La Facultad de Psicología de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha acogido el tercer Congreso Iberoamericano de Investigación en Musicoterapia en el que algunos de los mayores expertos del mundo han analizado los últimos avances y el futuro de esta disciplina.

Así, se han expuesto investigaciones realizadas por musicoterapeutas valencianos, españoles y de todo el mundo, que han aplicado las técnicas propias de esta disciplina no solo en terapias para pacientes con autismo o alzhéimer, sino también en neonatología, cuidados paliativos, fibromialgia, esclerosis múltiple, esquizofrenia, síndrome de Down, parálisis cerebral o enfermedad de Crohn.

La catalana Serafina Poch, pionera de la musicoterapia en España; Barbara Wheeler, iniciadora de la especialidad en Estados Unidos y una de las mejores investigadoras a nivel mundial; o la argentina Karina Ferrari, referente de la investigación hospitalaria de esta especialidad en Hispanoamérica, han sido agunos de los principales ponentes del encuentro de la UCV.

Otro de los grandes expertos que ha participado en el congreso es el brasileño Gustavo Schulz, uno de los mayores especialistas de todo el mundo en la aplicación de la musicoterapia en casos de autismo. Según ha expuesto Schulz, el éxito de la musicoterapia en este campo es debido a que esta ofrece “un medio de comunicación distinto a las personas con autismo”.

“La música tiene un procesamiento que tiene más sentido que el habla para estas personas; por ello suelen tener un gran interés por las experiencias musicales. La música activa en el sistema nervioso central especialmente la corteza orbitofrontal, que es justamente uno de los sitios que las personas con autismo tienen problemas para procesar informaciones socioemocionales y que está involucrada en las actividades repetitivas y restrictivas en personas con autismo”, ha expecificado Schulz.

Así, la musicoterapia ayuda a crear “nuevas redes de funcionamiento” para la persona con autismo, especialmente para habilidades de comunicación, interacción social y para las respuestas emocionales. Las experiencias de musicoterapia ayudan a crear situaciones de juego donde el paciente “tiene la oportunidad de reproducir vivencias sociales por medio de la música”, ha aseverado el terapeuta brasileño.

MUSICOTERAPIA COMO AYUDA A LAS MUJERES MALTRATADAS

Alejandro March, director del Máster Universitario en Musicoterapia de la UCV, ha asegurado que a pesar de que esta especialidad se haya aplicado sobre todo a la rehabilitación o restauración de la salud, puede utilizarse para cualquier colectivo o persona: “La musicoterapia puede acompañar al ser humano en el momento del nacimiento o en el de la muerte”.

En ese sentido, la profesora de la UCV Empar Guerrero ha presentado en el Congreso los resultados de un proyecto pionero que ha desarrollado en esta universidad con mujeres víctimas de violencia de género y ha asegurado que “la musicoterapia mejora su autoestima, asertividad y empoderamiento”.

Se trata de una intervención grupal a través de la musicoterapia, que han llevado a cabo en colaboración con la Asociación Alanna de Valencia, por el que durante cuatro meses se ha trabajado semanalmente con mujeres víctimas de violencia de género el empoderamiento y la autoestima “para que vuelvan a reconocerse como las personas que son”, ha expresado Guerrero.

Para ello, se han empleado técnicas propias de esta especialidad, como la improvisación musical terapéutica, el trabajo con canciones, estimulación de imágenes y sensaciones a través del sonido y el uso selectivo de la música editada, que han favorecido, también, la relación intergrupal y estimular la toma de decisiones. “Se trata de un proyecto pionero, pues solo existen tres estudios de musicoterapia con mujeres víctimas de violencia de género a nivel grupal pero, utilizando este abordaje plurimodal, solo está la propuesta de la UCV”, ha detallado la profesora.

“A través de la musicoterapia las mujeres pueden expresar muchas más cosas que con la palabra. Además, ellas están muy cansadas de narrar su historia oralmente a psicólogos, trabajadores sociales, abogados, en los juicios… Con esta disciplina no sólo reconstruyen su historia sino que la pueden proyectan al futuro a través de la música”, ha subrayado la experta.

“Hasta ahora esta disciplina se ha relacionado principalmente con temas de discapacidad pero ahora se están viendo sus posibilidades sociales, que son enormes: a las mujeres que han sufrido maltrato les ha ayudado a romper esquemas, experimentar posibilidades y a recuperar el poder sobre su propia vida; además, también ha fomentado la cohesión social, pues de las sesiones de trabajo ha nacido un grupo de amistad”, ha añadido Guerrero.

Finalmente, Guerrero ha añadido que “éste ha sido un camino inicial en el que se espera continuar, uniendo educación social y musicoterapia, musicoterapia y dinámica de grupos y sobre todo, uniendo, una gran profesión como es la de educador social con un colectivo que merece toda nuestra atención, las mujeres víctimas de violencia de género”.