Un año más, la Universidad Católica de Valencia (UCV) abre sus puertas para aquellos interesados en realizar estudios de grado o posgrado y para sus familias, en unas jornadas que se desarrollarán del 22 al 24 de marzo en sus distintas facultades. En estos encuentros se descubre a una universidad que habla en primera persona al estudiante, le pone acento internacional a su currículum académico y humano, y adapta su preparación para adecuarla a las demandas del mercado laboral en el que desarrollará su profesión.

De los tres “ejes” que caracterizan a la UCV, la atención personalizada es el primero que conoce quien se acerca a estas jornadas o a la Oficina de Atención a Nuevos Alumnos, que dirige Carolina Casanova: “El acompañamiento específico del alumno comienza con nosotros, sigue en su primer año y continúa durante todos los cursos de su titulación mediante la acción tutorial. A través de una atención cercana, específica para sus necesidades e inquietudes, el alumno podrá desarrollar todo su potencial”.

En primer lugar, mediante la tutoría docente, “centrada en lo académico, muy importante sobre todo en el primer curso del grado”; junto a ella, se trabaja la “dimensión profesional”, que precisa de un enfoque concreto; y, en tercer lugar, el alumno de la UCV cuenta también con un acompañamiento enfocado a su “crecimiento personal”.

“La cercanía, la familiaridad, la actitud de ayuda y servicio al estudiante nos caracterizan; es una misión de nuestros profesores y trasciende incluso a lo académico. Los padres valoran mucho el entorno que ofrece la UCV para que los estudios universitarios de sus hijos, el acompañamiento que se encuentra en nuestra universidad desde el principio. El estudiante siempre tiene a alguien cercano, de referencia, para pedir la ayuda que necesite, como sucede no sólo con los tutores, sino también con los profesores y alumnos mentores”, explica Casanova.

Ese acompañamiento y relación cercana con el docente se refleja en resultados muy concretos. Así lo atestigua el Ranking CyD 2021, que sitúa a la Universidad Católica de Valencia como la primera universidad valenciana en el marcador de enseñanza y aprendizaje, y la sexta a nivel nacional.

Inserción laboral por encima de la media del mercado

La “constante innovación y adaptación de la oferta académica de la UCV al mercado laboral” mencionada anteriormente es el segundo eje distintivo de la UCV, según indica la responsable de la Oficina de Atención a Nuevos Alumnos. Una cuestión “fundamental”, dada la “muy cambiante” situación económica de los últimos años, “que exige a los nuevos profesionales cosas distintas”.

Así, Casanova subraya que la “inserción laboral” de los titulados en la Universidad Católica de Valencia se sitúa “en torno al 80%”. Las cifras de la UCV se hallan, por tanto, “siempre un poco por encima de la media del mercado de cada titulación”. Además, el 96% de los egresados está satisfecho o muy satisfecho con su empleo actual y casi el 90% trabaja en algo relacionado con sus estudios.

Siendo la transparencia uno de los grandes compromisos de la UCV, todos los datos por titulaciones, ya sean grados o posgrados, pueden consultarse en la web de su Observatorio de Empleo.

Un alumno de la UCV, un ciudadano del mundo

La apuesta por la internacionalización es el tercero de los ejes clave sobre los que gira la UCV. Casanova expone con claridad la importancia de esta cuestión: “Los alumnos que entran hoy en la universidad son ciudadanos del mundo. A través de internet y las redes sociales son parte de un mundo globalizado; han crecido ya acostumbrados a la existencia de vuelos baratos internacionales, entre muchas otras cosas. Al terminar su carrera universitaria también se encontrarán con un mercado laboral aún más global”.

“Cuando los profesionales de Nuevos Alumnos damos charlas en colegios e institutos, o cuando vienen a la UCV a conocernos, las preguntas más recurrentes de los jóvenes están referidas a la posibilidad de realizar un Erasmus. Valoran mucho, de hecho, que en la UCV puedan vivir esa internacionalización ya desde casa, incluso antes de hacer una movilidad a otro país”, indica.

Por esa razón, apunta Casanova, la UCV ayuda a que al estudiante “internacionalice” su currículum: “A través de distintos programas de ayudas, nuestros alumnos pueden realizar movilidades de tipo académico o práctico a otros países en grado, posgrado y doctorado; y no sólo durante el tiempo en que está cursando su carrera o su Máster, incluso una vez terminados los estudios, para así reforzar su inserción en el mundo laboral. Pueden incluso realizar movilidades, en parte, virtuales, como ha sucedido en el periodo de pandemia, durante periodos de tiempo muy flexibles”.

“Ofrecemos algunas dobles titulaciones internacionales y, recientemente, se han puesto en marcha los itinerarios de internacionalización: los alumnos pueden cursar algunas asignaturas en inglés; unirse al Buddy Program, siendo anfitriones de estudiantes extranjeros que realizan una movilidad aquí; participar en las semanas internacionales que se celebran en la UCV, en las que conviven con otros estudiantes que vienen de fuera, así como otras muchas actividades”, aduce.

De igual modo, la internacionalización de la UCV se ha visto reforzada desde que forma parte de la Universidad Europea para la Sostenibilidad Costera Urbana Inteligente (EU-CONEXUS), la primera universidad privada española en alcanzar el hito de formar parte de los nuevos consorcios internacionales de educación superior de la Unión Europea.

El 41% de los alumnos de la UCV recibe algún tipo de beca o ayuda

Por otra parte, Casanova señala que el 41% de los alumnos de la UCV recibe algún tipo de beca o ayudas al estudio: “Además de las becas del Ministerio o de la Generalitat, la UCV posee un programa propio de becas y ayudas desde primer curso; aunque no todas pueden pedirse en todos ellos. Desde las becas de excelencia a las de alojamiento o las de colaboración, entre otras.

“No somos una universidad elitista. De hecho, dadas las dificultades económicas que muchas familias han experimentado a causa de la pandemia, se ha hecho un esfuerzo muy importante para intentar que nadie tuviese que dejar sus estudios por esa razón. Esa es también la identidad de la UCV desde su creación”, recuerda Casanova.