La Facultad de Psicología de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado, en una nueva edición de sus Miércoles+, la Jornada sobre Tratamiento Multidisciplinar del Dolor Crónico Infantil. La vicedecana del Grado en Psicología, María José Jorques, ha analizado en una de las ponencias del encuentro la necesidad psicosocial del tratamiento de estas dolencias: “A los niños con problemas crónicos hay que enseñarles a vivir con el dolor; y a los padres hay que enseñarles a vivir con el dolor del hijo para impedir que se genere una sobreprotección".

“El ‘pobrecito mi chico’ es muy negativo. El niño con dolor crónico puede llevar una vida relativamente buena y normal aprendiendo a manejarlo. ¿Que hay momentos en que ese dolor es más agudo? Pues se trabajan esas ocasiones con la medicina analgésica, el tratamiento psicológico o la fisioterapia para que ese dolor le afecte lo menos posible. Pero los padres deben entender el dolor el hijo y no generar una burbuja a su alrededor”, ha asegurado Jorques.

Los padres construyen esa burbuja “con frases como ‘no te muevas’, ‘no corras’, ‘no hagas esto, no hagas lo otro’”, según ha relatado la vicedecana de Psicología de la UCV: “Si vemos que el niño se pone a correr, dejémosle que lo haga; si le duele, ya parará. Si el niño tiene un dolor y vemos que está jugando, no debemos estar preguntándole cada dos por tres: 'cariño, ¿te duele?' '¿te sigue doliendo?' Si ves que está paradito jugando a algo más tranquilo porque tiene dolor no hace falta que le preguntes constantemente”.

El miedo del niño: que el dolor le aparte del grupo

Jorques ha hecho referencia también al “miedo al dolor”, generado muchas veces también por los propios padres. Así, ha puesto el ejemplo del niño al que le ha dolido su primer “pinchazo”, al que sus padres le dicen cosas como que “si se porta mal, le llevarán al médico para que les ponga una inyección”, con lo que en el menor se genera un “miedo anticipatorio”.

“El dolor es un elemento invalidante para el adulto a la hora de realizar sus actividades diarias, pero para el niño lo es muchísimo más. Cuando el adulto tiene un dolor de rodilla, por ejemplo, sabe que tiene que parar, que no puede salir a correr o pasear durante unos días. Un niño, con ese mismo dolor, al que le dicen que no puede correr, ¿qué hace en el momento del recreo en el colegio? Se siente el rarito que no puede hacer lo mismo que el resto de sus compañeros”, ha expuesto.

Junto a la utilización de la analgesia, Jorques ha insistido en la importancia de que el niño aprenda a manejar su dolor: “El dolor crónico en una rodilla, por ejemplo, no significa que el menor no pueda correr nunca, sino que en los momentos en que este sea más agudo no puede hacerlo. El niño debe comprender que esa semana tiene que jugar a otras cosas en el recreo, por ejemplo, a los cromos. De ese modo, no tiene la sensación de que el dolor está pasándole factura en su día a día”.

“El niño vive igual un dolor que otro, sin importar cuál sea su origen médico. No tiene la capacidad de entender el tipo de dolor que padece. Ese dolor le genera un sentimiento de diferencia respecto de los demás, y para los menores sentir que forman parte del grupo es fundamental. Si no puede unirse es el extraño, el que siempre está enfermo”, ha señalado.

La perspectiva multidisciplinar, clave en el tratamiento

Durante su ponencia, Jorques ha hecho especial énfasis en la importancia de tratar el dolor crónico infantil “desde una perspectiva multidisciplinar”; es decir, desde la medicina analgésica; desde la enfermería, “cuyos profesionales son muy importantes durante el proceso de dolor infantil”; desde la “ciencia farmacéutica”; y, por supuesto, “desde la psicología”. También es relevante en estos tratamientos “la labor de los fisioterapeutas y los terapeutas ocupacionales”.

Entre otras cuestiones, la vicedecana de Psicología ha indicado que trabajar el “componente subjetivo” del dolor es una de las labores principales del psicólogo en estos tratamientos: “Si nos duele algo y eso nos impide realizar una determinada actividad, nos focalizamos más en el dolor y una intensidad de 3 nos sube hasta el 7. Ahí damos herramientas para que la persona, o el niño en este caso, evite estar pensando todo el día en el dolor que tiene”.

“Además, hay un dolor con origen físico para el que la analgesia es necesaria, pero también hay muchos dolores con origen totalmente psicológico. Hay niños, por ejemplo, con problemas personales en el colegio, que somatizan la tensión que estos les generan con un distintos tipos de dolores”, ha afirmado.

Dolorin, primera asociación de España sobre dolor infantil

En la jornada han participado también otras expertas de distintos ámbitos sanitarios en el tratamiento del dolor crónico infantil, pertenecientes como Jorques, a la asociación Dolorin -primera asociación de España de estas características- formada un equipo de profesionales de la salud que trabajan en la mejora del dolor infantil y cuya perspectiva multidisciplinar permite tratar el dolor del niño utilizando el modelo biopsicosocial.

Así, la anestesista Tania García, del hospital Quirón Salud de Valencia, y cofundadora de la citada asociación, ha impartido la ponencia La multidisciplinariedad del dolor infantil dentro del concepto biopsicosocial de dolor; la farmaceútica hospitalaria Ana Mínguez, perteneciente a la Unidad Multidisciplinar de Estudio y Tratamiento del Dolor del Hospital General Universitario de Valencia (HGUV), y cofundadora de Dolorin, ha disertado en su intervención en la jornada en torno a la identificación del dolor infantil y su tratamiento farmacológico; y la enfermera pediátrica del HGUV María Jesús Vidorreta, también cofundadora de Dolorin, se ha centrado en el tratamiento no farmacológico del dolor infantil.