Observatorio de Bioética
Macron pretende incorporar el aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea
Noticia publicada el
martes, 25 de enero de 2022
El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha solicitado al Parlamento Europeo en Estrasburgo que el aborto y la protección ambiental sean incorporados de manera explícita (UE) en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea: “Quiero que consolidemos nuestros valores como europeos, que son nuestra unidad, nuestro orgullo y nuestra fuerza. Veinte años después de la proclamación de nuestra Carta de Derechos Fundamentales, espero que podamos actualizarla para ser más explícitos sobre la protección del medio ambiente o el reconocimiento del derecho al aborto”, ha propuesto Macron en un reciente discurso ante los eurodiputados.
Su posición llega tras la elección el pasado martes de la nueva presidenta del Parlamento Europeo, la popular Roberta Metsola, a la que los sectores más feministas de la izquierda le cuestionan por sus reiterados votos en contra del derecho al aborto. Pero esta no es la primera vez que asistimos a un ataque semejante al embrión humano por parte de la Unión Europea. Ya en 2021, el Parlamento Europeo aprobó el “Informe Matić”, que redefinió el aborto como “atención médica esencial”, reconociéndolo como un derecho y planteando la objeción de conciencia como una “negación de atención médica”.
Nuestra valoración
Sin duda, y como ya expusimos en uno de los informes del Observatorio de Bioética, este supuesto “progreso de la democracia” supone un terrible retroceso para todos, especialmente para los más débiles. La Carta de Derechos Fundamentales que invoca Macron, reconoce el derecho a la vida como el principal de ellos, y es principalmente este derecho el que se conculca cuando se somete al presunto derecho de terminar con la vida del embrión humano, inocente e indefenso, al permitir que millones de embriones y fetos sean exterminados.
Concretamente, en el Artículo 1 sobre Dignidad humana, la define como inviolable, afirmando literalmente que “será respetada y protegida”. En su Artículo 2, referido al Derecho a la vida, refiere que “toda persona tiene derecho a la vida. Nadie podrá ser condenado a la pena de muerte ni ejecutado”. El Artículo 3, que versa sobre “Derecho a la integridad de la persona, afirma que “toda persona tiene derecho a su integridad física y psíquica. En el marco de la medicina y la biología se respetarán en particular: — el consentimiento libre e informado de la persona de que se trate, de acuerdo con las modalidades establecidas en la ley, — la prohibición de las prácticas eugenésicas, y en particular las que tienen por finalidad la selección de las personas, — la prohibición de que el cuerpo humano o partes del mismo en cuanto tales se conviertan en objeto de lucro, — la prohibición de la clonación reproductora de seres humanos”.
Asistimos, una vez más, a un atentado contra la vida y dignidad humanas, esta vez dirigido contra la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, a la que el presidente Macron pretende servir arremetiendo contra sus principios, aquellos sobre los que se funda todo su articulado.
El siguiente paso al reconocimiento del aborto como un derecho, es conculcar los derechos de los que defienden la vida del embrión, limitando el ejercicio de la objeción de conciencia o de libre expresión contra el exterminio de la vida humana embrionaria, como ya se intenta implementar en España.
Las raíces cristianas de Europa, que inspiraron la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, encierran el reconocimiento de la dignidad de todo ser humano en toda circunstancia, desde la concepción hasta la muerte natural, y siguen inspirando a todos aquellos que creen en la solidaridad, la igualdad y la verdadera libertad.
Julio Tudela Cuenca
Observatorio de Bioética. Instituto Ciencias de la Vida. Universidad Católica de Valencia