Eddy Sotelo, investigador de Combiomed Group-CIQUS y del Centro de Química Biológica y Materiales Moleculares de la Universidad de Santiago de Compostela ha asegurado que el sector farmacéutico necesita “planteamientos metodológicos innovadores para el desarrollo de nuevos fármacos y el mar es una fuente de estructuras mucho menos exploradas que las terrestres” en la conferencia que ha pronunciado en una Jornada Científico-Empresarial de Bio-Economía Azul, organizada por la Facultad de Veterinaria y Ciencias experimentales de la Universidad Católica de Valencia (UCV).

“Estamos en una crisis del sector y la única solución real es buscar metodologías nuevas que cambien la forma en que buscamos soluciones. A pesar de que cada vez se invierte más en el desarrollo de fármacos, la aparición de aquellos realmente innovadores ha ido disminuyendo porque las enfermedades que tratamos son más complejas”, ha indicado.

Sotelo cree especialmente en los fármacos de origen marino y en la actualidad desarrolla medicamentos para la esquizofrenia, el parkinson y el glaucoma partiendo de moléculas originarias del mar: “Es un sistema particular por las características propias de su entorno, con una biodiversidad brutal, poco explorada y muy prometedora”.

Para el investigador de Combiomed Group-CIQUS fármacos “realmente innovadores” son aquellos que pueden proporcionarle al paciente “una estrategia terapéutica nueva para un problema viejo”. Así, Sotelo ha recordado que el perfil de los fármacos que hoy existen en gran cantidad de enfermedades “distan mucho de ser los óptimos” y aunque cada día surgen mejoras, “no existe el fármaco óptimo para el 90% de las patologías”.

Respecto de su labor profesional, Sotelo ha subrayado que “lo último” que puede ser un investigador es “conformista”. Si se explora con las mismas herramientas “que utiliza todo el mundo”, lo más lógico es que obtengas “los mismos resultados que el resto”.

HERRAMIENTAS PARA LA PREDICCIÓN DE LA BIOACTIVIDAD DE MOLÉCULAS DE ORIGEN MARINO

Por su parte, Gloria Castellano, profesora de la UCV y directora de la Revista Nereis, ha analizado en su ponencia las herramientas para la predicción de la bioactividad de moléculas de origen marino.

Castellano ha explicado que determinados compuestos fenólicos que se extraen de la Posidonia oceánica y de otras especies, poseen la capacidad de atrapar a radicales libres y por tanto son beneficiosos para la salud. Con ellos se producen fármacos para enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares o para la diabetes.

“Es un campo muy amplio y existen ensayos in vivo e in vitro, pero la ventaja del estudio computacional es que ahorra mucho trabajo al conjunto del proceso investigador. Con datos experimentales hacemos un estudio teórico, sacamos unas conclusiones y podemos predecir cómo se va a comportar un compuesto y qué actividad antioxidante va a tener”, ha expuesto.

Dicho estudio computacional “ayuda a entender por qué las moléculas actúan de una determinada manera”; es decir, da una explicación científica de la actividad de un compuesto”, ha señalado Castellano.