1. Aurelio, te matriculaste en la Universidad Católica de Valencia de una doble titulación. Has terminado Ciencias de la Actividad Física y Deporte, y actualmente estás acabando Fisioterapia ¿Por qué decidiste estudiar una doble titulación? ¿qué ventajas o inconvenientes ha supuesto para ti cursarlas al mismo tiempo?

En primera instancia, mi idea era estudiar simplemente el grado de Ciencias de la Actividad Física y deporte, pero al ver que en la universidad se ofertaba la posibilidad de combinarla con el grado de Fisioterapia decidí matricularme en la doble titulación. Me pareció muy atractivo a la hora de enfocar la vida profesional en el deporte.

Por un lado, las ventajas destacarían sobre todo la complementariedad de ambos grados. Creo que en el campo del deporte, junto con el grado de Nutrición, son 3 carreras muy compaginables y que a uno le pueden ayudar a ser un profesional más completo.

Los inconvenientes, tal vez el que la doble titulación esté comprimida en 5 años. Me parece mucha condensación de contenido en tan poco tiempo.

2. Además, sabemos que eres deportista de élite ¿cuéntanos un poco sobre esta faceta de tu vida?

Desde muy pequeño me ha gustado el deporte de competición. Comencé jugando a fútbol a los 7 años, antes había hecho natación. Y no fue hasta los 12 años que no me apunté a atletismo. Antes también había compaginado el fútbol con el judo durante 3 años, y más tarde fútbol y atletismo durante 2 años, hasta que al final me decidí por el atletismo hasta la actualidad.

Como decía siempre me ha gustado la competición, el luchar por ser cada día mejor, porque al final compites contra ti mismo y por mejorarte cada día más. Creo, además, que el deporte transmite muchos valores que son extrapolables a la vida diaria: compañerismo, lealtad, esfuerzo…

Siendo más concreto, mi especialidad dentro del atletismo es el salto de longitud con una marca de 7,23m que realicé la temporada pasada y con la que pude competir en el Campeonato de España sub-23.

3. Durante tu paso por la universidad no solo continuaste manteniendo tu categoría de deportista de élite, además, sacaste tiempo para desempeñar las funciones de subdelegado general de la UCV ¿qué te aportó como estudiante y a nivel personal esta experiencia?

Me aportó mucho siendo sinceros, porque ayudó mucho la personalidad y cercanía del delegado general, con quién entablé amistad. En términos generales fue una experiencia gratificante, porque al final siempre se buscaba estar al servicio de los demás, y eso te genera una gran satisfacción, buscar el bien de los demás.

Esto no quita que hubiera momentos de estrés, sobre todo al principio de ver cómo cuadrar durante las semanas, las reuniones, estudiar, entrenar e ir a la universidad.

4. Ahora una pregunta que muchos se estarán haciendo, ¿cómo conseguiste combinar el deporte de élite, la labor de delegado y los deberes de estudiante?

Puedo dar muchas gracias a Dios de los talentos que me ha dado, y espero corresponderle poniéndolos a su servicio y al de los demás. Sé, aunque a veces uno no lo reconozca, que el Señor me ayudo en todo momento. Al final, las personas somos limitadas y llegamos a lo que llegamos. Me ayudo mucho (no siempre lo he visto así), y me sigue ayudando mucho, dejarle las cosas y diferentes gestiones en sus manos, y que Él se encargue. Esto me da gran paz, porque sé que salga como salga es obra suya.

5. Has demostrado ser una persona con muchas inquietudes que sabe optimizar al máximo su tiempo ¿en qué estás involucrado en estos momentos y cuáles son tus planes de futuro a medio y largo plazo?

Actualmente estoy terminando de estudiar Fisioterapia (me queda 1 año y medio), y estoy entrenando para preparar el Campeonato de España absoluto que se celebra en Torrent, aunque primero debería sacarme la marca mínima que se exige para participar. Hacia allí van los objetivos. Y luego, estoy dando catequesis a personas adultas con discapacidad intelectual en una parroquia de Torrent, que está siendo muy enriquecedor por todo lo que estoy aprendiendo.

En primer lugar, a muy largo plazo ser santo. Para mí, y creo que para los cristianos, la vida no tiene sentido sino es luchar por parecernos al Señor, y con la ayuda de su gracia y por su gracia, ser santos el día que nos muramos. Ese es mi objetivo en la vida. Eso va ligado a querer ser muy feliz aquí en la tierra. Para ellos los planes van en dirección en dar gloria a Dios y servir a los demás. En estos momentos a través de mis obligaciones o que considero una de mis obligaciones: los estudios, me queda 1 año y medio de estudio de Fisioterapia.

También, si todo va bien y Dios quiere casarme el día de mañana con mi novia y formar una familia numerosa. En todo esto acogiendo la voluntad del Señor.

Y, por último, luchar por ser un buen profesional para hacer felices a los demás desde mi faceta de preparador físico y fisioterapeuta.

6. ¿Algún consejo para todos los que en algún momento nos decimos “es que no tengo tiempo” y renunciamos a hacer cosas que nos motivan?

Tal vez esa última frase debería ser nuestra máxima, luchar por hacer aquello que nos motiva, puede soñar un poco idílico, pero luchar por nuestros sueños. La frase “es que no tengo tiempo” me parece una excusa que nos puede generar cierta tranquilidad como justificación a qué por eso no hacemos las cosas. Yo soy el primero que la he utilizado alguna vez, pero me parece que suele ser una barrera que nos imponemos nosotros mismos por nuestra falta de prioridades durante el día.