El comisionado de la Generalitat en Salud Mental, en la Cátedra Pavasal
Rafael Tabarés: "La pandemia lo ha cambiado todo"
Noticia publicada el
jueves, 24 de febrero de 2022
El psiquiatra y psicoterapeuta Rafael Tabarés-Seisdedos (Bilbao, 1963), comisionado de la Presidencia de la Generalitat en Salud Mental, ha impartido una conferencia en la Universidad Católica de Valencia (UCV) invitado por la Cátedra Pavasal, en la que ha puesto sobre la mesa los problemas derivados de la pandemia.
En su intervención, como avanza en la siguiente entrevista, el Catedrático de Psiquiatría de la Universitat de València ha querido dejar claro que “la pandemia lo ha cambiado todo” y ha hecho que "tengamos que mirar de frente no sólo a los problemas físicos, sino también a los problemas de nuestra alma, de nuestro espíritu”.
“Sin duda, la situación es de tal envergadura que requiere de intervenciones de emergencia y los recursos están para eso”, afirma Tabarés, quien aclara a continuación las vigas maestras de un plan de acción ciertamente esperanzador: “Este reto no es posible encararlo individualmente; las cosas tienen que mejorar y vamos a intentar estar juntos”.
Hay expertos que afirman que la covid ha llevado aparejada otra pandemia, la de la salud mental. ¿Ha habido esta causa efecto o la crisis del coronavirus la ha destapado?
Están los dos puntos, no son excluyentes. Venimos de una situación en que ya existían los trastornos mentales en la población general -relacionados con el humor, el estado de ánimo, las depresiones, la ansiedad- y de un modo extraordinariamente prevalente: una de cada cinco personas, en torno al 15 ó 20% de la población (incluso algunos estudios de prevalencia hablan de porcentajes más altos) va a tener una depresión a lo largo de su vida.
Son cifras antes de la pandemia que apuntan que los trastornos psiquiátricos provocan una carga de enfermedad muy importante en todo el mundo. Además, ya había grupos mucho más vulnerables como los niños, niñas, jóvenes y adolescentes o los más mayores, que con la pandemia se han incrementado.
También hay que tener en cuenta otras situaciones que podríamos considerar como traumas colectivos: desde la última década venimos asistiendo a importantes problemas de desigualdad económica, de emergencia climática, de polarización, de fragilidad e inestabilidad institucional, que son elementos que están influyendo sobre el bienestar de las personas. La pandemia ha provocado que se acelere el impacto sobre la salud física y sobre la salud mental y también es claro que ha hecho que muchas personas con problemas de salud mental se descompensen.
También ha evidenciado que cualquiera de nosotros es susceptible de caer, por así decirlo, en este pozo.
Ciertamente, pues está la posibilidad de adquirir la condición de persona depresiva, ansiosa, con problemas de adicción al alcohol, a determinadas sustancias, a las pantallas… incluso el riesgo de querer quitarnos del medio. Por lo tanto, la pandemia, desde mi punto de vista, ha hecho que los ciudadanos, las personas corrientes, tomen conciencia de esto y no quieran mirar a otro lado.
¿A ello responde la comisión que le encargó el Gobierno valenciano?
Llevo menos de un año como comisionado y en el Gobierno valenciano -en concreto, por parte del Presidente- hay una sensibilidad especial a este tipo de temas. Durante este tiempo hemos intentado hacer visible este malestar, hemos escuchado a los representantes de las asociaciones de familiares, de pacientes, de las sociedades científicas, de los colegios profesionales… porque queríamos poner en marcha un proceso deliberativo que recibe el nombre de convención ciudadana sobre salud mental.
¿Cuáles son los pasos que deben darse?
