Reivindican el papel de las personas mayores en la configuración moral de las nuevas generaciones
Noticia publicada el
viernes, 10 de junio de 2016
El profesor Enrique Burguete, miembro del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, ha impartido una conferencia sobre Bioética en la Cátedra Dr. Barcia Goyanes para el Estudio del Envejecimiento y el Desarrollo Integral de los Mayores en la que ha reivindicado “el papel de las personas mayores en la configuración de la conciencia moral de las nuevas generaciones”.
En particular, Burguete ha pedido que, con su ejemplo, “ayuden a los más jóvenes a entender que el objetivo final de la vida no es el bienestar subjetivo, sino la vida lograda”. “Una vida lograda que se hace accesible cuando el agente moral es capaz de bienaventuranza, olvido de sí, aceptación serena de la realidad y esperanza en una vida más allá de la muerte”, ha especificado.
En este sentido, el ponente ha añadido que “la aceptación de las distintas situaciones vitales y la entrega de sí mismo como sacrificio amoroso, tiene como recompensa la vida feliz; mientras que la huida permanente del sufrimiento, tiene como resultado la cultura de la muerte”.
Durante su intervención, Burguete ha repasado diferentes dilemas bioéticos que se dan en las distintas etapas de la vida.
Así, respecto al inicio de la vida, este profesor ha disertado, entre otros temas, sobre la selección de embriones para su implantación; la mejora de la calidad de vida de los adultos a través del uso de los órganos de sus propios descendientes; el aborto; o el uso de células embrionarias para creación de quimeras, es decir: para introducirlas en embriones tempranos de animales de granja, logrando así que el animal forme en su interior tejidos y órganos humanos.
En lo referente a los dilemas relativos al transcurso de la vida, Burguete ha valorado desde una perspectiva ética, los aspectos más controvertidos de la intervención hormonal sobre menores diagnosticados con disforia de género y, en general, las propuestas del anteproyecto de “Ley integral del reconocimiento del derecho a la identidad y expresión de género en la Comunitat Valenciana”, “que aspira a incluir la ideología de género como contenido educativo obligatorio”, ha subrayado.
Por último, y en lo que respecta al final de la vida, el experto en Bioética ha valorado éticamente el concepto de muerte digna, y ha mostrado las razones por las que éste término no es válido para reivindicar el suicidio asistido ni la eutanasia. De la misma forma ha disertado sobre la sedación en el final de la vida, y ha incidido en la necesidad de “ayudar al paciente terminal a sobrellevar el dolor físico, pero sin impedir definitivamente la existencia de periodos de consciencia que le permitan afrontar ese momento de su vida y tomar sus últimas decisiones vitales”.
LA ÉTICA TRADICIONAL PUEDE DAR RESPUESTA A LOS NUEVOS RETOS DE LA CIVILIZACIÓN CIENTÍFICO Y TÉNICA
Tras la enumeración de todos estos dilemas, el ponente se ha formulado la siguiente pregunta: ¿Puede la ética tradicional dar respuesta a los mismos, o urge el diseño de nuevos imperativos morales? Y su respuesta ha sido que “si la Filosofía Moral no dio respuesta en su momento a los dilemas que hoy nos acucian fue, sencillamente, porque estos problemas todavía no se habían planteado. “Pero esto no implica que no pueda responder a los nuevos retos de la civilización científico y técnica y que, en consecuencia, sea necesario el desarrollo de nuevas éticas”, ha añadido Burguete.
Al hilo de lo anterior, Burguete ha lamentado “el actual obscurecimiento de los principios morales clásicos que obedece a la implantación del pensamiento débil, a la concepción biologicista dominante sobre la naturaleza humana; y al psicologicismo y subjetivismo que subyace al nuevo concepto de salud”, ha indicado.
El experto en Bioética ha añadido, además, como coadyuvantes de la crisis moral contemporánea, “el desarrollo de un nuevo ambiente público de carácter marcadamente hedonista, atomista, relativista y utilitarista; la cosmovisión cientifista que desprecia a la Metafísica; y el procedimentalismo moral”.
Por último, Burguete ha incidido en que “la mayoría no siempre es depositaria de la verdad, como la historia se ha encargado de demostrar, y esta no debe fundar la autoridad en las cuestiones de conciencia ni en los conflictos religiosos”.
Así, tras una apelación a la necesidad de respetar la objeción de conciencia de educadores y personal sanitario, el ponente ha reivindicado la presencia de la Filosofía y la Teología moral en los comités de Bioética.
Rubén Figueirido / comunicacion@ucv.es