La Universidad Católica de Valencia (UCV) llevará a cabo tres proyectos de cooperación internacional en Perú a lo largo de 2021 -de índole sanitaria, pedagógica y educativa, respectivamente- a través del Vicerrectorado para los Alumnos y Acción Social.

“Estos proyectos de cooperación internacional al desarrollo se enmarcan dentro de las directrices de cooperación universitaria al desarrollo para el periodo 2020-2030 elaboradas por CRUE: el desarrollo humano sostenible, la promoción de la salud y educación, los derechos humanos y la no discriminación, la mejora de las condiciones de vida de la población desfavorecida”, explica la vicerrectora, Beatriz de Ancos.

Asimismo, los proyectos de la UCV en Perú quieren ser la expresión del “compromiso” y la “solidaridad” de la comunidad universitaria de la UCV, “haciendo que sea realidad su implicación en la construcción de un mundo más justo y sostenible”.

El primero de los proyectos lo dirige la profesora del Grado en Enfermería Maite Murillo en el Vicariato Apostólico de Requena (Perú), a petición del obispo del citado vicariato, el franciscano valenciano Juan Oliver. Se trata de un proyecto de acceso gratuito a medicamentos y alimentos para personas sin recursos de esta zona de la Amazonia peruana que dará inicio en las próximas semanas y se estima que dure unos cinco meses.

La difícil situación sanitaria de base que presenta Requena ha empeorado todavía más a lo largo del pasado año a causa de la pandemia global por Covid-19, según explica Murillo: “Resulta necesario realizar campañas de salud que atiendan los problemas más acuciantes de salud, hacer chequeos y proporcionar antibióticos, antiparasitarios, antiinflamatorios, analgésicos o multivitamínicos, entre otros; así como proporcionar alimentación básica para ayudar a las personas más vulnerables y pobres, fundamentalmente niños, jóvenes, mujeres y ancianos.

La acción solidaria de la UCV, que se une desde hace años a las campañas de salud que el obispo valenciano promueve en los poblados y caseríos pertenecientes al Vicariato Apostólico, se llevarán a cabo desde el Centro Médico Padre Nicolás Giner y la pastoral social de Cáritas Requena. Los objetivos a corto plazo serán la disminución de pediculosis, el tratamiento de enfermedades crónicas y la mejora de la nutrición y alimentación de los pacientes.

Se cumple en estos días un año de la última campaña de voluntarios de la UCV sobre el terreno en Requena, que las circunstancias sanitarias impiden desde el inicio de la pandemia: “La estancia allí del curso pasado con estudiantes voluntarios nos permitió conocer a las personas que trabajan en el Vicariato. El contacto ha sido continuo desde entonces y las ganas de colaborar con ellos se han acrecentado. Este año no podemos viajar por razones obvias, aunque trabajaremos conjuntamente a través de las redes sociales”.

La cooperación internacional está inscrita en el ADN de la Universidad Católica de Valencia, en opinión de Murillo, que destaca la contribución de esta institución de educación superior en “al desarrollo de la dignidad humana y los ideales cristianos”. Para la profesora de Enfermería “las actitudes y los principios católicos están estrechamente relacionados con este tipo de proyectos que nos ayudan comprometernos con zonas muy necesitadas. Todo el apoyo que ofrezcamos para que esos pueblos se desarrollen en un mundo más justo nos hará mejor universidad”.

NUEVAS METODOLOGÍAS PARA 150 PROFESORES

En marcha desde el pasado 9 de febrero y hasta el próximo día 17 se encuentra el proyecto educativo dirigido por el profesor de la Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación Miguel Ángel Jiménez, mediante el que la UCV imparte formación de forma telemática a 150 profesores de todos los niveles de educación preuniversitaria, desde Educación Infantil hasta Bachillerato, también en el Vicariato Apostólico de Requena (Perú).

Esta intervención responde a la solicitud del obispo Oliver, para que la Universidad Católica de Valencia colaborase con la formación del profesorado local con el objetivo de mejorar el nivel educativo de la población atendida por la Iglesia en esta zona del Amazonas peruano.

Según explica el propio Jiménez, la formación impartida por la UCV busca, en primer lugar, que los docentes participantes hagan una revisión reflexiva de su “acción educativa” y planteen “de forma adecuada” todos los elementos del currículum “de modo que contribuyan lo mejor posible a la mejora del aprendizaje de sus alumnos, independientemente de la edad que tengan.

