Jornada de Acción Social
Más de 400 estudiantes solicitan ser voluntarios en el inicio de curso
Noticia publicada el
miércoles, 5 de octubre de 2022
La Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado su Jornada de Acción Social en el inicio de un curso que deja cifras récord para esta institución de educación superior. Hasta 445 estudiantes han solicitado realizar acciones de voluntariado solo para el primer cuatrimestre. La vicerrectora para los Alumnos y Acción Social, Beatriz de Ancos, ha calificado de “realmente fantástica” la respuesta de estos centenares de estudiantes ante la proposición de aportar su granito de arena al bien común a través de la Escuela de Voluntariado y Acción Social de la UCV.
“Estamos estudiando cómo dar respuesta a las inquietudes de estos alumnos. En general, nuestros estudiantes participan con alegría y compromiso en los distintos voluntariados que les ofrece la Universidad. En los pasados cursos también hemos contado con un alto número de solicitudes, a pesar de sufrir las limitaciones de la pandemia. Desarrollamos acciones muy bien valoradas como Tejiendo Redes, por ejemplo, dirigida a acompañar online a personas en residencias de mayores”, ha explicado.
Voluntariado local
Más allá de lo que supone de por sí el voluntariado en la apuesta de la UCV por una formación humana “integral” de sus alumnos, participar de esta clase de actividades supone hoy un beneficio considerable a la hora de encontrar un futuro empleo, según ha apuntado De Ancos: “Ahora, las empresas y organizaciones están valorando muchísimo las llamadas ‘soft skills’, un conjunto de habilidades en competencias interpersonales, autogobierno y eficacia personal que van más allá de su expediente académico y sus títulos”.
“El voluntariado ofrece al joven universitario la oportunidad de mejorar esas habilidades y de crecer como futuro ciudadano que se implique en el trabajo por el bien común y no solo mire en beneficio propio”, ha subrayado la vicerrectora.
La Escuela de Voluntariado ofrece así a sus estudiantes multitud de posibles acciones sociales en las que inscribirse, empezando por las que se desarrollan en el ámbito local, destinadas a menores, mayores, personas en riesgo de exclusión social, personas con diversidad funcional y a pacientes hospitalarios. En total, 249 alumnos participaron en este tipo de actividades solidarias durante el curso 2021-2022.
Verano solidario, desde Valencia hasta Chile
Muchos de los alumnos que participaron en los voluntariados locales formaron parte, además, del llamado Verano Solidario, destinados a menores (#ÚltimoEmpujón, #UnVeranoDiferente y #JugandoAprendo), mayores (#TertuliasEnLaRed), personas en riesgo de exclusión social (#PorMamá) y personas con diversidad funcional (#OcioInclusivo y #EspurnaGandía). Hasta 160 estudiantes de la UCV optaron así por aportar su grano de arena durante la época estival ante la difícil situación que atraviesan en la actualidad muchos colectivos.
También en verano, 23 alumnos se desplazaron a Lima (Perú) y la isla de Quehui (Chile) para realizar tareas de voluntariado en la Misión Internacional de la UCV, según ha expuesto De Ancos: “A los estudiantes no les sobra ni un minuto durante su jornada diaria en estas acciones internacionales y, a pesar de haber sufrido muchas privaciones durante su estancia, acaban felices; y un poco tristes, al mismo tiempo, por tener que regresar a España, donde tienen todas las comodidades a mano. Una curiosa paradoja”.
Además, la Universidad Católica de Valencia realizó varias acciones de sensibilización el pasado curso: Navidad solidaria, festival solidario por Ucrania, clases de español para refugiados ucranianos, campaña de recogida de alimentos para Ucrania y Semana por la Vida.
Los jóvenes necesitan formación humana para no caer en un “estadio de inmadurez permanente”
Muchos psicólogos califican hoy de individualista a las sociedades occidentales. Los más jóvenes se sumergen desde pronto en la lógica egocéntrica de las redes sociales, a las que tantas horas dedican, hasta vivir en una suerte de “burbuja tecnológica”, según ha indicado De Ancos: “Frente a esta situación, las iniciativas solidarias son las que fraguarán de forma natural, no impuesta, el deseo de donación y entrega al otro en el corazón de los jóvenes; la generosidad es un valor innato en ellos”.
