecundidad a la que está llamado al ser humano.
La Humanae vitae, “un texto profético”
El profesor de la UESD ha reconocido que la Humanae Vitae continúa siendo polémica y que “definitivamente existe un debate en la Iglesia y en el mundo sobre este texto profético”. “Entre la multitud de interpretaciones, es claro que no todas son igualmente valiosas por los argumentos que ofrecen, y que otras no son admisibles al proponer lo que Benedicto XVI llamó una hermenéutica de la ruptura. Los medios de comunicación después se hacen eco a su modo de estos debates, pero está claro que sigue siendo un tema de gran actualidad”, ha señalado.
En este sentido, en este trabajo se ha querido mostrar que la recepción de Humanae Vitae “ha ido en una dirección y que esa dirección no es minoritaria; ha habido mucho fruto en estos cincuenta años, y mucha gente que lo ha recibido, pero es verdad que sigue habiendo debate teológico, y si sirve para buscar la verdad, bienvenido sea”, ha expresado Larrú. El profesor ha incidido así en la perspectiva de la obra: “El Diccionario lee Humanae vitae a la luz de lo que ha sido la Teología del cuerpo de Juan Pablo II, la Teología del amor de Benedicto XVI, y lo que podríamos llamar pastoral de la misericordia del papa Francisco. En cuanto uno empieza a leer el diccionario, descubre en los autores esta unidad en el fundamento antropológico: una visión sacramental del cuerpo como la que ofrecen las catequesis sobre el amor humano de Juan Pablo II”.
"Contraponer el Magisterio de un papa frente a otro es absurdo en la lógica católica"
Preguntado por la posible contraposición entre el pontificado del papa Francisco a los de Benedicto XVI y Juan Pablo II en materia de moral sexual, el profesor Larrú ha sido claro: “Nunca el Magisterio se mueve en la oposición de contrarios. El Magisterio de la Iglesia lo que hace es desarrollar y profundizar en el contenido de la Revelación, pero lo hace siempre de una manera uniforme, coherente, orgánica. El Magisterio no se contradice a sí mismo, sino que va subrayando algún aspecto de la Revelación, y en algunos casos definiendo dogmáticamente algún punto”.
“El Magisterio es inseparable de la Sagrada Escritura y de la Sagrada Tradición de la Iglesia, en el mejor sentido del término; es decir, el Concilio tercero de Constantinopla no niega al Concilio de Nicea, aunque hayan pasado más de tres siglos. Si dice lo contario, no es Magisterio, porque la función del Magisterio es conservar y transmitir fielmente el contenido de la Revelación. Contraponer el Magisterio de un papa frente a otro es absurdo en la lógica católica”, ha especificado.
Asimismo, ante las posibles voces que plantean una revisión en cuestiones de moral sexual, el ponente ha asegurado que “la cosa está suficientemente clara en la Iglesia católica, por lo que no hay nada que revisar. Más bien, hay que seguir profundizando en el contenido de la Revelación, y evidentemente, hace falta siempre la luz de la verdad”. En este sentido, y en relación a este libro, ha señalado “que no va en contra de nadie, sino que pretende ofrecer una luz polifónica, precisamente porque hay muchas personas confundidas, que preguntan, que tienen dudas…La unidad entre sexo, amor y fecundidad pertenece al corazón del cristianismo”.
“Lo que conviene es seguir profundizando en la moral sexual tal como se vive en la Iglesia. Esto es lo que hay que seguir anunciando, proponiendo y explicando a cada hombre en todo tiempo: cómo se vive la verdad del amor inscrita en nuestro cuerpo sexuado, tal y como lo propone Jesucristo. Los santos que nos presentan al vivo el rostro y la presencia de Cristo en cada tiempo (LG 50), son testigos cualificados de esta verdad del amor humano. Este es el sentido y, en esa línea, siempre se puede avanzar. La teología, en ese sentido, siempre es nueva, porque el hombre del siglo XXI no lo vivirá del mismo modo que el del siglo XI, pero la verdad del amor es permanente”, ha afirmado Larrú.
Vocación al amor
Finalmente, el profesor Larrú se ha referido a la vocación al amor como una llamada a una grandeza y a una belleza, en palabras de Juan Pablo II: “Eso sigue estando escrito en el corazón de cada hombre. Es decir, vivimos una transición cultural, con una crisis de generatividad fortísima y una crisis de promesa enorme, pero en el corazón de cada hombre, de cada joven, está el deseo de una vida feliz, por lo tanto, de vivir un amor para siempre y de vivir una vida fecunda”.
“Frente a esos datos, muchas veces estremecedores, está este profundo deseo que también reconocen los estudios sociológicos serios: la gente quiere tener más hijos y casarse para toda la vida. ¿Quién no quiere un amor que dure para siempre y una vida fecunda? Lo que ocurre es que, evidentemente, hay una sociedad en una profunda crisis antropológica y cultural. Precisamente por eso hay que arrojar luz. Creo que este es el desafío, y por eso esta obra, que no es simplemente un ejercicio académico, sino una propuesta bien fundamentada y práctica. Precisamente porque vivimos en esta situación que a todos nos provoca, cuestiona e inquieta, hay que ofrecer luces para generar una nueva cultura”, ha concluido.
Adjuntamos tribuna del cardenal Cañizares sobre la presentación del Diccionario de sexo, amor y fecundidad