La primera sesión fue el 5 de marzo, para justamente hacernos la pregunta y responderla: cómo abordar los problemas de salud mental, drogodependencia y conductas adictivas en la Comunidad Valenciana. Lo extraordinario de la convección es que los miembros se han elegido por sorteo de entre todos los mayores de 15 años residentes en la Comunidad Valenciana, es decir, se han sorteado 4.285.854 mayores de 15 años y se han extraído del sorteo 9.000 personas que durante los meses de marzo y abril tratarán de responder.
Es, por tanto, un intento de contar con todo el mundo más allá de las personas afectadas, influyentes o expertas.
Así es... ¡Cuántas veces nos quejamos de que a los ciudadanos lo que realmente les interesa va por un sitio y las acciones de gobierno, incluso las acciones de los partidos políticos, van por otro! Por ello pensamos que es una maravillosa manera de que, en este ambiente de polarización, donde no hay posibilidad de que uno escuche al otro porque no le da la legitimidad de ser diferente, con los procesos deliberativos haya una obligación emocional y cognitiva de buscar puntos en común.
Merece la pena: la idea es que haya un catálogo de recomendaciones sobre cómo abordar los problemas de salud mental, drogodependencia y conductas adictivas que serán evaluadas técnica y políticamente y, al mismo tiempo, redactaremos el plan de acción en salud mental de la Comunidad Valenciana con una vocación plurianual, con un presupuesto que tenga en cuenta los retos que tenemos y las necesidades que existen y que sea capaz de aglutinar el mayor número posible de ciudadanos, asociaciones, grupos políticos, sindicatos, sociedades científicas, colegios profesionales...
Hay muchos frentes abiertos, pero preocupan especialmente los datos sobre los menores y los jóvenes.
Antes de la pandemia la situación con los jóvenes era muy difícil. Los estudios en los que participo a nivel global apuntan que el 20% de los menores de 20 años en la mayoría de los países de Europa tienen problemas de salud mental, de drogodependencia y conductas adictivas, que los problemas mentales representan la primera causa de años vividos con discapacidad de carga de enfermedad.
España no es la excepción.
No, no es la excepción y, como en el resto de Europa, el suicidio es una de las primeras causas de años perdidos de vida, apuntando a que este tipo de problemas son transversales, pues están influidos por todos los factores que te puedas imaginar: factores culturales, sociales, biológicos, psicológicos… Ésta era la radiografía antes y, con la pandemia -sobre todo, en el año 2020- los jóvenes tuvieron un cerrojazo, una cuarentena, una imposibilidad de ir a los colegios, de tener su desarrollo social a través de la presencialidad, una dificultad de ser atendidos porque el sistema estaba colapsado.
Todo esto ha provocado que aumentaran más de un 10% las consultas y las peticiones de consulta de problemas de salud mental en jóvenes, niños, niñas y adolescentes. En el primer año de pandemia se incrementó el número de suicidios respecto al 2019, sobre todo, en los jóvenes menores de 39 años; en concreto, entre 20 y 35 años, se incrementó más del 20%.
Es verdad que los datos que tenemos ahora del primer semestre del 2021 muestran que ha bajado el suicidio, especialmente en los jóvenes. Sin embargo, han subido en los grupos de mediana edad.
Todo esto indica que los niños y los jóvenes son los más vulnerables, más allá de la pandemia. ¿Cómo ayudarles?
En agosto se puso en marcha un plan de choque para mejorar la asistencia a niños, niñas, jóvenes y adolescentes con la creación inmediata de tres unidades de atención comunitaria en las tres provincias, la creación de tres unidades de atención comunitaria para problemas complejos de niños, niñas, jóvenes y adolescentes y la creación de tres hospitales de día para niños, niñas, jóvenes y adolescentes, pues no teníamos ninguno en la Comunidad Valenciana en la sanidad pública. Esto supone la contratación de 69 nuevos profesionales que son psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y terapeutas ocupacionales.
Ya se hizo una modificación presupuestaria en 2021 y en el presupuesto del 2022 existe una partida para la contratación de 50 psicólogos clínicos que apoyarán el trabajo desde los centros de salud mental y atención primaria. Estamos en marcha.