El segundo objetivo de Jiménez es que los profesores de Requena desarrollen “metodologías que puedan adaptarse fácilmente a todas las etapas educativas”. Así, la formación de la UCV incide tanto en metodologías que impulsan la “cooperación”, planificando exhaustivamente todos los elementos de la misma “para que no se convierta en trabajo de grupo”, como en otras “que atiendan a la diversidad del alumnado, potenciando y respetando el ritmo y el nivel de cada uno de los alumnos de una clase”.

“En la medida de las posibilidades que tienen estos docentes, también introduciremos algunos recursos que sirvan para desarrollar estrategias de aprendizaje por medio de las nuevas tecnologías (TIC). Lógicamente, están sufriendo las restricciones impuestas por la pandemia y esto puede ser útil si se cuenta con los medios mínimos necesarios”, indica el profesor de la UCV.

La razón de ser de esta colaboración se encuentra en la “responsabilidad social inapelable” de toda universidad, en opinión de Jiménez: “Ofrecemos este apoyo a uno de los pilares esenciales de desarrollo de los pueblos, la educación. La formación de los maestros es la clave de arco de cualquier sistema educativo, por lo que la colaboración en este proyecto no puede ser más relevante”.

“Esto vale también para nuestra sociedad, por lo que la responsabilidad que tenemos al contar con una facultad que forma maestros es crucial. Compartir este conocimiento, estando a la vanguardia  y escuchar lo que las personas con las que colaboramos nos aportan y solicitan es esencial para la construcción de un mundo más justo y más fraterno. Esta es  una de las claves de la misión de la Iglesia y, por tanto, de nuestra Universidad. Además, la implicación en esta diócesis de la Amazonia peruana, es una solicitud expresa de nuestro Gran Canciller y, por lo tanto, creo que supone un reto institucional al que debemos responder en la medida de nuestras posibilidades”, añade.

USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EDUCATIVAS EN LA SELVA

El tercer proyecto que la UCV llevará a cabo en Perú tendrá lugar a partir del 27 de febrero en el Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado y Madre de Dios, perteneciente también a la amazonia peruana. El vicedecano de Educación Social, Luis Díe, impartirá un taller práctico online sobre el uso de las TIC aplicadas a las didácticas específicas de las materias del currículum de Educación Primaria en el sistema educativo del país hispanoamericano.

El proyecto responde a una petición de la Red Escolar de la Selva del Suroriente Peruano (RESSOP), institución educativa del citado Vicariato, para formar a docentes de las comunidades nativas de la zona. La duración del taller está previsto que se extienda hasta junio, aunque esta dependerá de los itinerarios individualizados que requiera cada maestro, con niveles adaptados a cada participante. RESSOP dispondrá, además, de una serie de vídeos de apoyo, realizados por alumnos de la UCV.

A pesar de que la situación sanitaria internacional dificulta la movilidad de los voluntarios de la Universidad Católica de Valencia en el presente, Díe espera poder viajar a Perú en el mes de enero de 2022 para colaborar de una manera más directa con los responsables de RESSOP y con los maestros y maestras del Vicariato: “Desde septiembre de 2020 y con todas las medidas de prevención obligatorias, un grupo de alumnos de la Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación se está formando para realizar acciones de cooperación en el Vicariato, así como en otros lugares de Perú en los que la UCV ya ha estado presente en otras ocasiones”.

“Se trata de una formación totalmente gratuita y voluntaria, tanto por parte de los alumnos participantes, como de los profesores que les acompañan. El compromiso de todos los participantes es mantener las actividades de formación hasta diciembre de 2021, incluso con la incertidumbre de si podremos o no viajar en enero de 2022”, añade Díe.

Según expone el vicedecano de Educación Social, el proyecto de cooperación con RESSOP “hace visible que el compromiso y la participación de la UCV con la misión de la Iglesia universal no es sólo un eslogan, sino que es real y concreto”. Hace visible que algunas personas están dispuestas “a asumir los riesgos e incomodidades del viaje, la estancia y el trabajo allí, con el único propósito de aprender y de servir”.

“Todo el proyecto educativo que la Facultad plantea alrededor de esta clase de prácticas internacionales permite la formación integral de nuestros alumnos y profesores, a través de una experiencia vivida, que difícilmente puede conseguirse de otro modo”, aduce.