El presidente de la Asociación Valenciana de Dislexia y Otras Dificultades de Aprendizaje (AVADIS), Manuel Escorial, ha reivindicado en la Universidad Católica de Valencia (UCV) un espacio para personas con dislexia. “Está por crear, estamos en terreno de nadie”, ha asegurado.
 
Entre otras razones, esta carencia se debe a que “se vive desde un punto de vista íntimo. Por ejemplo, a nuestra asociación llama mucha gente para tratar problemas y no se llegan a poner en contacto con otros que están sufriendo lo mismo. Ello provoca que no se hable de la dislexia y que no tenga mayor presencia. No es algo visual como ocurre con las personas que van en silla de ruedas; en este caso, no hay un elemento que cohesione”, ha expresado.
 
Escorial ha participado en la jornada ‘Dislexia: mitos y realidades’, organizada por el Grado en Logopedia de la UCV y (AVADIS). En su intervención, ha lamentado también que se desconozcan las cifras de las personas que sufren dislexia en la Comunidad Valenciana.  “La Generalitat no cuenta con datos de este tipo. En el ámbito anglosajón hay estudios que se indican que entre un 15 y un 17 por ciento de la población, pero en función de los criterios que se sigan pueden variar las cifras. Esto es un problema. No hay fronteras definidas”, ha aseverado.
 
Por otro lado, el presidente de AVADIS ha querido desmontar algunas creencias erróneas sobre la patología. “Hay muchos mitos sobre quién es disléxico y quién no. Se habla de que Leonardo da Vinci y Einstein eran disléxicos, y lo dudo. Si hoy en día es tan difícil obtener un diagnóstico, ¿cómo es que a través del tiempo podemos averiguar que estas personas lo eran en un momento dado? Tenían habilidades, desde luego diferentes, a las de sus coetáneos, pero evidentemente no podemos saber a ciencia cierta si era dislexia”.
 
Así, este experto ha incidido en que esta patología sigue rodeada de una “barrera invisible que no nos permite avanzar a las personas que tenemos estas dificultades de aprendizaje y que, generalmente, van asociadas con otras dificultades”.
 
“Muchas veces estamos delante de personas con un aspecto y una inteligencia normal, y que, sin embargo, muestran dificultad a la hora de leer y escribir. El tema es que nos cuesta comprender que los adultos y niños con un nivel de inteligencia normal no puedan leer o escribir de forma natural. Yo soy disléxico y me cuesta una vida enfrentarme a algunos textos incluso al aprendizaje de idiomas”, ha subrayado.
 
Por todo ello, Escorial ha apelado al reto que esta patología supone. “Nos encontramos en una pugna entre profesionales que no saben si decantarse por la logopedia, la psicología… La verdad es que estamos en una época donde lo que funciona es la transversalidad. La logopedia es muy importante porque ofrece medios, recursos, métodos de trabajo… Que permiten que el proceso de aprendizaje mejore, y esto es importante a nivel de estimulación cognitiva. Hay muchas cuestiones que la logopedia puede poner en marcha de una forma muy contundente para las personas con dificultades. Nunca van a lograr un éxito total porque es una dificultad que se reitera pero, evidentemente, sí que mejora”.
 
En la jornada han intervenido también el vicedecano de Logopedia, Francisco Cervera; la profesora de la UCV, Ana Pellicer; Carolina de Gregorio, profesora de la Universitat de València, y Clara Sanchis, madre de una niña con dislexia.
 
El encuentro se ha celebrado en el marco de ‘Miércoles más’, el ciclo que organiza la Facultad de Psicología para que los estudiantes tengan la oportunidad de participar en conferencias, actos y jornadas que refuercen sus estudios.