El 4 de octubre se celebra el patrón de los veterinarios San Francisco de Asís.

A éste se le relaciona con la profesión veterinaria dada su devoción por todas las criaturas, a las que dedica en el año 1.225 el famoso “Cántico a las criaturas”. Además, los registros históricos indican que cuando decidió dejar atrás su vida de riqueza, se dejaba ver por sus “hermanos pequeños”, que eran diversos animales con los que, a través de la meditación, conseguía establecer comunicación.

Pero ¿un veterinario trabaja únicamente con animales?

Aunque en el ideario común esté la imagen del profesional veterinario asistiendo a cualquier animal de compañía, los profesionales que se dedican a ello aportan mucho más, tanto al cuidado y desarrollo de distintas especies animales, como a otros ámbitos como la salud pública, la vigilancia del bienestar animal, etc.

En el área de la producción ganadera ni qué decir que son una pieza imprescindible en el control de los animales y la vigilancia de toda la línea de producción, certificando tanto el bienestar animal dentro de las instalaciones, como supervisando los procedimientos de producción lechera y/o cárnica. Además se cercioran de que la red de transporte de producto sea la adecuada y por tanto, que el consumidor final, pueda adquirir un producto de calidad con todas las garantías de seguridad.

La parte reproductiva es otro de los puntales a los que se dedican y están implicados en los procesos tanto de extracción de gametos para potenciar la reproducción artificial, como en el seguimiento de hembras gestantes y por supuesto, en el paso final de asistencia al parto.

Pero hay más. Los laboratorios de análisis clínicos donde identificar y diagnosticar distintas patologías, parásitos y microorganismos son esenciales y complementarios en el trabajo diario del veterinario clínico, aunque en su día a día sus “pacientes” sean muestras biológicas. Estas ayudan a comprender los procesos infecciosos y permiten poder aplicar distintos tratamientos a los pacientes.Y éstos también pueden ser muy variados. Desde las mascotas comunes como gatos, perros o periquitos, hasta exóticos de zoológicos, pequeños insectos, peces, moluscos o incluso animales salvajes en su propio hábitat.

También los encontramos en todas aquellas actividades lúdico-festivas que implican la presencia de animales, como cabalgatas, desfiles o exhibiciones.

Y por último, la educación y la investigación forman parte también de las salidas profesionales de este ámbito. Gracias a estas dos, el desarrollo y formación de estudiantes y la innovación en el campo del I+D+i aportan el enlace necesario para seguir creciendo como colectivo profesional.

Por todo ello, desde la Facultad de Veterinaria y CC. Experimentales de la Universidad Católica de Valencia, queremos felicitar la jornada a todos aquellos que dedican su día a día a prosperar en la práctica veterinaria y a enriquecer todos y cada uno de los campos de acción profesional.