Escuela de Doctorado
Adolfo García Sastre: “Las vacunas de ARN mensajero han resultado muy eficaces, no imaginábamos que lo serían a estos niveles”
martes, 23 de marzo de 2021
El microbiólogo Adolfo García Sastre, profesor de la Escuela Icahn de Medicina del Hospital Mount Sinai de Nueva York (EE. UU.) y director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes perteneciente a la misma, ha impartido una conferencia en formato online en la Universidad Católica de Valencia (UCV), invitado por su Escuela de Doctorado.
En su intervención, García Sastre ha salido al paso de aquellos que todavía cuestionan el uso de las vacunas de ARN mensajero (ARNm) contra la covid-19 (Pfizer y Moderna): “Las vacunas basadas en ARN son impresionantes, espectaculares, muy eficaces, creo ninguno hubiéramos pensado que lo fueran a estos niveles. No provocan prácticamente ningún efecto adverso, son un poco reactogénicas; la mayor parte de los efectos que pueden producir son dolor muscular y a algunas personas, incluso un poco de fiebre, pero la inducción de anticuerpos y la eficacia son muy elevadas”.
“Estoy muy contento con todos los resultados que tenemos hasta ahora respecto de las vacunas ARN. No sólo por los resultados que tienen que ver con los ensayos clínicos que se han realizado, sino por los datos que se han obtenido de mucha gente que ha sido inmunizada sin prácticamente efectos adversos, que, como ya he comentado, pueden ser tratados”, ha remarcado García Sastre.
El investigador del Hospital Mount Sinai ha reconocido que este tipo de vacunas “reduce su nivel de neutralización con las variantes brasileña y sudafricana del SARS-CoV-2, pero ello no quiere decir que desaparezca completamente”. Los estudios que se han hecho indican que el nivel de neutralización del virus baja “del 95% al 65%”, aunque “no está claro todavía si ese descenso se debe a las nuevas variantes o a que, normalmente las vacunas tienen menor eficacia en África -quizás por las condiciones inmunológicas de la población- que en Europa o Estados Unidos”.
“La primera variante del virus, la N501Y, tiene su origen en el aumento de la transmisión. Esta variante iba a producirse tarde o temprano porque el virus evoluciona, y si hay una mutación que es únicamente un aminoácido que aumenta la transmisión, cuanto más virus esté circulando, más espacio genético hay para explorar. Por ello, la mayor parte de las variantes que puedan aparecer con el tiempo tendrán que ver con cuánto virus esté circulando”, añade.
LA PANDEMIA NO TERMINARÁ “HASTA DENTRO DE DOS AÑOS”
Respecto de la periodicidad en que las vacunas protegerán efectivamente contra el virus, el investigador español afincado en Nueva york ha expuesto que “aún es pronto para saber cuánto cae la capacidad neutralizante conforme avance el tiempo, pero hasta ahora los títulos de anticuerpos se están manteniendo bastante bien. Con inmunidad natural, un título de anticuerpos protectores lo normal es que se mantenga más de un año”.
Por otro lado, García Sastre ha aseverado que, “con toda seguridad”, el SARS-Cov-2 ha venido para quedarse: “Es muy difícil que haya suficiente gente vacunada para poder eliminarlo en los próximos dos años. La OMS no va a declarar la pandemia terminada al menos hasta que pase ese tiempo, no porque en Europa o Estados Unidos no se pueda volver antes a la normalidad sino porque el virus seguirá circulando en modo pandémico en otros países que no tengan un nivel de vacunación lo suficientemente grande”.
“Es muy difícil extinguir un virus por vacunación porque los niveles de esta que se necesitarían para conseguirlo son muy altos. Lo hemos conseguido, por ejemplo, con el virus de la viruela pero no lo hemos conseguido aún con dos virus fáciles de eliminar por vacunación: la polio y el sarampión”, ha añadido el investigador del Hospital Mount Sinai.
En el acto, organizado por el Programa de Doctorado en Ciencias de la Vida y del Medio Natural de la Escuela de Doctorado, ha participado también el responsable del Laboratorio de Bioquímica Estructural de la UCV, José Gallego.