Sobre el Día Internacional de la Familia
Noticia publicada el
lunes, 15 de mayo de 2017
Artículo de la rectora de la UCV Asun Gandía Balaguer.
El Día Internacional de la Familia, que se celebra todos los años el día 15 de mayo, fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 47/237 del 20 de septiembre de 1993, con el objetivo de aumentar el grado de concienciación acerca de los temas relacionados con la familia y como reivindicación de la importancia que la comunidad internacional le confiere a la familia, como unidad básica de la sociedad.
La celebración del Día Internacional de las Familias nos brinda la oportunidad de concienciar acerca de las cuestiones sociales, económicas y demográficas que les afectan. Además, este día, tiene por objetivo fomentar el debate acerca de la importancia de los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, según el propio texto normativo.
Para la Iglesia Católica, este día debe ser también un recordatorio de lo que el Magisterio de la Iglesia, nos ha expresado sobre la Institución Familiar.
Así, el Papa Juan Pablo II, durante su Pontificado, escribió multitud de encíclicas y documentos en el que nos interpelaba sobre la misión de la familia en el mundo actual. En su Exhortación Apostólica Familiaris Consorcio, nos interpelaba sobre la misión fundamental que tiene la familia en la sociedad de hoy, a través de cuatro cometidos fundamentales: la formación de una comunidad de personas, el servicio a la vida, la participación en el desarrollo de la sociedad y la participación en la vida y misión de la Iglesia.
Es decir, es fundamental el papel de la familia en el mundo de hoy. En palabras del Papa Benedicto XVI: “las familias cristianas, constituyen un recurso decisivo para la educación en la fe, la edificación de la Iglesia como comunión y su capacidad de presencia misionera en las situaciones más variadas de la vida, así como para fermentar en sentido cristiano la cultura y las estructuras sociales”.
Pero además de su papel trascendental para la sociedad, la familia construye a las personas, ya que como dijo el Papa Francisco en su catequesis de la audiencia general que celebró el primer miércoles del pasado noviembre en la Plaza de San Pedro, la familia es el ámbito en el que aprender a vivir el don y el perdón recíproco, sin el cual ningún amor puede ser duradero.
Que esta celebración nos interpele a dar gracias a Dios por nuestras familias y a construir un mundo más humano y mejor.