Por la Vida, la Libertad y la Dignidad
“Las universidades católicas debemos trabajar juntas en una auténtica alternativa cultural”
Noticia publicada el
viernes, 22 de enero de 2021
Más de un centenar de asociaciones de la sociedad civil han constituido hoy en Madrid la Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad, como respuesta tanto a las iniciativas legislativas del Gobierno sobre la eutanasia, el aborto y las referidas a la ideología de género, como a un estado cultural en el que se percibe una pérdida del valor y sentido de la vida, según exponen desde la organización.
Estas organizaciones, entre las que se encuentra la Universidad Católica de Valencia (UCV), ya impulsaron un Manifiesto en contra de la Ley de la Eutanasia, así como un escrito a todos los parlamentarios con motivo de su tramitación.
Entre otros participantes ha intervenido el rector de la UCV, José Manuel Pagán, quien ha subrayado que “las universidades católicas debemos trabajar juntas en una auténtica alternativa cultural. La gravedad del momento lo exige. Hemos empezado a realizar acciones conjuntas, pero no es suficiente: debemos organizarnos y compartir estrategia en la urgente tarea de mantener despierta la sensibilidad ante la verdad y el bien. La defensa de la vida humana, desde su concepción hasta la muerte natural; la libertad religiosa; o el derecho a la educación, entre otras, son las verdades del orden natural que, de manera especial nuestras universidades deben difundir en favor de una sociedad más digna”.
“Cátedras, institutos de Investigación, titulaciones compartidas, observatorios y espacios comunes de intercambio de conocimiento entre las propias universidades católicas han de multiplicarse para hacer frente al pensamiento único que ocupó la Universidad en buena parte del siglo XX y que, reconozcámoslo, ha sido mayoritario y que ha conformado la actual cultura, tal y como vemos definitivamente en estas primeras décadas del siglo XXI. Vivimos una emergencia social y no podemos contemporizar ni esperar”, ha asegurado.
En ese sentido, ha mostrado su agradecimiento a Jaime Mayor Oreja por su invitación a participar de este foro, pues “hoy las universidades católicas (que les recuerdo son 13 en España -entre pontificias, católicas y de inspiración cristina- y que solo en estudiantes de grado tienen más de 100.000 alumnos) están llamadas a ser luz en el ocaso que vive Occidente, una luz que ilumine conciencias; debe presentar y defender ese conjunto de verdades que llamamos ley natural y que deben operar como principios no negociables en el diálogo social”. En este punto, se ha referido como “modelo” al profesor Jérôme Lejeune, reconocido ayer por el papa Francisco como venerable: “Hay que defender la vida con valentía en una cultura de muerte como la nuestra”, ha apostillado Pagán.
Atendiendo a esta misión, Pagán ha citado literalmente el punto 32 de la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae: “Si es necesario, la Universidad Católica deberá tener la valentía de expresar verdades incómodas, verdades que no halagan a la opinión pública, pero que son también necesarias para salvaguardar el bien auténtico de la sociedad”.
Igualmente, ha incidido en que la Universidad “tiene mucho que aportar porque es generadora de saber y de educación, una formación que ha de ser integral para generaciones de jóvenes; es crucial que nuestros estudiantes descubran la libertad plena, que no es la ausencia de compromisos sino la capacidad de contraerlos. No podemos dilapidar todo ese capital humano en una mera transmisión de un conocimiento puramente instrumental que sirva solo para el engranaje sistémico y acrítico del mercado. La Universidad católica ha de poner al servicio de la sociedad sus trabajos, sus proyectos, su capacidad aglutinadora de expertos y la divulgación y difusión de su conocimiento”.
Por otro lado, Pagán no ha querido dejar pasar la ocasión de recordar que durante esta jornada se ha celebrado en Valencia la festividad de San Vicente Mártir, patrón de la ciudad y titular de la Universidad Católica de Valencia. “El testimonio del mártir Vicente, testigo de la Verdad, es sin duda hoy y para todos nosotros una llamada a no perdernos en medio de la noche. No hay mejor manera que el martirio para presentar la forma en que el cristiano participa en la historia de salvación de la humanidad”, ha recordado en el foro.
Finalmente, el rector de la UCV ha concluido su intervención haciendo una llamada a “recuperar la esperanza, la nuestra y la de tantas personas que sufren el sin sentido de una vida sin Dios, a quien la humanidad ha suplantado, entronizando al hombre; demos razón de nuestra esperanza, demos testimonio de Dios, que ha salido a nuestro encuentro y se nos ha revelado”.
En el acto, celebrado online debido a las circunstancias sanitarias, han intervenido igualmente el presidente de la Federación Europea One of Us y director de la Cátedra Tomás Moro de la UCV, Jaime Mayor Oreja; el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas, Alfonso Bullón de Mendoza; la presidenta de la Fundación Villacisneros, María San Gil; el presidente del Foro de la Familia, Ignacio García-Juliá; el de e-Cristians, Josep Miró; y el presidente del Colegio de Médicos de Madrid, Manuel Martínez-Sellés, entre otros.
A LA ALTURA DEL DESAFÍO RELATIVISTA
El esfuerzo de esta nueva plataforma se plantea en el ámbito pre-político, de modo que busca un diálogo con la sociedad civil, libre de prejuicios partidarios.
Según una nota difundida por la Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad, la reciente legalización de la eutanasia, unida al desprecio de un Plan de Cuidados Paliativos, así como la futura ampliación de la Ley del Aborto, suponen un “punto de inflexión” que ha conducido a crear la asamblea.
Afirma que “el Gobierno de España, constituido como Frente Popular, está ejecutando desde hace meses un proyecto que pretende la destrucción de un orden social fundamentado en principios y valores cristianos, asentados en la dignidad de la persona humana. Este proyecto gubernamental se enmarca dentro de un proceso que busca la consolidación de otro orden social basado en el vacío del relativismo extremo y en la revancha”.
“Se trata un proyecto global, de carácter esencialmente destructivo, que busca la ruptura, el enfrentamiento y la desestabilización social”. Una situación de esta gravedad, “que ya está teniendo consecuencias irreparables”, es lo que ha dado origen a la puesta en marcha de la Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad.
La Asamblea nace con vocación de permanencia, más allá del periodo de tramitación de las leyes referidas, “convencida de la gravedad y la duración del proceso descrito y, sobre todo, determinada por la necesidad de una voz unitaria desde las diferentes especificidades de cada una de las organizaciones”.
“No se trata de crear una súper estructura organizada, sino de ser más eficaces y estar a la altura del desafío relativista, de producir sumas y sinergias, de dar respuesta a la concienciación necesaria de una sociedad respecto de la perversidad de un proyecto global que trata de reemplazar un orden social por otro”.
El principal error a la hora de diagnosticar una crisis como la que padece España actualmente -añade la nota- es “el olvido de la pre-política, esto es, de los principios, valores, fundamentos de la crisis de la verdad, que son previos a la política: la crisis de la persona, de las instituciones más próximas a la persona, la pérdida de referencias permanentes, o el desprecio por la dimensión espiritual y religiosa de nuestra sociedad”.
“La Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad constituye un paso relevante, pero solo un paso de entre muchos en la tarea de definir y poner en marcha una alternativa cultural que necesita España, frente a una moda dominante en el poder”, concluye.