Silvia Barona, catedrática de Derecho Procesal de la Universidad de Valencia, ha afirmado, en relación a la inteligencia artificial en materia de justicia, que “no estamos ante innovación, sino ante una verdadera disrupción social”. Barona ha participado en el Congreso Internacional Digitalización y Algoritmización de la Justicia: nuevos retos, desafíos y oportunidades, organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de la Universidad Católica de Valencia (UCV), donde ha hecho hincapié en la necesidad crear “una cobertura jurídico procesal que nos permita determinar si esta IA garantiza, o no, los principios actuales”. 

“Todo esto no es neutro. La tecnología instrumental sirvió en su momento para agilizar las cosas, pero todo esto tiene una incidencia muy clara en cuanto a acceso a la justicia y a la tutela efectiva, y en muchas ocasiones puede implicar, si no se hace bien, una merma de los derechos y las garantías procesales”, ha añadido. 

Así, la catedrática en Derecho Procesal ha insistido en que “la reorganización de la justicia ha de ir de la mano de reformas procesales y de unas condiciones tecnológicas antes y después, es decir, qué condiciones debe cumplir una IA para poder servir en materia de justicia, y su validación a través de auditorías que cada cierto tiempo se puedan realizar”. 

En este punto, la ponente ha lamentado que “el derecho y la jurisprudencia caminan demasiado lentos en comparación con los avances tecnológicos”, de modo que ha apostado por “trabajar para combinar una suerte de tecnología más humana y no una humanidad tecnológica”. 

José María Tormos “Si pensamos en utilizar la digitalización para resolver los problemas que tenemos ahora, estaremos perdiendo una gran oportunidad” 

En la inauguración de la jornada han participado el vicerrector de Investigación de la Universidad Católica de Valencia, José María Tormos, que ha felicitado a los organizadores por elegir un tema “tan importante y trascendente para la sociedad” y ha subrayado que “si pensamos en utilizar la digitalización para resolver los problemas que tenemos ahora, estaremos perdiendo una gran oportunidad”. 

“Los médicos llevamos diez años sufriendo la digitalización de la medicina y la digitalización, por sí sola, es un error, porque estamos transmitiendo a la pantalla del ordenador lo que antes hacíamos en el papel. Eso cuesta más tiempo, genera más burocracia y nos aleja más del paciente”, ha añadido. 

En este sentido, Tormos ha animado a los participantes en el congreso a “pensar diferente y no querer solucionar el problema de hoy, sino encontrar soluciones que nos permitan ir más allá de esos problemas y construir un futuro que realmente nos permita estar humanamente más cerca de las personas que necesiten nuestra ayuda”.   

“Esta ayuda -ha continuado el vicerrector- ha de llegar de la manera más rápido posible, con el mayor conocimiento disponible y utilizando la tecnología más avanzada que exista. Porque si la persona que ha de confiar en nosotros utiliza una tecnología más avanzada que la nuestra, eso le hará desconfiar”. 

Durante las sesiones se han analizado la aplicación y alcance que pueden tener las tecnologías de la información y comunicación y la inteligencia artificial en el ámbito de la justicia de la mano de juristas de reconocido prestigio como los catedráticos Lorenzo Cotino, José Francisco Etxeberría o Guillermo Palao, junto a profesores de distintas universidades y notarios del Ilustre Colegio Notarial de Valencia. 

El simposio ha contado con la financiación de la Conselleria de Educación, Universidades y Empleo; del Ilustre Colegio Notarial de Valencia; y del proyecto Claves para una justicia digital y algorítmica con perspectiva de género.