XVI Jornadas de Acción Social
No es una opción posible vivir indiferente ante el dolor
Noticia publicada el
jueves, 7 de octubre de 2021
La Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado las XVI Jornadas de Acción Social, este año centradas en el sufrimiento humano, en un acto que ha tenido lugar en el Campus de Santa Úrsula y en el que han participado cerca de un centenar de estudiantes.
El encuentro ha sido inaugurado por la vicerrectora para los Alumnos y la Acción Social, Beatriz de Ancos, que ha insistido en que “no es una opción posible vivir indiferente ante el dolor” y en que “no podemos dejar que nadie se quede a un lado de la vida”.
Así, la vicerrectora ha destacado que “la acción social de esta universidad está pendiente de las carencias de los débiles y de aquellos que sufren de cuerpo y alma, ya que la UCV se preocupa de las cuestiones que atañen a la dignidad de la persona, desde su nacimiento hasta el fin de la vida. Muchas veces nos cuesta reconocer a ese hermano herido, y no está tan lejos de nosotros, a veces está en la puerta de al lado, como nos recuerda el papa Francisco”, ha añadido.
De Ancos, junto a los coordinadores, María Ángeles Benito y Santiago de Hevia, ha dado la bienvenida a alumnos a la Escuela de Voluntariado y ha afirmado que la decisión de formar parte de ésta “es la mejor forma de completar su currículo y su formación integral durante su paso por la universidad.
Germán Cerdá: “De cómo aprendamos a vivir el sufrimiento, dependerá cómo vivamos”
La jornada ha incluido la conferencia de Germán Cerdá, profesor de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UCV, quien ha asegurado que “de cómo aprendamos a vivir el sufrimiento, dependerá cómo vivamos”.
En su intervención, Cerdá ha abordado el sufrimiento desde una visión positiva y ha dado las claves para conseguir que este “no sea una dificultad y se convierta en un proceso de maduración personal”.
Para ello, el ponente ha afirmado que “es necesaria una reflexión de lo que es el sufrimiento para darle sentido y afrontarlo de forma eficiente. De esa forma, seremos capaces de mantener nuestra vida, objetivos, e ilusiones, a pesar de que puedan existir cosas que no queremos, incluso graves, para la obtención de la felicidad”, ha añadido.
Para Cerdá, otra de las claves es “elegir por qué sufrir”. “No se puede sufrir por tonterías. Hay que ser consciente de que el sufrimiento tiene un sentido de liberación. Y desde el punto de vista cristiano un sentido redentor y de identificación con el propio Cristo en la Cruz”, ha añadido.
El profesor de Medicina de la UCV ha lamentado que “estamos en una sociedad que, en vez de enfrentarse al sufrimiento, huye de él, y ha subrayado que este “te acaba alcanzando siempre”.
“La otra opción es afrontar el sufrimiento, para que en vez de ser una esclavitud se convierta en proceso de maduración que te haga cada vez más libre, más autónomo y más persona, ha concluido.
La jornada ha incluido una mesa redonda titulada: Sufrimiento, ¿amigo o enemigo? Una puerta a la esperanza, en la que han participadoConcepción González, médico de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria del Hospital Universitario Dr. Peset; Patricia Lorenzo, presidenta de Red Madre en Valencia; y Ángela Tormo, psicóloga y coordinadora de programas Lares, y que ha llevado por título: Sufrimiento, ¿amigo o enemigo? Una puerta a la esperanza.
Concepción González: “El voluntario no sale herido sino fortalecido de esa experiencia”
Concepción González ha puesto en valor el trabajo de los voluntarios en el acompañamiento de personas enfermas y ha afirmado que estos “cumplen un papel muy importante que, en muchas ocasiones, ni los sanitarios ni lo propios familiares pueden desempeñar”.
“El voluntariado aporta un soporte de acompañamiento en la soledad que, muchas veces por la dificultad de compatibilizar horarios de los familiares, se convierte en fundamental para el enfermo, que muchas veces se abre más a sus necesidades emocionales con personas externas, que con sus propios familiares. Ya que piensa que les puede hacer daño, ha añadido.
Por otro lado, González ha afirmado que “pese a ser un voluntariado duro, con una mínima formación y apoyo, el voluntario no sale herido sino fortalecido de esa experiencia que le ayuda en el resto su vida y le hace pensar en situaciones que normalmente no se plantea con su edad, como es la enfermedad o el final de la vida, y le hace buscar respuestas a esas cuestiones”.
Ángela Tormo: “Los voluntarios fueron una luz para los centros de mayores en los momentos más duros de la pandemia”
Para Ángela Tormo, psicóloga y coordinadora de programas Lares, “los voluntarios fueron una luz para los centros de mayores en los momentos más duros de la pandemia”.
“Se reinventaron y consiguieron llegar, a través de las tecnologías, a las habitaciones y a los corazones de las personas mayores que, no lo olvidemos, fueron los que más sufrieron, física y cognitivamente, las consecuencias de la pandemia”, ha añadido.
Así, Tormo ha asegurado que “la experiencia ha supuesto mucho para las personas mayores, una ilusión en su día a día. Vieron restringidas sus relaciones sociales y esos contactos online intergeneracionales les daba mucha alegría. Los mayores esperaban con mucha ilusión esa videollamada, y era llamativo y muy positivo ver cómo se arreglaban y acicalaban para ese momento”.
Pero, para esta psicóloga el enriquecimiento no era solo para las personas mayores. “También es muy importante la perspectiva del aprendizaje de los voluntarios en este recorrido junto a personas de gran experiencia de vida, y que aportan mucho a la relación, ha destacado.
Patricia Lorenzo: “Todos podemos dedicar tiempo y talento a ayudar a los demás”
Por su parte, Patricia Lorenzo, presidenta de Red Madre en Valencia, ha disertado sobre el trabajo de su asociación y de cómo esta ayuda a las madres que se han visto abocadas al aborto.
“Se trata de mujeres a las que nadie les deja llorar, a las que se niega su derecho a duelo, y a las que la sociedad le dice que han hecho lo mejor que tenían que hacer y que ya se les pasará. Y todo ello no hace más que agudizar su dolor, ha añadido.
Asimismo, Lorenzo ha ensalzado la valentía de las “mujeres que, pese a las dificultades más grandes, deciden ser madres y convierten ese sufrimiento en amigo, ya que les hace mucho más más fuertes”.
Por último, ha ensalzado la labor de los voluntarios en su asociación y ha asegurado que “todos podemos dedicar tiempo y talento a ayudar a los demás”.
La jornada también ha incluido bloque de coloquios por grupos en los que los voluntarios han tenido la oportunidad de dar su visión sobre aspectos como el valor y el poder del amor como instrumento para afrontar el sufrimiento, cómo buscar el sentido a este, o cómo puede el voluntario ayudar a vivir en este tipo de situaciones, entre muchos otros.