Ángel Alloza Losana, director general de la Fundación Corporate Excellence-Centre for Reputation Leadership, ha impartido una conferencia en la Cátedra Pavasal para el Liderazgo y Gestión de las Organizaciones de la UCV sobre la nueva economía de la reputación en la que ha subrayado que “el reto hoy no es vender más, sino ganarse la confianza de la gente”.

En su intervención, que ha tenido lugar en la Facultad de Derecho, Alloza ha disertado sobre la “revolución invisible” de los intangibles dentro de la nueva economía y de la importancia que estos tienen actualmente en el valor total de las compañías. “En los años noventa el peso de los intangibles era de un 20 por ciento y el otro 80 correspondía al valor tangible, mientras que ahora el 80 por ciento es intangible y el resto tangible”, ha especificado.

“Los indicadores financieros informan de las ganancias del pasado, los intangibles lo hacen de la riqueza del futuro”, ha destacado.

En este sentido, Alloza ha indicado que “si la forma de construir diferenciación en el pasado era totalmente tangible, ahora la diferenciación la encontramos a través de la marca corporativa”.

“Para diferenciar no hablamos de lo bueno que son nuestros productos sino en qué valores creemos, cuál es nuestra razón o motivo por el que existimos y a qué necesidades respondemos como empresa. Y toda esa diferenciación es intangible porque está basada en propósitos, en la visión, en la misión y en los principios de una organización”, ha añadido.

“Los indicadores no financieros miden el estado de salud de los activos y recursos intangibles que son claves para la organización, algunos de los más importantes son los índices de reputación, de marca corporativa, de satisfacción de los clientes, de compromiso y alineamiento de la organización, y de propensión a recomendar nuestra empresa o producto”.

Por otro lado, el ponente ha señalado que “hoy para conservar tu licencia para operar ya no es suficiente con cumplir la ley, sino que tienes que tener una valoración positiva, la opinión publica de tu parte, porque la legitimidad actualmente es también social, y no solo jurídica como lo era antes”.

Alloza ha hecho hincapié en que para competir en este nuevo territorio “hay que aprender a gestionar estos activos, a través de herramientas de escucha, de inteligencia social, y de una serie de capacidades que tenemos que poner en marcha rápidamente en nuestras organizaciones”.

“Uno no compite solamente por indicadores financieros, sino que lo hace de verdad por ganar la confianza de aquellos de los que depende nuestro futuro”, ha concluido.