Antonio Bar, Catedrático Jean Monnet ad personam por la Comisión Europea, ha apelado en la Universidad Católica de Valencia (UCV) a difundir los derechos humanos “en este momento tan difícil de nacionalismos, extremismos, populismos de izquierda y de derecha. Lo que nos separa, diferencia y protege de la anarquía son los derechos fundamentales incluidos en la Declaración Universal de las Naciones Unidas y en las Constituciones democráticas de los Estados”, ha reconocido.

Bar ha pronunciado la ponencia inaugural del II Seminario Internacional sobre Educación Intercultural y Derechos Humanos, con el que la Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación de la UCV ha conmemorado el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Así, este experto ha resaltado el “valor importantísimo que tiene la educación” en este documento, sobre todo, “para proteger a los propios individuos, porque cuando las personas no conocen sus derechos no los pueden exigir. Si no se ha logrado una educación verdaderamente inclusiva, “no es porque los colegios o los docentes no hagan esfuerzos. Lo que falla es el propio sistema educativo, que no ha asumido de una manera seria y vinculante la enseñanza en derechos humanos incluidos en la Declaración de las Naciones Unidas”, ha afirmado.

“Urge ponerlo en práctica, pues en muchos colegios no se incluye en el currículum su divulgación, tanto por dejadez como por desconocimiento de los que significa. Muchas veces se considera que los derechos humanos son cuestión de los juristas y no nos damos cuenta de que es nuestra vida cotidiana”, ha expresado el ponente.

Por ello, en su conferencia ha resaltado el contenido de esta Declaración, que, “si bien es muy breve, incluye un sistema de derechos muy completo donde está desde la dignidad de la persona, la libertad, la igualdad incluso los derechos de participación y derechos sociales”.

“En sí mismo es un documento político, inspirador de otras cartas de derechos y, en este sentido, el propio sistema de Derechos Fundamentales de las Naciones Unidas se complementa con otros dos documentos que se elaboraron en el año 1966 que son el protocolo de derechos civiles y políticos y el protocolo de derechos sociales, económicos y culturales, que viene a desarrollar esos derechos básicos que están incluidos en la Declaración”.

En el encuentro, celebrado en la sede de Edetania, ha intervenido también Christine Sleeter, ex presidenta de la National Association for multicultural Education (NAME-USA), quien ha presentado el trabajo desarrollado en los Estados Unidos, sobre todo en California, pero también en Arizona, Texas, Nueva York, con comunidades marginales por el racismo. En esos proyectos, diseñan un currículum “desde las perspectivas de los grupos marginales con el propósito del empoderamiento académico y social de los niños y jóvenes de estas comunidades”, ha detallado.

“Cuando los jóvenes aprenden lo que pasa en otras comunidades es muy interesante porque son ellos mismos los que demandan un cambio. Así, son ellos los que quieren transformar la educación y la sociedad no desde los grupos dominantes sino desde la de los grupos subordinados”, ha subrayado esta experta.

La primera sesión ha incluido una conferencia de Veronica Crosbie, profesora en la Facultad de Estudios Interculturales y Lenguaje Aplicado de Dublin City University; y un debate sobre el papel de la educación escolar en una sociedad democrática que ha contado con Zvi Bekerman y Silvina Gesser, docentes de la Universidad Hebrea de Jerusalén.