“Para madurar como personas los jóvenes necesitan coherencia, claridad, sentido de superación, metas concretas en la etapa vital que atraviesan; no confusión, comodidad, ensimismamiento, narcisismo, autorreferencialidad, que les harán permanecer en un estadio de inmadurez permanente, incapaces de tomar las grandes decisiones de su vida”, ha aducido.
El rector de la UCV, José Manuel Pagán, también ha querido participar en la Jornada de Acción Social con un mensaje de clausura de la misma, en el que ha recordado a los alumnos presentes que esta universidad quiere ayudarles no solo a que sean “excelentes profesionales” sino también “personas libres”, capaces “de comprometerse, de hacer renuncias cuando sea necesario y de ponerse al servicio de los demás”.
“A veces se nos vende que la persona libre es la que hace lo que quiere, lo que le apetece, en cada momento, la que no tiene compromisos. ¡No es verdad! Una persona libre es la que tiene un para qué, que le ayuda a tomar decisiones en su vida con libertad y a superar esclavitudes o vicios que muchas veces nos impiden volar alto y nos mantienen arrastrados por tierra. Queridos alumnos, buscad el sentido de vuestra vida,que ojalá esté en función de los demás, porque es cierto eso de que hay más alegría en dar que en recibir”, ha apuntado Pagán.
Un voluntariado que huya del “revanchismo social”
En la conferencia que ha pronunciado durante el encuentro, el profesor de la UCV Enrique Burguete ha exhortado a los estudiantes para que no ejerzan el voluntariado “desde el revanchismo social” ni desde el “egoísmo” del “hago el bien para sentirme bien”, sino desde el amor “benevolente” por el que el amante “sale de sí mismo” para “finalizar sus acciones en el amado”.
“Quien ama entrega al otro una noticia que le salva: que pase lo que pase, siempre habrá en el mundo alguien que le ama. Le entrega, también, el don de sí mismo, de su tiempo y su talento. Y le entrega, por último, bienes que el amado necesita para su florecimiento personal, como la compañía, la alfabetización o los cuidados. Es así como se quiere bien: haciendo el bien”, ha expuesto.
Burguete ha asegurado que ese amor dado “también salva a quien lo entrega, pues al dedicarse a la promoción del amado, el amante queda libre de esa especie de ansiedad y desasosiego que proceden de no tener fines últimos. A quien hace del amado su proyecto, le sobran razones para levantarse cada mañana con ganas de vivir”.
“El amor, sustanciado en el servicio, da sentido a nuestra vida. Si perseguimos los bienes del cuerpo obtendremos placer; si perseguimos bienes materiales, disfrutaremos de ventajas; pero si vivimos por amor, lo haremos plenamente y gozaremos de los bienes que valen por sí mismos: la belleza, la verdad y el bien”, ha añadido Burguete.
De igual modo, el profesor de la UCV ha exigido a los jóvenes que su vida “valga la pena”. Para ello, les ha conminado a “buscar la plenitud sin conformarse con una vida cómoda, vivir en la bendición y en el agradecimiento y practicar el olvido de sí, levantando la mirada de sí mismos para fijarla en el prójimo”. Además, les ha animado a que, tras luchar “por transformar la realidad”, acepten “serenamente” lo que Dios les dé, “que siempre es lo mejor”; y a que esperen “confiadamente” en la vida eterna, “donde lo bello y lo conveniente se darán definitivamente la mano y saldrá a cuenta haber apostado por el bien”.
Basados en la conferencia de Burguete, los alumnos han realizado coloquios por grupos, que después han puesto en común. En la Jornada de Acción Social también han participado en una mesa redonda Beatriz Beltrán, Montserrat Cañabate, Chelo Felip y Susana Tebar; y los alumnos de la Misión Internacional del pasado verano.