El Instituto de Estudios Europeos de la UCV ha organizado una mesa redonda sobre si procede o no la ampliación de la Unión Europea tras el Brexit, en la que su director, Rafael Ripoll, ha asegurado que “sigue habiendo más países que llaman a la puerta de la Unión Europea que quienes la cuestionan”.

Para Ripoll, “los procesos de ampliación siempre han sido una prioridad en el proceso de integración de la Unión Europea, ya que esta, en construcción permanente, siempre está abierta a la integración de otras sensibilidades, inquietudes y estructuras sociales y económicas”.

“Lo que empezó siendo una unión de seis países, lo es ahora de 27 y en un futuro lo podría ser de algún país más”, ha añadido.

CARLOS FLORES: “TRAS EL BREXIT, YA ES HORA DE CENTRARSE EN LA CUESTIÓN DE LA AMPLIACIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA”

En la mesa redonda también ha participado Carlos Flores, cónsul de la República de Macedonia del Norte y catedrático de Derecho Constitucional por la Universitat de València, quien ha afirmado que “tras 3 años centrados en el Brexit, ya es el momento de volver a esa cuestión que nos hemos dejado aparcada durante todos estos años, y que sigue estando esperando a ser resuelta, y que no es otra que la ampliación de la Unión Europea”.

En este sentido, Flores ha lamentado que “la ampliación se encuentra bloqueada y postergada, y en la actualidad no es una prioridad para los estados miembros de la Unión que han demostrado muy poco interés en avanzar en el proceso negociador”.

“También es cierto que algunos de los países balcánicos que están tocando las puertas de la Unión presentan déficits estructurales, morales, inestabilidad política o social o retraso económico. Por lo que no son los candidatos ideales, pero tampoco lo eran los países que se incorporaron en el 2004, y que hoy se desarrollan con bastante dignidad como estados miembros de la Unión”, ha argumentado.

En este punto, Flores ha destacado que “la UE, más que una necesidad práctica ampliación, tiene una necesidad política de cara a transmitir la imagen de que la Unión sigue atrayendo candidatos en un momento en el que empiezan a marcharse”.

“Sin embargo -ha continuado este catedrático-, para los países candidatos la adhesión a la UE es vital ya que supone el pasaporte a la estabilidad política, a las fluidas relaciones bilaterales, al desarrollo económico y de cara a neutralizar la presencia política y geoestratégica de otras potencias como Rusia”.

TURQUÍA Y LA UNIÓN EUROPEA

Por su parte, Ufuk Alkan, investigador de la Universidad de Ankara, se ha referido a la posibilidad de que Turquía ingrese en la UE y ha afirmado que para que esta posibilidad fructifique “se debería desarrollar una nueva una nueva política de ampliación y cambiar las reglas de juego”.

“El proceso de ingreso de Turquía en la Unión no es una opción muy creíble para los ciudadanos turcos, ya que en la actualidad no se ve a la UE como actor creíble que pueda generar cambios políticos y domésticos en mi país”, ha subrayado.

En este sentido, Alkan se ha mostrado partidario de una opción alternativa al ingreso en pleno derecho, basada en una asociación desarrollada que podría beneficiar a ambas partes”.