El psicoterapeuta en conductas adictivas Ángel Turbi advierte de las consecuencias del confinamiento para los “tecnoadictos”
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Santoral: Santos Inocentes
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Universidad Católica de Valencia

Facultad de Psicología

El psicoterapeuta en conductas adictivas Ángel Turbi advierte de las consecuencias del confinamiento para los “tecnoadictos”

El psicoterapeuta en conductas adictivas Ángel Turbi advierte de las consecuencias del confinamiento para los “tecnoadictos”


La actual situación de confinamiento comporta una serie de problemáticas comunes a la mayoría de la población. Hay, sin embargo, grupos de población especialmente vulnerables en el contexto de encierro al que el Covid-19 ha empujado a la sociedad española. Personas con trastornos como el autismo, para los que la ruptura con sus rutinas diarias supone una auténtica tormenta emocional al desarbolar su ‘modus vivendi’. Otro espectro poblacional sensiblemente afectado por la presente crisis sanitaria es el de las personas adictas en proceso de recuperación.

El director del Máster Universitario en Educación y Rehabilitación de Conductas Adictivas de la Universidad Católica de Valencia (UCV), Ángel Turbi, explica que una parte “compleja” del contexto de cuarentena es que ha facilitado la “hiperconectividad” en todas las edades: “Es cierto que, por ejemplo, la ausencia de competiciones deportivas y el cierre de las casas de apuestas en España ha disminuido al máximo la adicción a esta clase de actividades pero el confinamiento no ha supuesto una ayuda en el caso de las tecnoadicciones”.

“No nos olvidemos de las consecuencias derivadas de la hiperconectividad. Ahora existe un mayor contacto desde las redes sociales y esta situación ha hecho que el fenómeno del online grooming -formas delictivas de acoso online que implican a un adulto que se pone en contacto con un niño o adolescente con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual- haya aumentado, como ya apuntan otros países. Hemos de continuar trabajando en la prevención de las violencias en redes sociales, protegiendo a nuestros menores”, remarca.

De igual modo, Turbi recuerda que existen otras patologías relacionadas con la tecnología, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su CIE-11, como el gambling (Trastorno por juego, más allá de las apuestas deportivas) o el gaming (Trastorno por videojuegos), que afecta especialmente a menores de edad.

Para paliar las consecuencias de estas situaciones el director del posgrado sobre conductas adictivas de la UCV asegura que hay que poner el énfasis “en educar e inculcar hábitos y pautas a los menores para la situación de confinamiento”, de modo que se consiga “un equilibrio en sus actividades”.

HORARIO, ENTRETENIMIENTO Y, SOBRE TODO, FAMILIA

La cuarentena conlleva también unos cambios y consecuencias en el ámbito de las adicciones, si bien estas “no tienen por qué conllevar una recaída”, según apunta Turbi. Una de las medidas principales a considerar para que una persona en tratamiento por adicción es la adaptación de sus rutinas diarias al confinamiento; es decir, “mantener unos hábitos con horario razonable incorporando diferentes actividades”. El objetivo: ocupar el tiempo “de forma saludable y, sobre todo, entretenida, para evitar que aparezca el ansia de consumo”.

“A su vez es muy importante que la persona que presenta un problema de adicción mantenga contacto con su núcleo familiar sano, si convive con ellos, o en su caso, mantener relaciones sociales saludables vía telefónica o similar, alejadas del consumo”, subraya.

Las familias tienen un papel “clave” en la recuperación de una persona con problemas de adicción, aduce el director del Máster de la UCV, “también en este momento de confinamiento”. Por un lado, deben “mantener y facilitar las pautas saludables familiares, compartir momentos e intentar no generar situaciones de tensión que propicien una recaída”. Al mismo tiempo, los familiares del adicto tienen la opción de contactar con su servicio de tratamiento, “quienes pueden indicar las pautas adecuadas”.

De la misma manera, Turbi recuerda la importancia, si es el caso de la persona en concreto, de “mantener las pautas farmacológicas y su seguimiento por el servicio correspondiente”, al igual que “mantener un seguimiento de teleasistencia”, si lo considera oportuno, con los terapeutas que llevan su tratamiento: “La asistencia telemática no sustituye al 100% la terapia presencial, en mi opinión –y mucho menos, en el caso de la terapia grupal presencial- pero un seguimiento breve y puntual puede evitar la recaída. Es la opción que tenemos ahora, por lo que no hay que despreciar las posibilidades que nos ofrece el mundo tecnológico”.

AUMENTO Y CAMBIO DE PATRÓN DE CONSUMO DE ALCOHOL

En lo referente a personas adictas a algún tipo de droga, Turbi afirma que debe diferenciarse entre “perfiles, tipología de la adicción y sustancia de consumo” y que, el contexto de cuarentena, aunque comporta adversidades, “puede ser un momento y oportunidad para abandonar el consumo de una sustancia”.

El propio confinamiento y las medidas restrictivas declaradas en el estado de alarma decretado por el Gobierno, “ha provocado una mayor dificultad, tanto para la compra como para la venta de sustancias y, en consecuencia, también para el consumo. Por esa razón, en los casos más graves de síndrome de abstinencia, se ha necesitado una mayor atención médica, incluso en urgencias hospitalarias”.

“Las adicciones a sustancias relacionadas con el ocio nocturno se han visto disminuidas, ya que la vida social a este nivel está totalmente restringida. El consumo de marihuana es distinto, pues presenta un patrón de consumo diario y es la sustancia de mayor accesibilidad. Esta sustancia es una de las más consumidas por los adolescentes, siendo estos, por añadidura, los que peor llevan el confinamiento en una unidad familiar, al igual que sus familias”, remarca.

Lo mismo ocurre con el consumo de alcohol, en opinión de Turbi: “Es una sustancia mayoritariamente consumida en contextos de socialización, pero tal como indican algunas encuestas, su venta ha aumentado durante la cuarentena. Esto nos hace intuir que su consumo, a lo menos, se ha mantenido, en los domicilios, por lo que hemos de estar atentos a los posibles cambios en su patrón de consumo, de un uso social a uno individual”.

TRAS EL FIN DE LA CRISIS, POSIBLES RECAÍDAS MASIVAS

Finalmente, el director del Máster en Educación y Rehabilitación de Conductas Adictivas de la UCV, hace hincapié en que la situación de confinamiento “antes o después se acabará”, por lo que los profesionales en el tratamiento de estos trastornos “deben prepararse de preparar para el fin de la misma.

“Tras el fin de la crisis social que estamos viviendo la población, en general, querrá normalizar la situación, como si no hubiese pasado nada. En ese momento es donde los profesionales tendremos que estar preparados para contener las conductas adictivas anteriores y presentes durante el confinamiento. Debemos diseñar estrategias de prevención en todos sus ámbitos y fundamentalmente, en las posibles recaídas que se den de forma masiva tras la cuarentena”, subraya Turbi.
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