Menéndez Ros: “El aumento de la intolerancia afecta no sólo a la libertad religiosa sino a la libertad de expresión y asociación”
Noticia publicada el
viernes, 12 de abril de 2019
El director de Ayuda a la Iglesia Necesitada España, Javier Menéndez Ros y el director regional, Álvaro Pérez, han presentado en la Universidad Católica de Valencia (UCV) el 'Informe de Libertad Religiosa 2018' de esta Fundación de la Santa Sede. El estudio ha puesto de manifiesto que “pese al esfuerzo que está desarrollando el Papa Francisco en aras al diálogo interreligioso, ha habido un empeoramiento desde hace dos años, porque cada vez son más las personas en el mundo que sufren la falta de libertad religiosa”.
Esto se debe, fundamentalmente, “al aumento de la intolerancia, que afecta no sólo a la libertad religiosa sino a la libertad de asociación, de comunicación, de expresión, de educación. La vulneración de este derecho va unido a la vulneración de muchos derechos”, ha subrayado el director de Ayuda a la Iglesia Necesitada España.
Así, han señalado que si bien en España la situación “es muy similar a la de otros países occidentales” y “no llegamos a casos como los de Francia, donde se han producido actos realmente de barbarie con la profanación de de 150 sinagogas e iglesias, hay que tener cuidado para que no se resuciten fantasmas del pasado”. Actualmente el cristianismo es el más perseguido.
“Desafortunadamente se detecta que el islamismo radical está produciendo un empeoramiento de la imagen, lo que genera islamofobia general de manera injusta. En el lado positivo destacan Siria e Irak. “La derrota militar del Daesh ha traído consigo el regreso de las minorías religiosas, un número destacado de cristianos desplazados y cerca de la mitad de la población cristiana de la Llanura de Nínive, obligada a huir en 2014, ha regresado a sus hogares a lo largo de 2018. Además, ACN ha colaborado muy activamente en la reconstrucción de viviendas, colegios y templos en localidades como Qaraqosh, Bartela o Karamlesh”, señala el estudio.
“Un Estado con libertad religiosa es como tener una casa donde las tejas están bien puestas. Así, el ataque a la libertad religiosa no significa que de golpe te quiten todo el techado sino que, poco a poco, se cae una teja, luego otra… Y de pronto ves que tu casa está haciendo aguas. Estamos en una fase muy inicial pero hay que defender y exigir la libertad religiosa para precisamente cuidarnos de los malos ejemplos que tenemos en el resto del mundo”, ha advertido Menéndez Ros, que ha desgranado el documento en un acto que han presidido el Cardenal Arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, y el rector de la UCV, José Manuel Pagán.
Igualmente, entre otros datos significativos, el director de Ayuda a la Iglesia Necesitada España ha destacado que 6 de cada 10 personas en el mundo no pueden expresar con total libertad su fe, y que 1 de cada 5 cristianos viven en países donde hay persecución o discriminación. Es decir, que el 61 por ciento de la población mundial vive en países donde no se respeta la libertad religiosa.
El informe es el único elaborado por una institución católica que analiza en 196 países de todo el mundo el grado de cumplimiento de este derecho, recogido en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que pretende poner en valor que la libertad religiosa “es un derecho raíz, fundamental, pues defiende a todos los credos y a quien no profesa ninguno y que afecta, en definitiva, a todos los ciudadanos”.
De todos los países del mundo, en 38 de ellos se cometen violaciones importantes de la libertad religiosa. En 17 hay discriminación a causa de la fe, y en 21 de ellos se persigue, en algunos casos hasta la muerte, por las creencias religiosas.
“En los peores países para vivir la fe la situación ha empeorado en los dos últimos años, por lo que a nivel global la libertad religiosa está en deterioro”, afirmó. En el cinturón central de África peligra por el avance del yihadismo, y el “ultranacionalismo” en países como la India, China o Corea del Norte la ponen en peligro. “En Europa también estamos preocupados por el incremento de los atentados terroristas y las profanaciones en Francia o las pintadas, en España, en la catedral de Santiago de Compostela”. A raíz de los datos, se calcula que 327 millones de cristianos viven en países donde hay persecución religiosa y 178 millones en países donde se discrimina por seguir una religión.
CARDENAL CAÑIZARES: “LA LIBERTAD RELIGIOSA ES LA BASE DE TODAS LAS LIBERTADES”
Por su parte, el Gran Canciller de la UCV, cardenal Antonio Cañizares, ha asegurado que “la libertad religiosa es, sin duda, el centro de los derechos fundamentales del hombre y la base de todas las libertades”. Por ello, ha apelado a “actuar en responsabilidad y hacer posible que sea una realidad viva en todo el mundo”.
Frente a los ataques a la Iglesia Católica, el Cardenal ha agradecido la labor que desempeñan “los perseguidos, los enfermos y las monjas contemplativas, pues están haciendo posible que nos mantengamos en la fe, que es lo que más futuro y mayor esperanza que podemos ofrecer a la humanidad”.
Concretamente en Valencia, se ha referido a la ideología de género, “que se quiere imponer como pensamiento único. Si no hay libertad religiosa no hay futuro para la sociedad”.
JOSÉ MANUEL PAGÁN: “DEFENDAMOS LA DIMENSIÓN PÚBLICA DE LA LIBERTAD RELIGIOSA”
Finalmente, el rector de la UCV, José Manuel Pagán, ha incidido en la importancia de “tomar conciencia de cuál es la realidad en la que viven hoy muchos de nuestros hermanos cristianos en el mundo. Alcemos nuestra voz frente al silencio mediático que impera ante esta realidad de sufrimiento, ayudémosles y tengámosles presente en nuestra oración”.
Esta actuación ha de ser también “a nivel interno en nuestro país, exigiendo el derecho a la libertad religiosa como lo que es: piedra angular en el edificio de los derechos humanos. Un derecho cuyo ejercicio no debe dificultarse como a veces contemplamos de nuestros poderes públicos, ni tampoco reducirse al ámbito interno y privado como también a veces se sugiere desde los distintos ámbitos. Defendamos la dimensión pública de la libertad religiosa”.