Nanotecnología para acabar con los cánceres de hígado y páncreas
Noticia publicada el
lunes, 6 de junio de 2016
Muchos términos del inglés científico nacidos de las investigaciones más actuales suelen carecer de una traducción oficial al español. Es el caso de ‘nanotheranostic’, la palabra clave en la línea de trabajo que desarrolla el investigador chino Chun Li en los laboratorios del Centro Anderson de Cáncer de la Universidad de Texas, en Houston (EE UU).
Li ha pronunciado una conferencia en la sede de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV) para exponer precisamente hacia dónde se encamina su ambicioso proyecto, que apuesta por este nuevo enfoque para luchar contra los cánceres de hígado y páncreas.
Según explica Li, ‘nanotheranostic’ -que algunos expertos traducen como ‘nanoteranóstica’- se define con más facilidad de la previsible: es la integración de las funciones de diagnóstico y tratamiento en un solo sistema a través de la nanotecnología (tecnología dedicada al diseño y manipulación de la materia a nivel de átomos o moléculas). Es decir, se detecta una patología al mismo tiempo que se trata.
Esta acción conjunta “ofrece, obviamente, muchísimas posibilidades” al desarrollo de una medicina personalizada: “En el pasado se ha utilizado la quimioterapia y la radioterapia como una herramienta aplicada del mismo modo para todo el mundo, lo que ha creado muchos problemas de toxicidad”.
EL PACIENTE ESPECÍFICO
Li recuerda con insistencia en su digresión que cada paciente es “distinto”, especialmente cuando se está hablando de tumores, “que son muy heterogéneos. De hecho, cuando un tumor se ha extendido, evoluciona y se convierte en otros distintos, en términos de biología y genómica”.
Para el investigador de la Universidad de Texas el desafío es identificar cuál es exactamente la “fuerza impulsora” de un tumor; qué sucede exactamente “en un tumor específico de un paciente específico”: de esa manera se hallará “un tratamiento concreto para ese paciente concreto”.
Los cánceres de hígado y páncreas son “los más difíciles”, lamenta Li. Mientras en el resto la media de fallecidos está bajando con estos dos aumenta. Sólo el cinco por ciento de los pacientes con cáncer pancreático consigue sobrevivir a la enfermedad después de cincos años; y en el de hígado las estadísticas son similares.
“Dirigir el tratamiento al paciente individual es una tarea exigente y desafiante. Estamos en el inicio del ‘nanoterantheranostic’ y nuestra investigación es difícil, pero esperamos conseguir resultados. Estamos hablando de dos patologías muy duras”, aduce.
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