Reflexiones sobre la pandemia COVID-19 desde la perspectiva de la pobreza y la tecnología

Vicente Cloquell Ballester | 21 diciembre 2020

Reflexiones sobre la pandemia COVID-19 desde la perspectiva de la pobreza y la tecnología

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Reflexiones sobre la pandemia COVID-19 desde la perspectiva de la pobreza y la tecnología

Si bien es cierto que ningún individuo está libre de sufrir las consecuencias de una pandemia, sería ingenuo pensar que la distribución de esas consecuencias es uniforme para todos los segmentos de la población. Tanto es así, que la evidencia histórica confirma la intuición de que los más desfavorecidos son los más afectados, sanitaria, social y económicamente.

Todavía es pronto para conocer siquiera los efectos reales de la covid19 y, a fortiori, es prácticamente imposible disponer en la actualidad de un análisis sólido por grupos de población y por países. En este sentido, es importante señalar la debilidad que han demostrado los sistemas de gestión de la información estadística relacionada con esta pandemia, incluso en los países desarrollados.

Aunque pudiera parecer que la virtualidad principal de este tipo de información estadística se centra en los análisis «ex post», es obligado recordar que una información de calidad sobre la evolución de cualquier sistema es fundamental para mejorar la probabilidad de tomar decisiones acertadas sobre el propio sistema. Se podría argumentar que la mayor o menor bondad de las decisiones adoptadas afecta a todos los grupos de población por igual. Sin embargo, este argumento encierra un silogismo obvio pues, precisamente, carecer de información segmentada impide tomar las decisiones más adecuadas de acuerdo con la casuística y las necesidades propias de cada grupo de población, si las hay.

Parece inverosímil que esto ocurra, como ya se ha dicho, en países desarrollados y en pleno auge del uso de los Macrodatos (Big Data) y de la Inteligencia Artificial; pero así ha sucedido, dando al traste con cualquier intento de realizar previsiones rigurosas. ¿Y quiénes han sido los más perjudicados por esa falta de información en tiempo real? Aunque hay que mantener un elevado grado de cautela, los estudios realizados detectan una incidencia de los contagios inversamente proporcional a la renta[1]. Así pues, los más desfavorecidos son los más perjudicados por el fracaso de los sistemas de apoyo a la decisión.

Este fracaso, que es más organizativo que tecnológico, contrasta con la plausible fiabilidad que han demostrado otras tecnologías durante los peores momentos de la pandemia y que han contribuido a satisfacer necesidades básicas. Hay que hacer referencia en esta categoría a la ingeniería de generación y distribución de energía, a la ingeniería de comunicaciones, así como a la ingeniería logística.

Por otra parte, la tipología y las condiciones de la vivienda desempeñan un papel importante, en relación con la pandemia, desde muy distintos puntos de vista. Sin ánimo de exhaustividad, cabe citar los siguientes: sanitariamente -tanto por cuestiones físicas como psíquicas-, destacan aspectos como la amplitud de los espacios, la posibilidad de aislamiento de positivos, la ventilación, la iluminación natural, la capacidad de almacenamiento de productos básicos y la disponibilidad sin saturación de los espacios comunes, entre otros; y desde la realidad laboral o formativa, la posibilidad y la comodidad del ejercicio del teletrabajo o de la teleformación.

Como era de esperar, no han tardado en aparecer contribuciones desde el ámbito de la Arquitectura y la Domótica que intentan profundizar en este reto, aunque sea en una primera aproximación[2], [3]. También desde esta perspectiva, es indudable que los más desfavorecidos tienen mayores dificultades a la hora de disponer de una vivienda que incorpore los requerimientos identificados como necesarios para minimizar los efectos negativos de la pandemia. Es más: podría afirmarse que la vivienda es uno de los factores clave que coadyuvan a una mayor incidencia de la covid19 entre los menos favorecidos, de confirmarse esta tendencia identificada en los primeros estudios.

Otro tanto podría decirse de la movilidad, para quienes las alternativas al transporte público no son una opción por ser inalcanzables económicamente.

Por último, y como consecuencia derivada de la covid19, hay que señalar la exclusión social que provoca la «pobreza informática», y que se ha agravado cuantitativa y cualitativamente desde el inicio de la pandemia. La carencia de dispositivos, aplicaciones y conexión a internet (acompañada habitualmente de una falta de competencias para su uso) está convirtiendo a quienes la padecen en verdaderos «no-ciudadanos» o en completos dependientes. Efectivamente, la relación con las Administraciones públicas y con las grandes empresas se ha reconducido casi exclusivamente a la vía telemática, para cualquier tipo de gestión; del mismo modo, gran parte de la oferta de formación existente ha mutado a modalidades no presenciales como respuesta a las restricciones sanitarias.

Habría que prestar mucha más atención a este fenómeno e instar a los poderes públicos su solución, porque afecta grandemente a la dignidad, dificulta las relaciones jurídicas y supone una gran barrera añadida para quienes, por su situación económica, han de superar multitud de obstáculos en su vivir cotidiano.

En síntesis, la bondad de las tecnologías maduras se demuestra claramente ante los retos impuestos por la pandemia; sin embargo, no es menos evidente que las barreras de acceso o de uso asociadas a las tecnologías agravan las desigualdades hasta el punto de convertir en amenazas para unos lo que deberían ser oportunidades para todos.

Una vez más, no sólo parece lícito, sino que es necesario considerar las tecnologías dentro de la categoría de bien común de la humanidad y procurar que su destino sea universal de forma efectiva, sobre todo cuando su uso se impone por las circunstancias y dejan de ser prescindibles.

 

[1] Baena-Diez JM, Barroso M, Cordeiro-Coelho S, Díaz JL, Grau M. Impact of COVID-19 outbreak by income: hitting hardest the most deprived. J Public Health (Oxf). 2020. https://doi.org/10.1093/pubmed/fdaa136

[2] Gómez Jiménez, Mº Luisa (2020). Vivienda domótica adaptada a la emergencia sanitaria ideas preliminares, retos y propuestas normativas para la sociedad post COVID-19. Revista de Derecho Urbanístico y Medio Ambiente, ISSN 1139-4978, Año nº 54, Nº 337-338

 

[3] Salvador-Ferrín, M. (2020). Transformación de la arquitectura desde el COVID-19. Revista Científica Y Arbitrada Del Observatorio Territorial, Artes Y Arquitectura: FINIBUS - ISSN: 2737-6451., 3(6), 26-45. Recuperado a partir de https://publicacionescd.uleam.edu.ec/index.php/finibus/article/view/148

 

 

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