Tras una estancia de investigación en Lisboa
Sandra Carrera detalla los avances en el manejo nutricional de la Esclerosis Lateral Amiotrófica
Noticia publicada el
viernes, 15 de enero de 2021
La investigación en nutrición es relativamente nueva. Así, pese al auge vivido en los últimos años, conviene seguir avanzando en esta ciencia en evolución, sujeta a constantes cambios y a corrientes emergentes en alimentación y estrategias nutricionales. Para valorar las bases que van cimentando esta disciplina, se ha entrevistado a la profesora del Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Católica de Valencia (UCV) Sandra Carrera, doctoranda que ha realizado una estancia de investigación en la Escola Superior de Tecnologia Da Saúde (ESTeSL), en Lisboa, y en el Hospital García de Orta de Almada (Portugal).
La nutrición suele asociarse con tratamientos de pérdida de peso, cuando su aplicabilidad atañe tanto a la preservación del estado de salud como a la prevención y tratamiento de algunas patologías.
Exactamente. De hecho, el tratamiento nutricional es un acompañamiento más dentro del tratamiento integral que recibe un paciente que esté en cualquier situación fisiológica como puede ser embarazo, pediatría, geriatría… O en cualquier situación patológica, como puede ser la obesidad o los trastornos de la conducta alimentaria, enfermedades cardiovasculares o enfermedades neurodegenerativas, entre otras.
Precisamente, este último aspecto es el que ha investigado, relacionado con la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). ¿En qué ha consistido su estudio?
Se trata de una intervención multidisciplinar realizada en una muestra de pacientes afectados de ELA que fueron suplementados con aceite de coco y antioxidantes. En el área de la nutrición se ha realizado una intervención dietético-nutricional mediante un plan de alimentación acompañado de educación alimentaria y evaluación de la composición corporal mediante método antropométrico.
¿Y qué puede decir de la intervención del dietista-nutricionista con estos pacientes?
La ELA es una enfermedad neurodegenerativa crónica y progresiva, que afecta al sistema nervioso central produciendo una disfunción selectiva de las neuronas motoras superiores e inferiores. Esta patología produce un impacto negativo sobre el estado nutricional del paciente ya que genera pérdida de peso, especialmente a costa de una disminución de la masa muscular e incrementa el riesgo de padecer alteraciones intestinales como el estreñimiento o la diarrea. Además, se suele acompañar de complicaciones en la alimentación, especialmente en la deglución de alimentos, lo que incrementa el riesgo de atragantamiento.
En base a estas complicaciones, es frecuente que el paciente retire o limite la ingesta de determinados alimentos, generando así una alimentación monótona y desequilibrada que puede incrementar el riesgo de carencias nutricionales. Por todo ello, el dietista-nutricionista es una figura especialmente relevante, ya que está capacitado para evaluar el estado nutricional del paciente, diseñar una estrategia terapéutica y un plan de alimentación adaptado a la situación individual. Podrá acompañar este proceso con educación alimentaria para generar adherencia hacia una alimentación saludable que minimice el impacto negativo que presenta la patología sobre el estado nutricional y sobre la calidad de vida.
Además, se debe tener en cuenta que el paciente afectado de ELA requiere atención prácticamente continuada por parte de sus familiares o cuidadores, de modo que su consejo también debe hacerse extensivo a ellos.
Su estancia de investigación le ha permitido realizar una de las actividades formativas que ofrece el programa de doctorado en Ciencias de la Salud de la UCV. ¿Cómo valora esta experiencia?
Ha sido una experiencia muy satisfactoria y enriquecedora en tres niveles: académico, profesional y personal. Poder conocer nuevas dinámicas y metodologías de trabajo ha contribuido a enriquecer los conocimientos y generar un proceso de aprendizaje valioso. Igualmente, compartir experiencias con otros profesionales sanitarios me ha permitido obtener una visión más global del paciente afectado de ELA y entender la importancia que presenta la atención integral por parte de un equipo multidisciplinar.
Además, todo ello, pese a las circunstancias generadas por la pandemia.
Así, es. Me he sentido muy arropada por todos los profesionales que me han acompañado durante estos meses. En definitiva, ha sido una experiencia cien por cien productiva.