Marc Van Montagu asegura que la ideología separada de la ciencia “tiene un efecto secundario muy peligroso”
Noticia publicada el
viernes, 6 de octubre de 2017
Junto al Premio Nobel de Medicina Richard Roberts, el otro gran protagonista de la primera jornada del II Congreso Internacional sobre Hambre, Pobreza y Sostenibilidad -que se celebra estos días en la Universidad Católica de Valencia (UCV)- ha sido el renombrado biólogo molecular Marc Van Montagu, cocreador de las plantas modificadas genéticamente, comúnmente conocidas como transgénicos.
El científico belga, presidente de la Federación Europea de Biotecnología y galardonado por sus descubrimientos en 2013 con el Premio Mundial de la Alimentación, ha asegurado que sufrido en sus carnes la persecución de ciertos colectivos que han denigrado su trabajo al considerar los transgénicos perjudiciales para la salud.
Van Montagu insiste en cada entrevista que concede en lo irrefutable de los hechos: nadie ha probado aún “ni un solo efecto nocivo” de los alimentos modificados genéticamente. Pero reconoce haber aprendido mucho de esta situación, desde que en 1993 consiguiese junto a su ya fallecido colega Jozef Schell cultivar la primera planta de esa clase.
“A través de los ataques personales que he sufrido por mi labor profesional he aprendido mucho sobre la sociedad. Normalmente los científicos estamos tan inmersos en nuestras investigaciones y en probar la seguridad de lo que hacemos que no comprendemos por qué la gente no entiende la ciencia. Lo cierto es que no estamos entrenados para calibrar la reacción social de lo que hacemos”, ha expuesto en su conferencia en el congreso.
Así, Van Montagu ha aseverado que existe “una alegría enorme” en el conocimiento, en desarrollarlo y ver que tiene un uso posterior pero, en ocasiones la sociedad “bloquea” conocimientos y descubrimientos que provocan sentimientos encontrados: “Esto ha sucedido a lo largo de toda la historia, pero si tenemos soluciones técnicas para los problemas humanos estamos obligados a utilizarlas. ¿Por qué hay organizaciones que siguen hablando mal de los transgénicos? Se solucionarían un montón de cosas si fuesen aceptados. Existe un concepto malo de estos alimentos pero debe atenderse a la realidad, a lo que dice la ciencia, no a ideas abstractas”.
La postura de Van Montagu se resume muy bien en el título de su conferencia: ‘Ciencia, ideologías y vida diaria’. Así, la ideología actúa y mejora la vida diaria “porque hace que la gente se mueva” pero si se separa de la ciencia “tiene un efecto secundario muy peligroso”.
“En la dinámica social, todos pensamos y nos comunicamos. En ese proceso comunicativo hay gente que no te quiere escuchar porque piensa que sabe más, y ese es un gran problema. Debemos construir un mundo en el que todos digamos de manera honesta: ‘Vaya, eso que dices no lo había pensado’. Debemos escucharnos”, ha aducido.
Para Van Montagu, el ser humano siempre sueña “con el paraíso perdido”; sin embargo, no puede negar la realidad; hay 8.000 millones de personas en el mundo y deben hallarse soluciones: “Malthus dijo hace varios siglos que todos moriríamos cuando fuésemos más numerosos, y entonces solo había 500 millones de seres humanos. No es imposible acabar con el hambre y ser sostenibles”.
“De hecho, Malthus no predijo el verdadero problema del aumento de población, que es la contaminación del planeta. Hay que afrontar esa realidad, no podemos volver atrás. Busquemos soluciones, que vendrán de la ciencia y la tecnología.
JOSÉ LUIS SÁNCHEZ: “LA VOLUNTAD DE LA IGLESIA Y DE LA UCV ES DAR RESPUESTA AL GRITO DEL HOMBRE EN EL MUNDO”
En la jornada vespertina del congreso ha impartido una conferencia José Luis Sánchez, vicerrector de Pastoral y de la Evangelización de la UCV y director del encuentro, que ha afirmado que este es “fruto de la voluntad de la universidad y de la Iglesia de dar respuesta al grito del hombre en el mundo”.
“Hemos de fundamentar la existencia en Dios para ser sostenibles. Nada puede ser sostenible sin Él. Por ello, opino que es necesario un diálogo entre creyentes y no creyentes sobre el teísmo para tenerlo en cuenta como respuesta intelectual. Además de la respuesta sapiencial desde la Fe, que produce una auténtica Esperanza de vida”, ha aseverado.
Así, Sánchez ha afirmado que “escuchar a premios nobel, a premios mundiales de alimentación, a los economistas más relevantes en el tema de la sostenibilidad, y a todos los científicos de la UCV que trabajan en esta dirección, certifican la gran aportación de la Universidad Católica de Valencia en un tema tan preocupante como es el del hambre en el mundo y cómo combatirlo”.
En este sentido, el director del Congreso ha tildado de “urgente” el desarrollo y aplicación de la agricultura de precisión “para paliar el hambre en el mundo”.
Por otro lado, y al hilo de lo expresado por el Papa Francisco y por el cardenal Antonio Cañizares en múltiples ocasiones, Sánchez ha insistido en la necesidad de crear “nuevos estilos de vida, nuevos estilos de austeridad y nuevos estilos de alegría dentro de esa austeridad, que nos ayuden a ser mejores y a combatir la problemática del hambre en el mundo”.
Por ultimo, Sánchez ha destacado que “este Congreso Internacional también va a ser de gran utilidad para todos los gobiernos del mundo de cara a redactar sus cartas de sostenibilidad y va a ser crucial para ir avanzando en esa dirección deseada de máxima implicación de todos con todos”.