Trasladan funciones cognitivas a otras partes del cerebro para extraer un tumor sin dañar al paciente

Brain Health & Resilience Valencia Challenge

Trasladan funciones cognitivas a otras partes del cerebro para extraer un tumor sin dañar al paciente

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Trasladan funciones cognitivas a otras partes del cerebro para extraer un tumor sin dañar al paciente

La revista científica internacional Frontiers ha publicado un artículo de investigación del vicerrector de Investigación de la Universidad Católica de Valencia (UCV), José María Tormos, y el neurólogo Álvaro Pascual Leone, catedrático de la Universidad de Harvard (EE. UU.), codirectores del proyecto Brain Health and Resilience Valencia Challenge. Junto a otros investigadores de Estados Unidos, Francia, Italia y España, Tormos y Pascual-Leone presentan el caso de un paciente con tumor cerebral que se ha sometido a un proceso de prehabilitación cortical. Antes de la cirugía han conseguido que las funciones desempeñadas por el tejido sano adyacente al tumor las lleve a cabo otra parte del cerebro. Así, la extracción del tumor no ha dañado ninguna función cognitiva o motora.

La cirugía de tumores cerebrales tiene siempre como objetivo lograr la máxima extirpación del tumor y evitar, en lo posible, el daño al tejido cerebral sano. En ese sentido, neurólogos y neurocientíficos de todo el mundo buscan soluciones desde hace años para que los pacientes no pierdan capacidades cognitivas como consecuencia de dichas operaciones. El tratamiento propuesto en la línea de investigación a la que se circunscribe este estudio consiste en una serie de intervenciones realizadas antes de la cirugía. Se las conoce como prehabilitación cortical, o prehabilitación de la corteza cerebral.

La prehabilitación cortical combina neuroimagen estructural y funcional, estimulación cerebral no invasiva (neuromodulación) y entrenamiento intensivo. El primer paso es determinar las áreas más relevantes para cada función y su proximidad al tumor. El segundo paso es inhibir, mediante “neuromodulación”, la actividad de las áreas de activación más próximas al tumor y, por tanto, las que tienen mayor riesgo de generar un déficit en la cirugía.

Inmediatamente después llega el tercer y último paso: realizar entrenamiento intensivo y de alta complejidad, para inducir la utilización otras áreas, alejadas del tumor, para activar la red neuronal responsable de la función. Estos cambios se pueden ver potenciados cuando se asocia actividad física con intervalos de alta intensidad, que promueve la consolidación de los mecanismos de plasticidad neuronal.

Gran potencial de la técnica

“Esta línea de investigación ha puesto de relieve el potencial de establecer nuevas conexiones cerebrales y transferir actividad funcional de un área del cerebro a otra antes de la neurocirugía. No obstante, los mecanismos neuronales subyacentes a estos procesos, particularmente en el contexto de las lesiones que ocupan espacio, siguen sin estar claros”, matiza Tormos.

El caso de estudio expuesto en esta investigación es el de un paciente con un tumor cerebral que se sometió a un protocolo de prehabilitación con veinte sesiones de neuromodulación inhibidora no invasiva sobre una región de la red neuronal responsable del lenguaje, junto con un entrenamiento intensivo de tareas. La prehabilitación resultó en un incremento de la distancia entre el tumor y el área de máxima activación en tareas de lenguaje. Además, se observó una mejoría de la conectividad funcional dentro del circuito lingüístico.

Según explican los autores de la investigación en el propio artículo de Frontiers, “la inhibición del área de la red funcional que rodeaba la lesión cerebral de este paciente resultó en un cambio plástico en la organización espacial de la red, presumiblemente a través del establecimiento de nuevas estrategias de activación que alejan el área más importante para activar la función del sitio de la lesión”.

“Si bien estos resultados son prometedores, la prudencia nos obliga a subrayar la necesidad de realizar estudios más amplios para confirmar y generalizar estos hallazgos”, añade Tormos.

Los resultados de este trabajo, donde ya se han estudiado a más de 25 pacientes con resultados muy satisfactorios, se han presentado, asimismo en el Congreso Mundial de Neurorrehabilitación, en Vancouver (Canadá), en un simposio monográfico especialmente destinado a esta intervención innovadora. La investigación realizada para este artículo científico se ha llevado a cabo en colaboración con el Instituto Guttmann y ha sido financiada por la Fundación Joan Ribas Araquistain.

Proyecto Brain Health and Resilience Valencia

La Universidad Católica de Valencia ha puesto en marcha este curso un ambicioso proyecto de investigación, innovación clínica y formación sobre salud y resiliencia cerebral, dirigido por investigadores de la Universidad, con el asesoramiento científico del catedrático de Harvard Álvaro Pascual-Leone, uno de los mayores expertos a nivel internacional del campo de la neurología, que convertirá a Valencia en centro de referencia mundial en la prevención y tratamiento de enfermedades psiquiátricas y neurológicas.

El proyecto, Brain Health and Resilience Valencia Challenge (El desafío de Valencia por la Salud y la Resiliencia Cerebral), responde a un doble compromiso con la sociedad valenciana: por un lado, mantener la capacidad funcional óptima del cerebro en cada persona a lo largo de su vida y prevenir problemas cognitivos, identificando los posibles factores de riesgo de manera temprana; así como promover la resiliencia cerebral para minimizar sus daños en pacientes con patologías neurológicas y psiquiátricas.   

Este es el reto de la UCV: disponer de indicadores de salud y resiliencia cerebral para desarrollar programas de monitorización, identificar nuevas dianas terapéuticas, así como diseñar estrategias de intervención para modificar y optimizar estilos de vida relacionados con la salud cerebral.

En un primer momento, se recabarán datos en tres cohortes poblacionales representativas que sumarán más de 9.000 participantes: personas sanas, para estudiar marcadores biológicos y comportamentales relacionados con la salud cerebral; pacientes con enfermedades neurológicas y psiquiátricas, para caracterizar componentes individuales relacionados con mecanismos de resiliencia e identificar nuevas dianas terapéuticas; y jóvenes, para estudiar el impacto de los estilos de vida sobre la salud cerebral a corto y largo plazo. 

Unidad de Salud Cerebral

Desde el primer momento, se ha querido trasladar este desafío a la clínica, por lo que las Clínicas UCV ya cuentan con una Unidad de Salud Cerebral donde aplican los descubrimientos habidos hasta la fecha. Para ello, se emplea la tecnología más puntera, desde un tratamiento multidisciplinar que abarca la medicina, la fisioterapia, la psicología, la nutrición, la actividad física y el deporte y la terapia ocupacional. La atención personalizada incluye la asistencia y el apoyo continuos a la familia y a los cuidadores.   

Así, el programa de estimulación cerebral no invasiva está dirigido a personas que han sufrido un ictus, padecen alzhéimer o párkinson, entre otras patologías, reduciendo el impacto de la discapacidad que les pudieran ocasionar.

Por otro lado, el programa de promoción de estilos de vida saludables se ofrece a personas sanas de cualquier edad que quieren cuidar su memoria, optimizar sus funciones cognitivas y mantener su equilibrio emocional para poder lograr sus metas y propósitos vitales. Es por ello que ayuda a cada individuo a definir prescripciones personalizadas que pueden incluir la actividad física, la nutrición, el sueño, el ocio y la actividad social.

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