Entrevista a Monseñor Escudero | UCV
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Santoral: San Pedro de Canisio
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Universidad Católica de Valencia

Entrevista a Monseñor Escudero

Monseñor Esteban Escudero: “Necesitamos cristianos que se comprometan en la vida pública”

Monseñor Esteban Escudero Torres, obispo auxiliar y vicecanciller de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV), dirige el nuevo Máster propio en Doctrina Social de la Iglesia  de la UCV, que imparte una formación completa sobre los principios, criterios y directrices de acción que ofrece la Iglesia para el ámbito público.

Monseñor Escudero ha avanzado los contenidos del postgrado, que pretende enseñar y difundir esta doctrina como una verdadera prioridad pastoral y parte de la misión evangelizadora de la Iglesia.

¿Falta formación entre el clero y los laicos en el ámbito de la doctrina social?

Sí, de hecho se ha llegado a decir que la Doctrina Social es la asignatura pendiente de los cristianos, y ha sido de alguna manera apartada por el prejuicio y el recelo de considerar que tratar la cuestión social es meterse en temas políticos. Pero es parte de la doctrina católica, y así hay que considerarla.

¿Y esto puede estar incidiendo en la debilidad de la presencia de los católicos en la vida pública, o en que esta presencia no siempre se fundamente en la doctrina de la Iglesia?

Las dos cosas. Hay una falta de católicos que actúen en la vida pública, y, además, los que hay muchas veces viven una dicotomía: por una parte está su actuación política o social y por otra sus creencias.

Precisamente, esa falta de presencia de la Iglesia en las estructuras civiles se debe a que no se ha unificado en los cristianos la doctrina de la Iglesia en materia económica, política, social, de familia incluso, con la vida profesional. Y cuando hay esa división hay pocos cristianos activos en la vida pública y los que están se adaptan a los esquemas imperantes en la sociedad.

Así, ante esta incomprensión sobre la DSI, ¿puede subrayar cuál es su naturaleza?

La doctrina social es la traducción a la vida social de la caridad cristiana. Así, supone traducir el mensaje evangélico al ámbito laboral, social, en la comunidad de vecinos, en el consejo escolar, en tu familia, en las relaciones internacionales, en la paz, en la ecología…

¿Y cómo se traduce?

La DSI se mueve por principios y da soluciones viables, aunque no son inmediatas; luego, el presidente, alcalde, sindicato de turno, tendrá que aplicarlo.

Es verdad que el mar es muy grande y que nos apabullan la cantidad de problemas que hay, pero a nivel individual podemos ser islas de justicia social. Por ejemplo, cada uno en su casa puede hacer gestos ecológicos, los empresarios no regirse solo por las leyes del mercado sino sobre todo por la caridad; en la familia o en la comunidad de vecinos tener un espíritu conciliador; visitar a personas mayores que vivan solas y tener detalles con ellas, ir a votar…

Otra cosa es la responsabilidad mayor de los que tienen cargos políticos: un alcalde, un diputado… Ahí es importantísimo aplicar los principios de la DSI, que son principios de justicia y de caridad.

El problema es que si bien hay una proximidad entre creyentes y no creyentes en los temas que enuncia, no así en el terreno antropológico, donde las verdades que anuncia la Iglesia están siendo cuestionadas y en tantos casos rechazadas. ¿Es aquí dónde debe incidir la DSI?

Verdaderamente, el gran problema que tenemos es el antropológico y hay que hacer una labor magisterial, política y educativa para defender la antropología cristiana.

Concretamente, el tema de la familia es crucial por su situación y por los problemas muy graves que tiene, que no son solamente el divorcio o el aborto, sino que está en cuestión su naturaleza.

Así, hay que colaborar entre todos: necesitamos matrimonios que sean ejemplo de comunión y de educación de sus hijos así como combatir la ideología de género. En este punto urge una acción política, porque no se puede tolerar que la ideología de género se introduzca en los colegios y moldee la mente de los niños.

Es evidente, pues, la pertinencia del máster de la UCV. ¿Qué pretende, a quién va dirigido?

Lo primero que pretende la UCV es que haya cristianos que conozcan la DSI y que se eliminen prejuicios: no es meternos en política sin más sino evangelizar sectores de la sociedad que necesitan ser evangelizados, como la familia, la economía, la educación, la ecología, también la política.

Lo segundo es que los cristianos que la conozcan se comprometan también en la vida pública, cada uno a su nivel.

Va dirigido sobre todo a los profesores de DSI, que es una asignatura transversal en la UCV, pero también al resto del claustro, pues todos los profesores pueden dar una visión cristiana de los problemas desde sus disciplinas y clases.

También está abierto al público en general, pues el máster no abarca solo la naturaleza, historia y fundamentos de la DSI sino contenidos antropológicos y pautas para la participación social y política interesantes para cualquier ciudadano.

Aquí puedes acceder para obtener más información sobre el Máster propio en Doctrina Social de la Iglesia 

Duración

Un curso académico y medio (octubre 2018-febrero 2020)

Horario

Viernes tarde y Sábado mañana

Sede

Sede Santa Úrsula
C/ Guillem de Castro 94
Valencia

Precio

1800 euros