La Facultad de Veterinaria y Ciencias Experimentales de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado en el Campus de Santa Úrsula su primera Jornada sobre Reservas Marinas y en las que han participado expertos como Silvia Revenga, consejera técnica de la Subdirección General de Protección de los Recursos Pesqueros del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que ha valorado como “bueno” el estado medioambiental de las dos reservas de la Comunitat Valenciana: Tabarca y Columbretes.

“Salvo aspectos puntuales, como el evento sucedido con las nacras, la situación de ambas reservas es buena. Son, además, las dos primeras que hubo en España, una andadura que comenzó hace ya 33 años”, ha expuesto Revenga.

De hecho, una serie histórica de toma de temperatura en Columbretes desde hace más de 25 años y se ha podido observar “qué efectos provocan las anomalías térmicas”. De igual manera, ante la mortandad masiva del molusco Pinna nobilis (nacra), por ejemplo, el conocimiento adquirido en las reservas marinas españolas y los medios dedicados a ellas han permitido actuar “con celeridad” al respecto.

En ese sentido, constituir una red de reservas marinas en España está dando “muchos resultados”, según ha apuntado la experta del Ministerio: “Los recursos pesqueros se han regenerado, la biodiversidad se ha visto beneficiada y ha mejorado la conservación del hábitat. Estas zonas incluso actúan como centinelas o faros vigía de impactos climáticos que no se detectan con facilidad”.

Otro de los objetivos principales de las reservas marinas es el mantenimiento de las pesquerías artesanales tradicionales de la zona, lo que también ha resultado productivo: “Tenemos una asignatura pendiente con la pesca artesanal, que es un patrimonio inmaterial. Tiene mucho futuro y hemos visto que apostar por ella ha mejorado la situación del mar, lo que ha hecho que el sector terciario se beneficie”.

La inversión económica en estas reservas permite también “que sean lugares de turismo de calidad para buceadores”, de modo que esa apuesta “está dando un retorno muy importante para la sociedad”.

SALVAR LAS ZONAS VÍRGENES DE LOS OCÉANOS GRACIAS A UNOS DOCUMENTALES

Otro de los protagonistas de la jornada ha sido Enric Ballesteros, responsable del grupo de investigación Benthic Ecosystem Functioning del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), que ha expuesto en su intervención el proyecto de protección de océanos Pristine Seas (Mares Prístinos) de National Geographic.

Ballesteros forma parte del pequeño equipo de científicos y documentalistas cinematográficos de Pristine Seas -proyecto puesto en marcha en 2008 por el biólogo español Enric Sala-, que ha pasado semanas en el mar, buceando miles de horas e investigando para fomentar la creación de áreas protegidas donde la vida marina pueda prosperar y en las que se desarrolle una gestión medioambiental efectiva en el futuro.

“Nuestro objetivo es salvar las últimas zonas vírgenes de los océanos. Primero investigamos cuáles eran, hicimos un estudio sobre ellas y posteriormente nos pusimos en contacto con las autoridades de los países a las que pertenecen. En las que se mostraron interesados se hizo una expedición científica y audiovisual para la realización de un documental”, ha relatado.

La razón principal para la filmación de dichos documentales ha sido la obtención de datos científicos e imágenes que den “argumentos” a las autoridades de esas zonas e “impacten” al público, en general, para conseguir la declaración de área marina protegida, según ha indicado Ballesteros.

“La serie documental –que puede verse en España en las canales Nat Geo y Nat Geo Wild- son, en ese sentido, un medio para conseguir que se proteja esos lugares. Es una manera distinta de promover la creación de reservas marinas, muchas de ellas gigantescas”, ha aducido.

No exagera el investigador del CSIC, la extensión geográfica de las 24 zonas que ha investigado y filmado ya el equipo de Pristine Seas abarcan desde los cuarenta kilómetros cuadrados en el caso de la más pequeña hasta el millón y medio de metros cuadrados (unas tres veces la superficie de la península ibérica) en el caso de la más grande.

Dado que este proyecto está contribuyendo ya a la conservación de más de cinco millones de kilómetros cuadrados de océano, Ballesteros considera que de no ser por Pristine Seas estas áreas de mar casi inexplorado estarían “cada vez más explotadas”.

ESTUDIO DE LA UCV EN CALP

En el encuentro han intervenido también el investigador José Rafael García March, director científico del Instituto de Investigación en Medio Ambiente y Ciencia Marina (IMEDMAR-UCV) de la UCV, que ha centrado su intervención en un estudio realizado por dicho instituto para la declaración de una posible reserva marina de interés pesquero en el entorno del Penyal d’Ifach con la financiación de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural.

“Esta petición, que partió de los propios pescadores de Calp, ayudaría a la mejor conservación de las praderas de Posidonia oceanica y de otras especies emblemáticas de nuestra costa. Posee un gran potencial latente de desarrollo ecológico, pesquero y turístico”, ha explicado March.

Asimismo, han participado en esta jornada David Díaz, del Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía (COB-IEO) y Natacha Aguilar, de la Universidad de La Laguna, que han presentado los efectos positivos de las reservas marinas de las Islas Columbretes y Punta de la Restinga - Mar de las Calmas, respectivamente, en el medio marino.

La sesión, organizada por el Grado en Ciencias del Mar de la UCV, en el campus de Santa Úrsula, ha sido inaugurada por Jesús Ángel Prieto, Decano de la Facultad de Veterinaria y Ciencias Experimentales y por Francisco M. Beltrán, Subdirector General de Pesca de la Generalitat.